Primer parto en Sala Integral:
Además, como mujer, te permite vivir ese momento, que es el más bonito; antes uno se sentía protagonista durante nueve meses y en lo más importante, el papá se iba con la guagua. Faltaba ese apego. Se lo recomiendo a cualquier mamá', afirma con los ojos brillantes Rocío Foncea, la primera paciente de las nuevas Salas de Atención Integral del Parto (SAIP) de Clínica Alemana.
Rocío tuvo a su tercer hijo, Fernando, el 12 de agosto a las 14:26 horas. El pequeño nació por parto normal, después de menos de cuatro horas de trabajo, pesó 3.450 gramos y midió 51 centímetros. Según cuenta esta mamá, la experiencia fue muy distinta a lo vivido con sus otros dos hijos.
Clínica Alemana dispone de cuatro salas SAIP que contienen todo lo necesario para la atención del preparto, parto y postparto, cuyo objetivo es que el proceso sea un continuo, sin separar a la madre y al padre del hijo.
De esta manera, pueden establecer un vínculo sin interrupción. A la ambientación familiar se incluyó equipos de música, que incluso podrán emitir los clásicos de Mozart para estimular al recién nacido desde su nacimiento. Las otras seis salas son como las tradicionales, ya que el uso de las SAIP es opcional y, por condiciones de salud, no todas las mamás pueden atenderse en ellas.
Alejandra Gallegos, matrona jefe, explica que la idea es recuperar la naturalidad del parto: 'Que madre e hijo se miren, se huelan, se sientan, que la guagua explore el pecho de la mamá. Todo sin apuro para que se dé el apego naturalmente. Este lazo afectivo es trascendental para la futura relación y el bienestar del hijo'.
De acuerdo con un estudio sueco, la liberación de las hormonas responsables del inicio de la lactancia puede demorar hasta dos horas, razón por la cual se instauró ese tiempo para que la madre, el padre y el hijo disfruten de ese momento.
'La lactancia es un reflejo, que se expresa en las primeras horas después del nacimiento, si se interrumpe, se tarda el inicio. Por eso es tan importante esperar el tiempo necesario en un ambiente tranquilo y amigable', sostiene Alejandra Gallegos
El doctor Rodrigo Riveros, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia, afirma que antiguamente las maternidades funcionaban de una forma muy similar, pero después se perdió la naturalidad porque aumentó el número de partos con fórceps, las cesáreas y fue necesario tomar medidas epidemiológicas para proteger a la madre y al hijo de infecciones, entonces se los trasladó a la seguridad que brinda un pabellón. 'Ahora, se pueden dominar los factores de riesgo manteniendo la seguridad, pero en un ambiente más natural'
'Como invitar a los médicos a mi casa'
'Lo bueno es que, como la pieza es grande, te permite caminar adentro y no hay que pasearse por el pasillo. Eso ayuda a que el trabajo de parto sea más rápido. Podía conversar con mis papás aquí adentro y estaba más relajada.
Al momento de salir me lo pusieron al pecho al tiro, todavía estaba sanguinolento y yo misma lo fui limpiando. No sé cuanto tiempo pasó, pero serán unos 10 a 15 minutos que estuvo en mi pecho para que adquiera temperatura, siempre bien cubierto. Después lo midieron, pesaron y evaluaron.
Luego me lo pusieron de nuevo, él solito empezó a buscar el pecho y se colgó al tiro. Estuvo como media hora... no sé, tú lo veías y era como si él se hubiese abrazado a mí, fue muy rico. Después lo vistieron y me lo pusieron al otro lado, se agarró al tiro... muy bonito. Llegó un momento en que se quedó dormido, se soltó solo y lo puse sobre mí. Tú lo ves así de tranquilo porque estuvo plácido esos primeros momentos... fue maravilloso,' describe Rocío.
Para Gastón Cartagena, marido de Rocío, este parto también fue muy especial: 'Fue muy profesional, muy en familia, nunca sentimos que estábamos en una institución hospitalaria.
Uno vive el parto a través de la mujer, uno es un espectador, el hecho de que ella se sintiera cómoda, segura, lo hace más cercano. No se altera el medio, sino que es una prolongación, fue como invitar a los médicos a mi casa al nacimiento de Fernando'.
Para que todo salga como a esta paciente, el equipo de Clínica Alemana se preparó especialmente.
Además, se requiere de una buena selección de las mamás, ya que quienes han tenido cesáreas o presentan embarazos patológicos o múltiples tienen necesidades que sólo pueden ser satisfechas en una sala quirúrgica. 'Ante cualquier emergencia, los pabellones están al lado. La seguridad no se compromete en ningún momento', concluye Alejandra Gallegos.
'Es una experiencia demasiado linda. Tener la posibilidad de tomarlo en el instante en que está viniendo al mundo y ponerlo inmediatamente al pecho, es demasiado rico.
Además, como mujer, te permite vivir ese momento, que es el más bonito; antes uno se sentía protagonista durante nueve meses y en lo más importante, el papá se iba con la guagua. Faltaba ese apego. Se lo recomiendo a cualquier mamá', afirma con los ojos brillantes Rocío Foncea, la primera paciente de las nuevas Salas de Atención Integral del Parto (SAIP) de Clínica Alemana.
Rocío tuvo a su tercer hijo, Fernando, el 12 de agosto a las 14:26 horas. El pequeño nació por parto normal, después de menos de cuatro horas de trabajo, pesó 3.450 gramos y midió 51 centímetros. Según cuenta esta mamá, la experiencia fue muy distinta a lo vivido con sus otros dos hijos.
Clínica Alemana dispone de cuatro salas SAIP que contienen todo lo necesario para la atención del preparto, parto y postparto, cuyo objetivo es que el proceso sea un continuo, sin separar a la madre y al padre del hijo.
De esta manera, pueden establecer un vínculo sin interrupción. A la ambientación familiar se incluyó equipos de música, que incluso podrán emitir los clásicos de Mozart para estimular al recién nacido desde su nacimiento. Las otras seis salas son como las tradicionales, ya que el uso de las SAIP es opcional y, por condiciones de salud, no todas las mamás pueden atenderse en ellas.
Alejandra Gallegos, matrona jefe, explica que la idea es recuperar la naturalidad del parto: 'Que madre e hijo se miren, se huelan, se sientan, que la guagua explore el pecho de la mamá. Todo sin apuro para que se dé el apego naturalmente. Este lazo afectivo es trascendental para la futura relación y el bienestar del hijo'.
De acuerdo con un estudio sueco, la liberación de las hormonas responsables del inicio de la lactancia puede demorar hasta dos horas, razón por la cual se instauró ese tiempo para que la madre, el padre y el hijo disfruten de ese momento.
'La lactancia es un reflejo, que se expresa en las primeras horas después del nacimiento, si se interrumpe, se tarda el inicio. Por eso es tan importante esperar el tiempo necesario en un ambiente tranquilo y amigable', sostiene Alejandra Gallegos
El doctor Rodrigo Riveros, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia, afirma que antiguamente las maternidades funcionaban de una forma muy similar, pero después se perdió la naturalidad porque aumentó el número de partos con fórceps, las cesáreas y fue necesario tomar medidas epidemiológicas para proteger a la madre y al hijo de infecciones, entonces se los trasladó a la seguridad que brinda un pabellón. 'Ahora, se pueden dominar los factores de riesgo manteniendo la seguridad, pero en un ambiente más natural'
'Como invitar a los médicos a mi casa'
'Lo bueno es que, como la pieza es grande, te permite caminar adentro y no hay que pasearse por el pasillo. Eso ayuda a que el trabajo de parto sea más rápido. Podía conversar con mis papás aquí adentro y estaba más relajada.
Al momento de salir me lo pusieron al pecho al tiro, todavía estaba sanguinolento y yo misma lo fui limpiando. No sé cuanto tiempo pasó, pero serán unos 10 a 15 minutos que estuvo en mi pecho para que adquiera temperatura, siempre bien cubierto. Después lo midieron, pesaron y evaluaron.
Luego me lo pusieron de nuevo, él solito empezó a buscar el pecho y se colgó al tiro. Estuvo como media hora... no sé, tú lo veías y era como si él se hubiese abrazado a mí, fue muy rico. Después lo vistieron y me lo pusieron al otro lado, se agarró al tiro... muy bonito. Llegó un momento en que se quedó dormido, se soltó solo y lo puse sobre mí. Tú lo ves así de tranquilo porque estuvo plácido esos primeros momentos... fue maravilloso,' describe Rocío.
Para Gastón Cartagena, marido de Rocío, este parto también fue muy especial: 'Fue muy profesional, muy en familia, nunca sentimos que estábamos en una institución hospitalaria.
Uno vive el parto a través de la mujer, uno es un espectador, el hecho de que ella se sintiera cómoda, segura, lo hace más cercano. No se altera el medio, sino que es una prolongación, fue como invitar a los médicos a mi casa al nacimiento de Fernando'.
Para que todo salga como a esta paciente, el equipo de Clínica Alemana se preparó especialmente.
Además, se requiere de una buena selección de las mamás, ya que quienes han tenido cesáreas o presentan embarazos patológicos o múltiples tienen necesidades que sólo pueden ser satisfechas en una sala quirúrgica. 'Ante cualquier emergencia, los pabellones están al lado. La seguridad no se compromete en ningún momento', concluye Alejandra Gallegos.