"El mejor lugar donde una persona puede estar es en su propia casa pero hay veces que esto no puede ser. En esos casos los hogares de ancianos son una buena alternativa", señala Dr. Eric Blake, geriatra de nuestra clínica.
Comenzar a vivir en una casa de reposo es una elección importante que requiere consultar y mirar bien antes de optar por una de ellas.
En la mayoría de los casos, la decisión de ingresar la toman los familiares cercanos, ya sea por falta de espacio, problemas físicos o de convivencia. También, por razones económicas, logísticas o por la condición de salud del adulto mayor que lo hace dependiente de terceros.
Pero incluso la propia persona puede decidir trasladarse a uno de estos lugares, ya que "les cuesta resolver problemas domésticos como pagar cuentas y comprar sus cosas, por lo que escogen un espacio donde les den estos servicios" explica el especialista.
Aunque estos casos sean los menos, igual ocurren pues son generalmente personas autovalentes que pueden tomar sus propias decisiones, por lo que ellos evalúan el lugar e incluso con su pensión o ingresos, pagan su permanencia.
Una vez tomada la decisión, hay que buscar un centro de larga estancia que cumpla con los requerimientos y donde les brinden la mejor atención posible.
En este sentido, el Dr. Blake señala que el hogar de anciano ideal es aquél que haya sido construido con esos fines y que no sea una adaptación de una casa antigua.
Es decir, que sus dependencias sean apropiadas para atenderlos, con bastante espacio y buena iluminación en las áreas comunes, con lugares de esparcimiento y jardines. Que cuenten con botiquín, enfermería y con una administración adecuada, con concurrencia de profesionales de salud como médicos, enfermeras, nutricionistas y kinesiólogos. También pueden tener gimnasios, salas de terapia ocupacional y organizar paseos o actividades extraprogramáticas.
Efectivamente sitios así existen, pero son muy escasos.
Sin embargo, para empezar a buscar un lugar, lo básico que debe cumplir es:
Una vez aprobados estos requisitos, hay que fijarse en el equipo humano que ahí trabaja. "En ningún hogar se exigen profesionales de la salud las 24 horas" asegura Blake. De todas maneras, hay que tener claro cuántas horas al día están las enfermeras, al igual que cuándo van los doctores de visita al hogar. "Deben contar con la asesoría permanente de nutricionistas, sobre todo en enfermos con patologías que requieren dieta" agrega.
Respecto a la casa hay que cerciorarse de su higiene, especialmente en pisos, cortinas, paredes, sillones, alfombras y camas (en el caso de que la casa de reposo la facilite). Además de la cocina y baños.
Es importante saber qué calefacción usa, analizar la ventilación y si cuenta con elementos de emergencia como botiquín o extintor. También hay que mirar las áreas comunes y jardines, además de preguntar si los medicamentos están con llave o a libre disposición de las personas.
Algo que se debe averiguar es qué tipo de pacientes reside. Para el Dr. Blake adultos mayores con "enfermedades agudas infectocontagiosas o psiquiátricas con manifestaciones agresivas, pueden ser de riesgo, tanto para los residentes como para el personal".
Tomarse el tiempo para ubicar bien a los adultos mayores en hogares especializados, es una exigencia si se desea que vivan cómodos y acorde a lo que necesitan.