Los extremos nunca son buenos, y ésta no es la excepción. Al comer devorándolo todo sólo se consigue aumentar de peso. Por otro lado, al reducir la ingesta de alimentos en forma drástica se baja desmesuradamente poniendo en riesgo la salud.
'La mayoría de los niños que consulta son derivados por otros médicos o vienen por iniciativa de los papás, quienes buscan a un especialista que les recomiende cómo equilibrar la alimentación de sus hijos', sostiene la doctora Guardia.
Sin embargo, existe un porcentaje de menores que pide a sus padres que los lleven a un especialista, porque encuentran que están excedidos en el peso. Esta es la manera más saludable, ya que así pueden recibir la orientación necesaria para cuidar su peso, sin necesidad de obsesionarse con hacer dietas estrictas ni tampoco comer escondidos.
La doctora Guardia sostiene que para que el niño baje de peso, primero hay que hacerle ver que debe dejar las golosinas, jugos y bebidas azucaradas, y por supuesto la 'comida chatarra'. Y que hay alimentos que nunca debe dejar de consumir porque aportan energía y los nutrientes esenciales para crecer y desarrollarse en forma óptima.
Lo que nunca puede faltar en una dieta equilibrada son frutas, verduras, leche, legumbres y carnes, como pollo, pavo y pescado. Las carnes rojas no son indispensables porque se pueden reemplazar por pescado.
'Asimismo, los padres deben asegurarse de que el preadolescente coma cuatro veces al día. En esta etapa de desarrollo las dietas extremas están prohibidas porque pueden detener el crecimiento', explica la especialista.
También destaca que hay que tener en cuenta que para alcanzar un estado físico saludable, además de mantener una alimentación equilibrada, es muy importante practicar algún deporte.
Grupo1:
Estos alimentos contienen proteínas y sales minerales, como calcio y fósforo. Pertenecen a este grupo la leche en todas sus formas, fresca o en polvo; queso en todas las variedades, yogurt, helados y postres
de leche.
Grupo 2:
Estos alimentos contienen proteínas de un gran valor nutritivo, sales minerales y vitaminas del grupo B. Corresponden a este grupo las carnes rojas (vacuno, cerdo, cordero), carnes blancas (pollo, pescado, pavo)
y vísceras (riñones, interiores, hígado, corazón, lengua).
Grupo 3:
Aquí están las frutas y las verduras que aportan vitaminas A, B y C.
Grupo 4:
Este grupo proporciona hidratos de carbono y vitaminas. Aquí se encuentran los cereales (mote, trigo, arroz) y las harinas (fideos, tallarines, sémola, galletas, pan).
Grupo 5:
Estos alimentos son ricos en hidratos de carbono y grasas. Pertenecen a este grupo los azúcares (mermeladas, miel, dulces) y las grasas (margarinas, mantequilla, aceite, crema).
Fuente: Pirámide Alimenticia Chilena
Ministerio de Salud
Se estima que en el mundo cada vez son más los casos de preadolescentes en especial mujeres- que realizan dietas sin control médico, pudiendo deteriorar seriamente su desarrollo.
Que estos menores, cuyas edades fluctúan entre los nueve y trece años, hagan dieta no es un juego. Por lo tanto, si desean adelgazar, ya sea por salud o para sentirse mejor estéticamente, siempre deben estar supervisados por un especialista, dado que la alimentación en esta etapa puede tener importantes repercusiones en el crecimiento.
La doctora Sylvia Guardia, pediatra de Clínica Alemana, explica que si bien en Chile no es común que los preadolescentes realicen dieta, cuando la hacen son muy extremistas por lo que los padres deben estar atentos para evitar cualquier exceso.
'Generalmente, cuando se proponen adelgazar se someten a un régimen demasiado estricto, apenas comen durante el día, entonces llegan a un punto en que no resisten el hambre y devoran todo. También están los casos de jóvenes que reducen su alimentación considerablemente, lo que puede transformarse en una anorexia nerviosa', sostiene la especialista.
Los extremos nunca son buenos, y ésta no es la excepción. Al comer devorándolo todo sólo se consigue aumentar de peso. Por otro lado, al reducir la ingesta de alimentos en forma drástica se baja desmesuradamente poniendo en riesgo la salud.
'La mayoría de los niños que consulta son derivados por otros médicos o vienen por iniciativa de los papás, quienes buscan a un especialista que les recomiende cómo equilibrar la alimentación de sus hijos', sostiene la doctora Guardia.
Sin embargo, existe un porcentaje de menores que pide a sus padres que los lleven a un especialista, porque encuentran que están excedidos en el peso. Esta es la manera más saludable, ya que así pueden recibir la orientación necesaria para cuidar su peso, sin necesidad de obsesionarse con hacer dietas estrictas ni tampoco comer escondidos.
La doctora Guardia sostiene que para que el niño baje de peso, primero hay que hacerle ver que debe dejar las golosinas, jugos y bebidas azucaradas, y por supuesto la 'comida chatarra'. Y que hay alimentos que nunca debe dejar de consumir porque aportan energía y los nutrientes esenciales para crecer y desarrollarse en forma óptima.
Lo que nunca puede faltar en una dieta equilibrada son frutas, verduras, leche, legumbres y carnes, como pollo, pavo y pescado. Las carnes rojas no son indispensables porque se pueden reemplazar por pescado.
'Asimismo, los padres deben asegurarse de que el preadolescente coma cuatro veces al día. En esta etapa de desarrollo las dietas extremas están prohibidas porque pueden detener el crecimiento', explica la especialista.
También destaca que hay que tener en cuenta que para alcanzar un estado físico saludable, además de mantener una alimentación equilibrada, es muy importante practicar algún deporte.
Grupo1:
Estos alimentos contienen proteínas y sales minerales, como calcio y fósforo. Pertenecen a este grupo la leche en todas sus formas, fresca o en polvo; queso en todas las variedades, yogurt, helados y postres
de leche.
Grupo 2:
Estos alimentos contienen proteínas de un gran valor nutritivo, sales minerales y vitaminas del grupo B. Corresponden a este grupo las carnes rojas (vacuno, cerdo, cordero), carnes blancas (pollo, pescado, pavo)
y vísceras (riñones, interiores, hígado, corazón, lengua).
Grupo 3:
Aquí están las frutas y las verduras que aportan vitaminas A, B y C.
Grupo 4:
Este grupo proporciona hidratos de carbono y vitaminas. Aquí se encuentran los cereales (mote, trigo, arroz) y las harinas (fideos, tallarines, sémola, galletas, pan).
Grupo 5:
Estos alimentos son ricos en hidratos de carbono y grasas. Pertenecen a este grupo los azúcares (mermeladas, miel, dulces) y las grasas (margarinas, mantequilla, aceite, crema).
Fuente: Pirámide Alimenticia Chilena
Ministerio de Salud