Según estudio estadounidense:
La conclusión del estudio publicado en JAMA es que la práctica clínica responde rápidamente a la evidencia reciente de los peligros asociados a la TRH, ya que desde julio de 2002 cuando se publicaron los primeros estudios que advertían de los riesgos cardiovasculares de esta terapia- muchos pacientes han descontinuado su uso o han bajado las dosis.
El estudio HERS (Heart and Estrogen-Progestin Replacement Study) mostró que la terapia combinada continua en mujeres con antecedente de enfermedad coronaria previamente existente, produce un aumento de riesgo cardiovascular el primer año
de iniciado el tratamiento y una posterior reducción progresiva de este riesgo que las dejó en el mismo punto inicial (evaluado a 4 años plazo). Con estas evidencias el supuesto de que la TRH era beneficiosa para prevenir accidentes
cardiacos fue eliminado.
Pero definitivamente el estudio que mayor impacto tuvo en esta materia fue el de Womens Health Initiative (WHI), donde el grupo de prueba designado para seguir un esquema combinado continuo, mostró un incremento
de un 29% en el riesgo de padecer un ataque cardiaco y un 41% de sufrir un infarto. 'La TRH no otorga protección cardiovascular primaria ni secundaria, es decir, ni en mujeres sanas ni aquéllas con antecedentes de algún evento
cardiovascular, respectivamente', afirma la Dra. Gadan.
Además, se probó que el peligro de desarrollar un cáncer mamario aumenta; por cada año en 10.000 mujeres se esperaba 30 casos y se diagnosticaron 38. Sin embargo, también se confirmó su rol preventivo para la fractura de cadera y cáncer de colon.
De acuerdo con la doctora Gadan, a pesar de que el WHI es considerado el más grande y completo estudio en su tipo, hay que tener en cuenta que el grupo histerectomizado, que sigue una terapia sólo con estrógenos, continúa en la investigación, porque no se ha demostrado un riesgo asociado. Además, en el estudio participaron mujeres de 50 a 79 años, de las cuales dos tercios tenían más de 60 años, edad que predispone a eventos cardiacos. Mientras que en Chile la mayoría de las pacientes tiene de 50 a 55 años y no utiliza terapia combinada continua. El factor racial también es importante, ya que sólo el 5% de las participantes era hispana.
'El estudio WHI, que puso en alerta a médicos y pacientes, fue hecho con terapia combinada continua oral con las dosis y los tipos de estrógeno y progestina más usados en Estados Unidos. Por lo tanto, no podemos extrapolar sus resultados a diferentes esquemas, dosis, hormonas y vías de administración', afirma la doctora.
En la actualidad la principal indicación de la TRH sigue siendo el control de los síntomas vasomotores (como bochornos), y genitourinarios (como sequedad vaginal), especialmente cuando éstos deterioran la calidad de vida. La prevención y tratamiento de la osteoporosis sería otra indicación pero en este caso hay alternativas que se consideran si una TRH prolongada es riesgosa. En cuanto a la prevención de la demencia tipo Alzheimer aún no está comprobada.
Según la especialista 'lo más importante es que se tenga en cuenta que sólo debe recomendarse la TRH en las indicaciones probadas, con la dosis mínima y por el tiempo necesario para cada paciente en particular, eligiendo el
esquema, la vía de administración y el estrógeno más adecuado'.
Los riesgos y beneficios de la terapia de reemplazo hormonal (TRH) combinada continua oral en mujeres posmenopáusicas es un tema ampliamente discutido, luego de la aparición de estudios que sostienen que su utilización aumenta los riesgos de cáncer de mamas y accidentes cardiacos. Aunque todavía no hay consenso médico sobre estos temas, la práctica clínica parece haber respondido rápidamente a estos hallazgos, dado que desde julio de 2002 se detectó una disminución del número de prescripciones de esta terapia en Estados Unidos, de acuerdo con un estudio publicado por The Journal of de American Medical Association (JAMA).
La investigación sostiene que desde 1995 a 1999 la prescripción de TRH aumentó de 58 millones en 1995 a 90 millones en 1999, lo que significa que cerca de 15 millones de mujeres al año se sometieron a este tratamiento, incremento que se explica principalmente por la adopción de la terapia combinada continua oral (estrógeno con progestina).
La situación descrita se mantuvo estable hasta junio de 2002; al mes siguiente comenzó a detectarse una disminución de las prescripciones. Comparando el periodo de enero-junio de 2002 con el de 2003 se observa una disminución de 66% para Prempro (terapia combinada que en Chile se conoce como Prempak) y un 33% para Premarin (terapia de estrógenos, conocida en Chile como Compremin).
Según la doctora Ana Gadan, ginecóloga especialista en Climaterio de Clínica Alemana, en nuestro país también se ha observado una tendencia similar: 'De acuerdo con la información entregada por diferentes laboratorios nacionales, en Chile desde julio 2002 han disminuido las prescripciones de terapia hormonal de reemplazo (TRH) o se han suspendido cuando los riesgos superan los beneficios. Esto ha sucedido como respuesta a las evidencias de varios estudios'.
La conclusión del estudio publicado en JAMA es que la práctica clínica responde rápidamente a la evidencia reciente de los peligros asociados a la TRH, ya que desde julio de 2002 cuando se publicaron los primeros estudios que advertían de los riesgos cardiovasculares de esta terapia- muchos pacientes han descontinuado su uso o han bajado las dosis.
El estudio HERS (Heart and Estrogen-Progestin Replacement Study) mostró que la terapia combinada continua en mujeres con antecedente de enfermedad coronaria previamente existente, produce un aumento de riesgo cardiovascular el primer año
de iniciado el tratamiento y una posterior reducción progresiva de este riesgo que las dejó en el mismo punto inicial (evaluado a 4 años plazo). Con estas evidencias el supuesto de que la TRH era beneficiosa para prevenir accidentes
cardiacos fue eliminado.
Pero definitivamente el estudio que mayor impacto tuvo en esta materia fue el de Womens Health Initiative (WHI), donde el grupo de prueba designado para seguir un esquema combinado continuo, mostró un incremento
de un 29% en el riesgo de padecer un ataque cardiaco y un 41% de sufrir un infarto. 'La TRH no otorga protección cardiovascular primaria ni secundaria, es decir, ni en mujeres sanas ni aquéllas con antecedentes de algún evento
cardiovascular, respectivamente', afirma la Dra. Gadan.
Además, se probó que el peligro de desarrollar un cáncer mamario aumenta; por cada año en 10.000 mujeres se esperaba 30 casos y se diagnosticaron 38. Sin embargo, también se confirmó su rol preventivo para la fractura de cadera y cáncer de colon.
De acuerdo con la doctora Gadan, a pesar de que el WHI es considerado el más grande y completo estudio en su tipo, hay que tener en cuenta que el grupo histerectomizado, que sigue una terapia sólo con estrógenos, continúa en la investigación, porque no se ha demostrado un riesgo asociado. Además, en el estudio participaron mujeres de 50 a 79 años, de las cuales dos tercios tenían más de 60 años, edad que predispone a eventos cardiacos. Mientras que en Chile la mayoría de las pacientes tiene de 50 a 55 años y no utiliza terapia combinada continua. El factor racial también es importante, ya que sólo el 5% de las participantes era hispana.
'El estudio WHI, que puso en alerta a médicos y pacientes, fue hecho con terapia combinada continua oral con las dosis y los tipos de estrógeno y progestina más usados en Estados Unidos. Por lo tanto, no podemos extrapolar sus resultados a diferentes esquemas, dosis, hormonas y vías de administración', afirma la doctora.
En la actualidad la principal indicación de la TRH sigue siendo el control de los síntomas vasomotores (como bochornos), y genitourinarios (como sequedad vaginal), especialmente cuando éstos deterioran la calidad de vida. La prevención y tratamiento de la osteoporosis sería otra indicación pero en este caso hay alternativas que se consideran si una TRH prolongada es riesgosa. En cuanto a la prevención de la demencia tipo Alzheimer aún no está comprobada.
Según la especialista 'lo más importante es que se tenga en cuenta que sólo debe recomendarse la TRH en las indicaciones probadas, con la dosis mínima y por el tiempo necesario para cada paciente en particular, eligiendo el
esquema, la vía de administración y el estrógeno más adecuado'.