Síndrome de Piernas Inquietas: Una enfermedad subdiagnosticada

24/02/2004
2 min lectura
Síndrome de Piernas Inquietas: Una enfermedad subdiagnosticada

Esta afección, que parece ser más común en hombres que en mujeres, comienza con una sensación desagradable y difícil de describir, que se localiza en las zonas profundas de las extremidades inferiores.

En ocasiones, los pacientes la describen como calambres o un hormigueo, y la única forma de calmarla es con el movimiento.

Se presenta cuando la persona está en reposo, ya sea sentada o acostada, y mientras más cómoda es la posición, mayor es la intensidad de la molestia. Por el contrario, si la posición es incómoda, los síntomas disminuyen o desaparecen.

Por eso suele comenzar al momento de acostarse o durante la noche, pero a medida que avanza las molestias se van haciendo más frecuentes durante el día. Incluso, en ocasiones, pueden extenderse hacia los brazos.

Además, se ha observado que aumenta con la edad, y que el estrés también puede influir negativamente.

La importancia de diagnosticarlo a tiempo

De acuerdo con el doctor De Marinis, 'se estima que la prevalencia fluctúa entre el 3 y 5% de la población. Sin embargo, en Chile existe la impresión de que es menos frecuente, lo que probablemente se debe a que no se está diagnosticando', explica el neurólogo.

Cuando esta patología no es detectada, puede originar significativos trastornos del sueño y psiquiátricos, junto a una progresiva disminución de la calidad de vida.

Inicialmente, las personas con Síndrome de Piernas Inquietas se quejan de insomnio y fatigabilidad, además de fallas en la concentración y memoria, desánimo y, finalmente, cuadros depresivos o ansiosos. Además, tienden a evitar las actividades que requieren de un reposo prolongado como los viajes o el cine.

Se ha observado que en ocasiones hay antecedentes familiares de la enfermedad, lo que revela un origen hereditario.

También se ha visto que es más frecuente en personas que padecen de enfermedades neurológicas, como el Mal del Parkinson; en los pacientes urémicos sometidos a diálisis, y en aquéllos que tienen déficit de fierro.

El doctor De Marinis explica que es importante distinguirlo de los movimientos periódicos del sueño, que consisten en flexiones repetitivas de los pies durante la noche y que, si bien suelen acompañar a esta patología, son diferentes.

'Por lo tanto, el diagnóstico se basa en la historia clínica y, si es necesario, se realizan estudios especiales para evaluar si está asociado a otras patologías', explica el especialista.

Tratamiento sintomático

Si bien las causas del Síndrome de Piernas Inquietas aún no están claras, ya se sabe que juega un papel fundamental la alteración de los receptores dopaminérgicos, los que se ubican en el cerebro y que tienen que ver con el control del movimiento. Por lo tanto, el tratamiento se basa en medicamentos relacionados con la dopamina, neurotransmisor encargado de estimular a estos receptores.

'Actualmente, es posible obtener resultados bastante buenos. Para ello se prescriben fármacos que trabajan principalmente aliviando los síntomas, ya que aún no existe nada que cure la enfermedad. Además, son fáciles de administrar, basta con una pastilla en la noche', concluye el especialista.

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Cada vez que están en reposo sienten la incontrolable necesidad de mover las piernas, por lo que evitan ir al cine, no les gustan las reuniones sociales y generalmente sufren de insomnio.

Ellos padecen del Síndrome de Piernas Inquietas, una enfermedad que puede generar significativos trastornos en la calidad de vida y que muchas veces no es detectada por los médicos.

El doctor Alejandro de Marinis, jefe del Centro del Sueño de Clínica Alemana, sostiene que 'en Chile esta patología está subdiagnosticada, ya que muchas veces se confunde con otras enfermedades, por ejemplo problemas de circulación. Es así como muchos pacientes van de médico en médico sin encontrar una respuesta definitiva a su problema'.

Esta afección, que parece ser más común en hombres que en mujeres, comienza con una sensación desagradable y difícil de describir, que se localiza en las zonas profundas de las extremidades inferiores.

En ocasiones, los pacientes la describen como calambres o un hormigueo, y la única forma de calmarla es con el movimiento.

Se presenta cuando la persona está en reposo, ya sea sentada o acostada, y mientras más cómoda es la posición, mayor es la intensidad de la molestia. Por el contrario, si la posición es incómoda, los síntomas disminuyen o desaparecen.

Por eso suele comenzar al momento de acostarse o durante la noche, pero a medida que avanza las molestias se van haciendo más frecuentes durante el día. Incluso, en ocasiones, pueden extenderse hacia los brazos.

Además, se ha observado que aumenta con la edad, y que el estrés también puede influir negativamente.

La importancia de diagnosticarlo a tiempo

De acuerdo con el doctor De Marinis, 'se estima que la prevalencia fluctúa entre el 3 y 5% de la población. Sin embargo, en Chile existe la impresión de que es menos frecuente, lo que probablemente se debe a que no se está diagnosticando', explica el neurólogo.

Cuando esta patología no es detectada, puede originar significativos trastornos del sueño y psiquiátricos, junto a una progresiva disminución de la calidad de vida.

Inicialmente, las personas con Síndrome de Piernas Inquietas se quejan de insomnio y fatigabilidad, además de fallas en la concentración y memoria, desánimo y, finalmente, cuadros depresivos o ansiosos. Además, tienden a evitar las actividades que requieren de un reposo prolongado como los viajes o el cine.

Se ha observado que en ocasiones hay antecedentes familiares de la enfermedad, lo que revela un origen hereditario.

También se ha visto que es más frecuente en personas que padecen de enfermedades neurológicas, como el Mal del Parkinson; en los pacientes urémicos sometidos a diálisis, y en aquéllos que tienen déficit de fierro.

El doctor De Marinis explica que es importante distinguirlo de los movimientos periódicos del sueño, que consisten en flexiones repetitivas de los pies durante la noche y que, si bien suelen acompañar a esta patología, son diferentes.

'Por lo tanto, el diagnóstico se basa en la historia clínica y, si es necesario, se realizan estudios especiales para evaluar si está asociado a otras patologías', explica el especialista.

Tratamiento sintomático

Si bien las causas del Síndrome de Piernas Inquietas aún no están claras, ya se sabe que juega un papel fundamental la alteración de los receptores dopaminérgicos, los que se ubican en el cerebro y que tienen que ver con el control del movimiento. Por lo tanto, el tratamiento se basa en medicamentos relacionados con la dopamina, neurotransmisor encargado de estimular a estos receptores.

'Actualmente, es posible obtener resultados bastante buenos. Para ello se prescriben fármacos que trabajan principalmente aliviando los síntomas, ya que aún no existe nada que cure la enfermedad. Además, son fáciles de administrar, basta con una pastilla en la noche', concluye el especialista.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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