Y agrega que esto se debe a que el sistema nervioso es una compleja red donde cada unidad depende de las otras, entonces cuando una persona es sometida a un estrés emocional, este mecanismo empieza a interactuar con otros órganos, como el colon, que tiene una función motora muy fina e hiperreacciona ante estas situaciones contrayéndose.
De acuerdo con un artículo publicado en Medical Clinic of North America en noviembre de 2002, alrededor del 22% de la población presenta en algún momento de su vida síntomas de colon irritable, sin embargo sólo el 33% solicita ayuda médica.
A juicio del doctor Valderrama esta enfermedad es tres veces más frecuente en las mujeres, lo que se debe a las múltiples exigencias que ellas tienen en estos días. Incluso, cuenta que el perfil típico del paciente con colon irritable que recibe en su consulta es una mujer entre 20 y 60 años, independiente económicamente y con un mal manejo de la frustración.
Además, afirma que a esto hay que añadir un aspecto fisiológico, ya que por su situación hormonal, las mujeres tienen una mayor tendencia al estreñimiento y a desarrollar patologías tiroideas, lo que afecta la motilidad del intestino.
Se manifiesta generalmente entre los 20 y 40 años de edad, etapa en que las personas buscan cumplir con sus proyectos de vida, lo que puede producir un alto grado de ansiedad. Pero las complicaciones más graves se suelen ver después de los 50, ya que esta enfermedad es capaz de generar una serie de complicaciones a largo plazo, como divertículos y hemorroides junto con alteraciones en la nutrición y anemia.
No. Sus causas no tienen que ver con la herencia sino que con la forma de ser. Depende de la manera en que la persona fue criada, es decir, de los hábitos que le inculcaron y de cómo le enseñaron a manifestar sus emociones. Por eso cuando se hace un análisis familiar del paciente con colon irritable se puede ver que el problema suele manifestarse desde los abuelos hasta los nietos.
Aunque es una enfermedad crónica, con un buen tratamiento y controlando las causas que lo gatillan, es posible que la persona deje de tener crisis de colon irritable o que éstas se vuelvan mucho más esporádicas.
Debe tratarse con medicamentos, una adecuada dieta y, si es necesario, terapia psicológica. 'En este proceso es fundamental la relación médico paciente, porque muchas veces no se toma con la suficiente seriedad esta patología, lo que hace que el enfermo se siente incomprendido por su doctor' explica el gastroenterólogo.
Un mal rato, un examen que rendir en la universidad, un día laboral complicado, discusiones familiares o cualquier otra situación que produzca un alto grado de estrés podría desencadenar un fuerte dolor abdominal en una persona que sufre colon irritable, una patología cada vez más frecuente, sobre todo en las mujeres.
Se trata de un cuadro crónico que se manifiesta con cólicos y distensión del abdomen junto a constipación o diarrea, sin que se demuestre una alteración en la morfología o metabolismo intestinales, ni causas infecciosas que lo justifiquen.
El doctor Rodrigo Valderrama, gastroenterólogo de Clínica Alemana, afirma que el aumento de este fenómeno está directamente relacionado con el estilo de vida actual: 'Generalmente todos estos síntomas van unidos a un perfil psicológico especial que denota estrés. De hecho si se comienza a hablar con el paciente se puede descubrir una serie de eventos emocionales que se han ido acumulando en el tiempo', explica el especialista.
Y agrega que esto se debe a que el sistema nervioso es una compleja red donde cada unidad depende de las otras, entonces cuando una persona es sometida a un estrés emocional, este mecanismo empieza a interactuar con otros órganos, como el colon, que tiene una función motora muy fina e hiperreacciona ante estas situaciones contrayéndose.
De acuerdo con un artículo publicado en Medical Clinic of North America en noviembre de 2002, alrededor del 22% de la población presenta en algún momento de su vida síntomas de colon irritable, sin embargo sólo el 33% solicita ayuda médica.
A juicio del doctor Valderrama esta enfermedad es tres veces más frecuente en las mujeres, lo que se debe a las múltiples exigencias que ellas tienen en estos días. Incluso, cuenta que el perfil típico del paciente con colon irritable que recibe en su consulta es una mujer entre 20 y 60 años, independiente económicamente y con un mal manejo de la frustración.
Además, afirma que a esto hay que añadir un aspecto fisiológico, ya que por su situación hormonal, las mujeres tienen una mayor tendencia al estreñimiento y a desarrollar patologías tiroideas, lo que afecta la motilidad del intestino.
Se manifiesta generalmente entre los 20 y 40 años de edad, etapa en que las personas buscan cumplir con sus proyectos de vida, lo que puede producir un alto grado de ansiedad. Pero las complicaciones más graves se suelen ver después de los 50, ya que esta enfermedad es capaz de generar una serie de complicaciones a largo plazo, como divertículos y hemorroides junto con alteraciones en la nutrición y anemia.
No. Sus causas no tienen que ver con la herencia sino que con la forma de ser. Depende de la manera en que la persona fue criada, es decir, de los hábitos que le inculcaron y de cómo le enseñaron a manifestar sus emociones. Por eso cuando se hace un análisis familiar del paciente con colon irritable se puede ver que el problema suele manifestarse desde los abuelos hasta los nietos.
Aunque es una enfermedad crónica, con un buen tratamiento y controlando las causas que lo gatillan, es posible que la persona deje de tener crisis de colon irritable o que éstas se vuelvan mucho más esporádicas.
Debe tratarse con medicamentos, una adecuada dieta y, si es necesario, terapia psicológica. 'En este proceso es fundamental la relación médico paciente, porque muchas veces no se toma con la suficiente seriedad esta patología, lo que hace que el enfermo se siente incomprendido por su doctor' explica el gastroenterólogo.