Aunque existen divertículos en diferentes niveles del tubo digestivo, en la mayoría de los casos se originan en el colon y por lo general no presentan complicaciones. Sin embargo, hay ocasiones en que pueden producirse signos de mala evolución, como por ejemplo abscesos, fístulas, sangramientos, obstrucción del intestino o incluso peritonitis.
Según datos publicados por la Organización Mundial de Gastroenterología (OMGE), antes de la quinta década de vida esta patología es más común en hombres, pero después comienza a ser más preponderante en el sexo femenino.
También revela que afecta principalmente a personas mayores, con una prevalencia de 5% a los 40 años, de 35% a los 60 y de 65% a los 80. Sin embargo, en los últimos años existe la tendencia a aparecer con mayor frecuencia a una edad más temprana, debido básicamente a un aumento del estrés y al boom de la comida rápida.
Según el doctor Roque Sáenz, jefe del Servicio de Gastroenterología de Clínica Alemana, se ha visto que las personas afectadas, además de tener una dieta escasa en fibras, ingieren un elevado contenido de carnes rojas y grasas. Esto puede verse ratificado por el hecho de que la patología es más frecuente en individuos obesos y menos común en los vegetarianos.
Si a esto se suma un estilo de vida agitado, los riesgos son mayores, ya que el estrés produce un aumento del espasmo de las capas musculares del colon, lo que puede traducirse en el desarrollo de divertículos.
'Todo esto confirma que la principal forma de prevenir la enfermedad diverticular es consumiendo más fibras, especialmente verduras y frutas, y bajando los niveles de estrés', sostiene el especialista.