Displasia de cadera: La clave es tratarla precozmente

03/02/2005
3 min lectura
Displasia de cadera: La clave es tratarla precozmente

Hay algunos elementos que pueden ser orientadores al momento de hacer el diagnóstico, como la existencia de antecedentes familiares de displasia o la posición en que estaba el bebé durante el embarazo, ya que si se encontraba sentado hay mayores probabilidades de que haya desarrollado esta alteración.

El pediatra también puede detectar algunos signos en el examen físico. 'Sin embargo, éste no es completamente sensible, ya que hay niños que pueden ser clínicamente normales y presentar una displasia o viceversa', explica el especialista.

Por eso, el diagnóstico se realiza principalmente a través de exámenes por imágenes. Durante el primer mes es preferible hacer una ecografía; luego de los tres meses se utiliza la radiografía de pelvis, la cual ha permitido disminuir considerablemente las secuelas de esta enfermedad.

'Hace 20 años se operaban alrededor de tres luxaciones de cadera a la semana en los servicios pediátricos, mientras que hoy se efectúan alrededor de dos de estas cirugías al año'.

 

Tratamientos ortopédico y quirúrgico

Si el diagnóstico se realiza durante los primeros meses de vida y se detecta sólo una displasia de cadera leve sin luxación, se pueden tomar algunas medidas básicas para evitar que la patología siga avanzando, como por ejemplo, la utilización de doble pañal.

Pero si la displasia es mayor y se acompaña de subluxación o luxación, se debe realizar un tratamiento ortopédico y/o quirúrgico, que involucra desde la utilización de aparatos especiales como cojines o las correas de Pavlik, hasta la reducción de la articulación mediante cirugía.

En cuanto al manejo ortopédico, el doctor Raimann opina que 'las correas son un mejor método, porque permiten que el niño pueda mover libremente sus extremidades'.

 

La importancia de un control periódico

 

Si bien el manejo oportuno de la displasia de cadera logra disminuir significativamente su desarrollo y consecuencias, es fundamental que los niños que han sido tratados sigan teniendo controles periódicos para evaluar la evolución.

Según el doctor Joaquín Lara, jefe del Equipo de Cadera de Clínica Alemana y presidente del Comité de Cadera de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología, 'los pacientes que han tenido esta patología quedan con algún grado de secuela aunque hayan sido tratados en la infancia, ya que la cadera nunca va a ser perfecta. Incluso, hay niños que son atletas y no presentan molestias, pero en la etapa adulta comienzan a sentir dolor'.

Explica que hay una relación directa entre la displasia de cadera y la artrosis. 'El 90% de los pacientes que son atendidos en nuestra Unidad de Cadera por artrosis y que deben ser sometidos a un reemplazo articular (prótesis total de cadera) presenta algún grado de displasia', sostiene.


Por eso, la recomendación es que los niños que han tenido esta patología se realicen exámenes radiológicos una vez alcanzada su maduración esquelética, entre los 13 y 15 años, para ver cómo ha evolucionado la enfermedad.

Si se detecta alguna anomalía que puede producir a futuro desgaste en la articulación, se deben tomar medidas acordes con el grado de alteración de la cadera. Éstas incluyen desde recomendaciones generales, como control de peso y actividades deportivas y kinésicas, hasta intervenciones quirúrgicas que mejoren las condiciones anatómicas y mecánicas de la cadera, con lo cual se prolonga su vida útil.

Actualmente, Clínica Alemana lidera en Chile la realización de técnicas de avanzada en el tratamiento de las secuelas de displasia de caderas, como la cirugía con osteotomía de Ganz. Además, desde hace algunos años ha incorporado el concepto de cirugía mínimamente invasiva, el que permite una recuperación más rápida con cicatrices mucho menores.

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Cuando no es tratada a tiempo, la displasia de cadera puede provocar dolor, cojera y limitación de la movilidad. Es por eso que hoy en Chile los pediatras solicitan exámenes a los tres meses de vida, lo que ha permitido tratar la patología en forma temprana y evitar sus consecuencias.

 

Esta enfermedad se define como un retardo en el desarrollo de los elementos que forman la articulación de la cadera, que son el acetábulo de la pelvis y la cabeza del fémur. En algunos casos esto puede provocar una pérdida de la relación entre ambas estructuras. Cuando la alteración es parcial se habla de subluxación de cadera y cuando es total, de luxación.

El doctor Roberto Raimann, traumatólogo infantil de Clínica Alemana, explica que esta patología es seis veces más común en mujeres que en hombres y que generalmente es congénita, es decir, que el niño suele nacer con el problema. Sin embargo, también hay casos en que lo desarrolla con el tiempo y es por esta razón que actualmente se habla de displasia del desarrollo de la cadera.

'En Chile existe una incidencia bastante alta, de alrededor de 1 por cada 500 recién nacidos vivos. Por eso es fundamental fomentar la detección temprana, idealmente durante el primer mes de vida', sostiene.

Hay algunos elementos que pueden ser orientadores al momento de hacer el diagnóstico, como la existencia de antecedentes familiares de displasia o la posición en que estaba el bebé durante el embarazo, ya que si se encontraba sentado hay mayores probabilidades de que haya desarrollado esta alteración.

El pediatra también puede detectar algunos signos en el examen físico. 'Sin embargo, éste no es completamente sensible, ya que hay niños que pueden ser clínicamente normales y presentar una displasia o viceversa', explica el especialista.

Por eso, el diagnóstico se realiza principalmente a través de exámenes por imágenes. Durante el primer mes es preferible hacer una ecografía; luego de los tres meses se utiliza la radiografía de pelvis, la cual ha permitido disminuir considerablemente las secuelas de esta enfermedad.

'Hace 20 años se operaban alrededor de tres luxaciones de cadera a la semana en los servicios pediátricos, mientras que hoy se efectúan alrededor de dos de estas cirugías al año'.

 

Tratamientos ortopédico y quirúrgico

Si el diagnóstico se realiza durante los primeros meses de vida y se detecta sólo una displasia de cadera leve sin luxación, se pueden tomar algunas medidas básicas para evitar que la patología siga avanzando, como por ejemplo, la utilización de doble pañal.

Pero si la displasia es mayor y se acompaña de subluxación o luxación, se debe realizar un tratamiento ortopédico y/o quirúrgico, que involucra desde la utilización de aparatos especiales como cojines o las correas de Pavlik, hasta la reducción de la articulación mediante cirugía.

En cuanto al manejo ortopédico, el doctor Raimann opina que 'las correas son un mejor método, porque permiten que el niño pueda mover libremente sus extremidades'.

 

La importancia de un control periódico

 

Si bien el manejo oportuno de la displasia de cadera logra disminuir significativamente su desarrollo y consecuencias, es fundamental que los niños que han sido tratados sigan teniendo controles periódicos para evaluar la evolución.

Según el doctor Joaquín Lara, jefe del Equipo de Cadera de Clínica Alemana y presidente del Comité de Cadera de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología, 'los pacientes que han tenido esta patología quedan con algún grado de secuela aunque hayan sido tratados en la infancia, ya que la cadera nunca va a ser perfecta. Incluso, hay niños que son atletas y no presentan molestias, pero en la etapa adulta comienzan a sentir dolor'.

Explica que hay una relación directa entre la displasia de cadera y la artrosis. 'El 90% de los pacientes que son atendidos en nuestra Unidad de Cadera por artrosis y que deben ser sometidos a un reemplazo articular (prótesis total de cadera) presenta algún grado de displasia', sostiene.


Por eso, la recomendación es que los niños que han tenido esta patología se realicen exámenes radiológicos una vez alcanzada su maduración esquelética, entre los 13 y 15 años, para ver cómo ha evolucionado la enfermedad.

Si se detecta alguna anomalía que puede producir a futuro desgaste en la articulación, se deben tomar medidas acordes con el grado de alteración de la cadera. Éstas incluyen desde recomendaciones generales, como control de peso y actividades deportivas y kinésicas, hasta intervenciones quirúrgicas que mejoren las condiciones anatómicas y mecánicas de la cadera, con lo cual se prolonga su vida útil.

Actualmente, Clínica Alemana lidera en Chile la realización de técnicas de avanzada en el tratamiento de las secuelas de displasia de caderas, como la cirugía con osteotomía de Ganz. Además, desde hace algunos años ha incorporado el concepto de cirugía mínimamente invasiva, el que permite una recuperación más rápida con cicatrices mucho menores.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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