Los pacientes con sinusitis generalmente consultan por síntomas como dolor facial, obstrucción nasal, secreción purulenta anterior o retronasal, pérdida del olfato (parcial o total), halitosis, dolor dental, tos nocturna
(especialmente en los niños) y/o dolor de oídos.
El doctor Volpi, explica que lo primero es hacer un adecuado diagnóstico clínico, basado en una buena anamnesis y análisis de la evolución
del caso, seguido de un examen físico dirigido, ya sea por una rinoscopía anterior o a través de una fibra óptica, para detectar una posible inflamación o la presencia de secreciones anormales o pus dentro
de la nariz.
'Por último, en los casos más severos, persistentes o recurrentes, se realiza
un scanner de cavidades perinasales, que es lo mejor para estos casos, ya que permite obtener toda la información necesaria, tanto inflamatoria como anatómica', aclara el experto.
Es fundamental tener en cuenta que el tratamiento
para esta enfermedad depende de la causa. Si es bacteriana se recurre a antibióticos. Además, se recomienda usar spray descongestionantes (por tiempo corto), soluciones salinas, humedecer el aire y, en algunos casos, usar corticoides
tópicos u orales.
Sólo el 5% de los casos puede terminar en cirugía. Esto ocurre siempre que el factor anatómico sea el que produce la sinusitis, o bien cuando la enfermedad se complica transformándose en una celulitis orbitraria o meningitis, situación en la que la cirugía es de urgencia.
Para la prevención de esta patología el doctor Volpi recomienda un manejo adecuado de los resfríos, es decir, evitar contagios, ingerir abundantes líquidos, no abusar de los descongestionantes orales ya que espesan las secreciones, tratar las crisis alérgicas debidamente y corregir los factores anatómicos alterados.
En esta época del año, en que los resfríos se hacen más comunes, se debe poner atención a malestares como dolor facial, nariz tapada, pérdida del olfato y halitosis, porque podría tratarse de una sinusitis,
que de no ser atendida correctamente, puede desencadenar una infección de mayor gravedad.
Ésta consiste en la inflamación de los senos paranasales, cavidades llenas de aire situadas alrededor de la frente, las mejillas
y los ojos, que están revestidas de una membrana mucosa.
El estado normal de los senos paranasales es estéril, es decir, no contienen bacterias ni otros microorganismos. Las secreciones y el aire dentro de ellos drenan hacia las fosas nasales, a través de delgados conductos. Al inflamarse, la mucosidad se acumula y los conductos se bloquean. En la gran mayoría de los casos esto tiene un origen viral, y si no es debidamente tratado, puede provocar una sobreinfección, transformándose en una sinusitis bacteriana.
El doctor Claudio Volpi, jefe del Servicio de Otorrinolaringología de Clínica Alemana, sostiene que existen cuatro tipos de sinusitis: la aguda, que dura entre una y cuatro semanas; la subaguda, que se puede prolongar hasta por ocho semanas; la crónica, que supera las ocho semanas, y la recurrente, que como su nombre lo dice puede volver cada cierto tiempo (al menos cuatro episodios en un año). La clasificación depende de la duración y de los síntomas de cada una y no de su gravedad.
'Las principales causas de la sinusitis son los resfríos prolongados, en los que hay acumulación de secreciones que finalmente se sobreinfectan. También influyen factores anatómicos como el tabique nasal desviado, lo que impide que las secreciones nasales drenen correctamente; y problemas inmunológicos y/o genéticos, como por ejemplo la fibrosis quística, que produce una mucosidad más viscosa que permanece dentro de los senos', explica el especialista.
Los pacientes con sinusitis generalmente consultan por síntomas como dolor facial, obstrucción nasal, secreción purulenta anterior o retronasal, pérdida del olfato (parcial o total), halitosis, dolor dental, tos nocturna
(especialmente en los niños) y/o dolor de oídos.
El doctor Volpi, explica que lo primero es hacer un adecuado diagnóstico clínico, basado en una buena anamnesis y análisis de la evolución
del caso, seguido de un examen físico dirigido, ya sea por una rinoscopía anterior o a través de una fibra óptica, para detectar una posible inflamación o la presencia de secreciones anormales o pus dentro
de la nariz.
'Por último, en los casos más severos, persistentes o recurrentes, se realiza
un scanner de cavidades perinasales, que es lo mejor para estos casos, ya que permite obtener toda la información necesaria, tanto inflamatoria como anatómica', aclara el experto.
Es fundamental tener en cuenta que el tratamiento
para esta enfermedad depende de la causa. Si es bacteriana se recurre a antibióticos. Además, se recomienda usar spray descongestionantes (por tiempo corto), soluciones salinas, humedecer el aire y, en algunos casos, usar corticoides
tópicos u orales.
Sólo el 5% de los casos puede terminar en cirugía. Esto ocurre siempre que el factor anatómico sea el que produce la sinusitis, o bien cuando la enfermedad se complica transformándose en una celulitis orbitraria o meningitis, situación en la que la cirugía es de urgencia.
Para la prevención de esta patología el doctor Volpi recomienda un manejo adecuado de los resfríos, es decir, evitar contagios, ingerir abundantes líquidos, no abusar de los descongestionantes orales ya que espesan las secreciones, tratar las crisis alérgicas debidamente y corregir los factores anatómicos alterados.