Recomiendan empleo cuidadoso de antidepresivos en el embarazo

24/02/2005
3 min lectura
Recomiendan empleo cuidadoso de antidepresivos en el embarazo

No es un tema fácil de conciliar. Las estadísticas indican que el embarazo suele ser desencadenante de diferentes patologías psicológicas o psiquiátricas. Y hay que darle respuesta al problema. 'El puerperio es la etapa en que la mujer tiene el mayor riesgo de presentar trastornos psiquiátricos, siendo la depresión la patología más frecuente. En este periodo entre un 10 a 15 % de las puérperas presentan trastornos depresivos', precisa el médico.

¿Y qué tipos de trastornos son los más habituales durante el embarazo?

El especialista cuenta que 'no es frecuente la depresión mayor, pero sí uno ve a menudo en la consulta diaria estados de angustia, temor, ansiedad, reacciones depresivas o depresiones menores como consecuencia de un embarazo 'no oportuno' o francamente no deseado, o problemas psicológicos personales o conyugales'.

Posibles daños al bebé

En este escenario, el doctor Von Mühlenbrock es categórico en sostener que 'en este momento no existe ningún antidepresivo aprobado por la FDA (agencia estadounidense sobre drogas y alimentación) para uso en el embarazo y lactancia. Todos están en categorías C, es decir, se ha demostrado efectos perjudiciales en animales y podrían ser de riesgo en humanos, o en categoría D, es decir, hay posible evidencia de riesgo en humanos y sólo se pueden usar si el beneficio materno supera el riesgo fetal'.

'Por eso el uso clínico de antidepresivos es restringido y debe usarse en las dosis efectivas más bajas posibles. En el niño, eventualmente, también se podrían producir algunos síntomas como irritabilidad, temblores finos y alteraciones del sueño', acota.

Estos posibles efectos debieran ceder a medida que el bebé crece. 'En general las alteraciones fetales son transitorias y no dejan secuelas, pero se desconoce su efecto a largo plazo, porque estas drogas aún son muy nuevas y no hay seguimientos a 20 o 30 años de esos niños', explica el médico.

En esta misma senda, recuerda que 'existió un pequeño estudio que relacionaba a los antidepresivos con malformaciones de extremidades, pero eso ahora no se ha demostrado y las malformaciones en grandes estudios han sido similares a las de la población general, es decir, no existe una clara relación entre antidepresivos y malformaciones congénitas, aunque faltan más investigaciones para confirmar que son inocuos'.

Lo que sí está más claro, cuenta el perinatólogo, es que existen antidepresivos que son más inocuos que otros y su uso va en aumento en la actualidad, sobre todo las nuevas generaciones de los llamados 'inhibidores de la recaptación de serotonina', esta última, un neurotransmisor presente en el sistema nervioso central.

Alternativas terapéuticas

Estas opciones procuran dar una respuesta a la mujer que sufre trastornos de salud mental . 'Si la severidad de la depresión requiere terapia farmacológica, se debe usar el fármaco más inocuo porque el riesgo para el bebe de una madre severamente deprimida es menor por el fármaco que la falta de cuidado, despreocupación o abandono materno', dice el doctor Von Mühlenbrock.

'En algunos casos graves, en que se requiere más de un medicamento o dosis elevadas, se recomienda la supresión de lactancia porque además, lo más probable, es que esa madre no esté apta para el cuidado de su hijo y hay que recurrir al apoyo de familiares para la atención del recién nacido', añade.

Precisamente en ese periodo, hay que tener en cuenta que todas las drogas que ingiera la mujer se excretan por la leche materna y pueden pasar al bebé, pero de todos modos 'hay casos en que el beneficio del tratamiento para la madre supera los riesgos para el niño, como por ejemplo una depresión postparto grave', cuenta el especialista de Clínica Alemana.

A modo de resumen y conclusión, el médico expresa que 'lo recomendable es que el obstetra pueda establecer una relación de apoyo y contención con la paciente, que le permita controlar los síntomas depresivos, y si fuera necesario derivarla a psicoterapia de apoyo dejando los fármacos antidepresivos como última instancia'.

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La llegada de una nueva vida en la familia suele ser un motivo de enorme felicidad. Sin embargo, muchas mujeres -por diferentes razones- desarrollan estados depresivos por esta causa, por ejemplo, por un embarazo inoportuno, o simplemente padecían de antes este trastorno mental.

En este contexto, la futura mamá debe saber que el uso de antidepresivos puede afectar tanto la parte física como conductual del futuro bebé.

'En el primer trimestre de embarazo, que es el período de mayor riesgo de malformaciones congénitas, afortunadamente las depresiones son poco frecuentes. Menos del 1% requiere terapia farmacológica. Lo que se aconseja generalmente es que la mujer que está tomando un fármaco antidepresivo, y según la severidad de su caso, lo suspenda en forma inmediata y reinicie su tratamiento después de la 12 semanas de gestación', explica el doctor Ricardo Von Mühlenbrock, jefe de la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Alemana.

No es un tema fácil de conciliar. Las estadísticas indican que el embarazo suele ser desencadenante de diferentes patologías psicológicas o psiquiátricas. Y hay que darle respuesta al problema. 'El puerperio es la etapa en que la mujer tiene el mayor riesgo de presentar trastornos psiquiátricos, siendo la depresión la patología más frecuente. En este periodo entre un 10 a 15 % de las puérperas presentan trastornos depresivos', precisa el médico.

¿Y qué tipos de trastornos son los más habituales durante el embarazo?

El especialista cuenta que 'no es frecuente la depresión mayor, pero sí uno ve a menudo en la consulta diaria estados de angustia, temor, ansiedad, reacciones depresivas o depresiones menores como consecuencia de un embarazo 'no oportuno' o francamente no deseado, o problemas psicológicos personales o conyugales'.

Posibles daños al bebé

En este escenario, el doctor Von Mühlenbrock es categórico en sostener que 'en este momento no existe ningún antidepresivo aprobado por la FDA (agencia estadounidense sobre drogas y alimentación) para uso en el embarazo y lactancia. Todos están en categorías C, es decir, se ha demostrado efectos perjudiciales en animales y podrían ser de riesgo en humanos, o en categoría D, es decir, hay posible evidencia de riesgo en humanos y sólo se pueden usar si el beneficio materno supera el riesgo fetal'.

'Por eso el uso clínico de antidepresivos es restringido y debe usarse en las dosis efectivas más bajas posibles. En el niño, eventualmente, también se podrían producir algunos síntomas como irritabilidad, temblores finos y alteraciones del sueño', acota.

Estos posibles efectos debieran ceder a medida que el bebé crece. 'En general las alteraciones fetales son transitorias y no dejan secuelas, pero se desconoce su efecto a largo plazo, porque estas drogas aún son muy nuevas y no hay seguimientos a 20 o 30 años de esos niños', explica el médico.

En esta misma senda, recuerda que 'existió un pequeño estudio que relacionaba a los antidepresivos con malformaciones de extremidades, pero eso ahora no se ha demostrado y las malformaciones en grandes estudios han sido similares a las de la población general, es decir, no existe una clara relación entre antidepresivos y malformaciones congénitas, aunque faltan más investigaciones para confirmar que son inocuos'.

Lo que sí está más claro, cuenta el perinatólogo, es que existen antidepresivos que son más inocuos que otros y su uso va en aumento en la actualidad, sobre todo las nuevas generaciones de los llamados 'inhibidores de la recaptación de serotonina', esta última, un neurotransmisor presente en el sistema nervioso central.

Alternativas terapéuticas

Estas opciones procuran dar una respuesta a la mujer que sufre trastornos de salud mental . 'Si la severidad de la depresión requiere terapia farmacológica, se debe usar el fármaco más inocuo porque el riesgo para el bebe de una madre severamente deprimida es menor por el fármaco que la falta de cuidado, despreocupación o abandono materno', dice el doctor Von Mühlenbrock.

'En algunos casos graves, en que se requiere más de un medicamento o dosis elevadas, se recomienda la supresión de lactancia porque además, lo más probable, es que esa madre no esté apta para el cuidado de su hijo y hay que recurrir al apoyo de familiares para la atención del recién nacido', añade.

Precisamente en ese periodo, hay que tener en cuenta que todas las drogas que ingiera la mujer se excretan por la leche materna y pueden pasar al bebé, pero de todos modos 'hay casos en que el beneficio del tratamiento para la madre supera los riesgos para el niño, como por ejemplo una depresión postparto grave', cuenta el especialista de Clínica Alemana.

A modo de resumen y conclusión, el médico expresa que 'lo recomendable es que el obstetra pueda establecer una relación de apoyo y contención con la paciente, que le permita controlar los síntomas depresivos, y si fuera necesario derivarla a psicoterapia de apoyo dejando los fármacos antidepresivos como última instancia'.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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