En el 20% de los casos una vez completada la involución, es posible encontrar marcas residuales, pero los pequeños y finos vasos sanguíneos visibles pueden ser eliminados con láser. En casos de evidente estiramiento de la piel, una limitada cirugía plástica resolverá el problema.
Si bien los hemangiomas son benignos en su naturaleza, si están ubicados muy cerca del ojo, nariz, orejas o boca pueden con el crecimiento dificultar la visión, respiración, audición y alimentación por lo que el control médico frecuente se hace de máxima importancia. Si alguno de estos problemas se presentara, el médico estaría evaluando la posibilidad de un tratamiento con corticoides orales para frenar el crecimiento del hemangioma.
La presencia de cinco o más hemangiomas en la piel es infrecuente, pero constituye una situación especial que requiere evaluaciones complementarias. En estos casos existe la posibilidad de coexistencia de hemangiomas en órganos internos como hígado o pulmón que requerirán atención y posible tratamiento con corticoides.
'También hay que tener cuidado con aquellos que se ubiquen en la línea media del cuello, ya que es posible que en algunos casos exista uno en la laringe, que puede provocar dificultad respiratoria al crecer', afirma la dermatóloga.
Por último, se debe estar atento al hemangioma que se presenta en la espalda, sobre la columna. De ser así, es posible relacionarlo con una malformación de la columna o un defecto en la medula espinal. Estudios radiográficos determinarán la necesidad de tratamiento caso a caso.
Se llama hemangioma a la lesión compuesta por vasos sanguíneos pequeños que característicamente presentan un periodo de activo crecimiento, uno de inactividad y una espontánea involución.
El aspecto del hemangioma puede variar dependiendo de su ubicación en el espesor de la piel. Si se desarrolla en la parte más superficial, se presenta como un discreto solevantamiento de intenso color rojo, suave, blando e indoloro, de diámetro variable pero mayoritariamente pequeño.
Cuando se ubica en la parte más profunda de la piel se presenta como un solevantamiento que trasluce un color levemente azulado, de consistencia blanda, esponjosa e indolora a la palpación. En aquellos casos que el hemangioma se desarrolla en todo el grosor de la piel, la lesión se verá como un solevantamiento algo azulado con un área central de color rojo intenso, de consistencia blanda e indolora.
El hemangioma ya está presente en la piel del 1 a 2% de los recién nacidos, pero puede sólo hacerse evidente en las primeras semanas de vida de modo que a la edad de un año, uno de cada 10 niños presenta uno o más hemangiomas.
El periodo de crecimiento dura de seis a diez meses. La velocidad de proliferación y el tamaño que puede alcanzar es muy variable de una lesión a otra. Luego le sigue el periodo de inactividad, sin cambios visibles, que puede extenderse desde pocas semanas a varios meses. Si bien el último periodo llamado de involución, puede iniciarse a los pocos meses del nacimiento, en general se presenta pasado el primer año de vida y es de larga duración en todos los casos. Esta etapa se reconoce por la progresiva desaparición del color rojo y de su volumen; el 50% de los hemangiomas se habrá resuelto a los 4 o 5 años de edad y el otro 50% completará su desaparición entre los 5 y 10 años, como explica la doctora Julita Cofré, dermatóloga pediátrica de Clínica Alemana.
El origen de los hemangiomas aún no está dilucidado. No son hereditarios ni están relacionados con infecciones, ingesta de medicamentos, drogas, traumatismos o eventos emocionales que pudieren presentarse durante el embarazo.
Como en general el hemangioma se considera una lesión muy benigna, la doctora Cofré explica que su pronóstico es sumamente positivo ya que en el 90 a 95% de los casos no hay que hacer 'prácticamente nada', sólo mantener un control médico periódico para confirmar su normal evolución espontánea y autolimitación. Sólo en casos muy excepcionales se hace necesario realizar tratamiento medicamentoso.
El hemangioma no duele, no pica ni es motivo de ninguna molestia para el niño, señala la doctora Cofré. 'La piel donde está la lesión debe cuidarse como el resto de ella: lavar, lubricar y protegerla del sol. Una mayor atención en el cuidado de la piel afectada debe tenerse cuando el hemangioma está en el área del pañal. La humedad y la fricción favorecen la erosión superficial del hemangioma lo que es doloroso para el niño y puede sobreinfectarse como toda herida. Mantener esa piel siempre seca y protegida con pastas secantes es altamente recomendado', informa la especialista.
En el 20% de los casos una vez completada la involución, es posible encontrar marcas residuales, pero los pequeños y finos vasos sanguíneos visibles pueden ser eliminados con láser. En casos de evidente estiramiento de la piel, una limitada cirugía plástica resolverá el problema.
Si bien los hemangiomas son benignos en su naturaleza, si están ubicados muy cerca del ojo, nariz, orejas o boca pueden con el crecimiento dificultar la visión, respiración, audición y alimentación por lo que el control médico frecuente se hace de máxima importancia. Si alguno de estos problemas se presentara, el médico estaría evaluando la posibilidad de un tratamiento con corticoides orales para frenar el crecimiento del hemangioma.
La presencia de cinco o más hemangiomas en la piel es infrecuente, pero constituye una situación especial que requiere evaluaciones complementarias. En estos casos existe la posibilidad de coexistencia de hemangiomas en órganos internos como hígado o pulmón que requerirán atención y posible tratamiento con corticoides.
'También hay que tener cuidado con aquellos que se ubiquen en la línea media del cuello, ya que es posible que en algunos casos exista uno en la laringe, que puede provocar dificultad respiratoria al crecer', afirma la dermatóloga.
Por último, se debe estar atento al hemangioma que se presenta en la espalda, sobre la columna. De ser así, es posible relacionarlo con una malformación de la columna o un defecto en la medula espinal. Estudios radiográficos determinarán la necesidad de tratamiento caso a caso.