Además, duele mucho y se describe como un dolor lancinante; es decir, que va y viene en forma aguda. En cambio, el herpes simple sólo pica, aunque presenta la misma placa enrojecida con vesículas pequeñas.
El herpes simple 1 y 2 también permanece latente después del contagio y se manifiesta en la adolescencia y adultez en la zona oro-labial y genital respectivamente, aunque por algunas costumbres sexuales (mayor número de parejas, iniciación sexual temprana) ambos pueden presentarse en las dos partes e, incluso, el herpes genital ha llegado a ser la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en Estados Unidos. Asimismo, se ha visto que el 90% de los adultos de entre 20 y 40 años tiene anticuerpos contra el herpes simple.
Este virus se manifiesta en un principio con eritema (roncha) y prurito, es decir, una zona roja que empieza a picar y sobre la cual aparecerán unas vesículas pequeñas, es decir, granitos con líquido.
El mecanismo de contagio del herpes es a través del contacto directo con las lesiones húmedas, siendo muy alto en el herpes simple y ocasional en el herpes zoster.
Ambos se gatillan ante la baja de defensas ocurrida por infecciones, enfermedades, estrés o por exposición solar. Es imposible definir previamente quién volverá a presentarlo o cuántas veces tendrá en su vida, por lo tanto, sólo se puede tratar de evitar su recurrencia impidiendo la baja de defensas y aplicándose bloqueador solar.
Una vez que ha pasado la infección y si la enfermedad ha sido mal tratada o fue muy intensa, pueden quedar marcas en la piel. Lo mismo pasa si la persona se rasca y se saca las costras.
Por último, si da herpes durante el embarazo puede ser necesario tratar a la paciente con antivirales o simplemente controlarla, sobre todo en la etapa más riesgosa: los últimos días y durante el parto, por la posibilidad de contagiar al bebé por contacto.
En Clínica Alemana, el virus herpes es detectado a través de dos exámenes: el test de Tzank y el test PCR.
El primero consiste en la toma de una muestra que se mira al microscopio y se observa si existen células multinucleadas, lo que significa que el virus está presente. Este examen es más impreciso, con una sensibilidad de sólo el 60%. Además, tiene que realizarse en los primeros días de la infección porque después deja de replicarse y se esconde nuevamente y, aunque esté presente, se hace imposible detectarlo.
En cambio, el examen PCR detecta y amplifica la cantidad de ADN viral, por lo que es más específico y con una sensibilidad de 98%. Además, se puede tomar incluso cuando el paciente ya lleva varios días de infección.
La doctora Aspillaga establece que es importante tratar el herpes lo antes posible para que éste dure poco tiempo, se repita la menor cantidad de veces y sea menos contagioso.
El virus herpes se tratará según su extensión. Para los casos más simples se utilizan cremas antivirales, y si es más amplio, éstos se administran además por vía oral. Así, se reduce el periodo de infección entre 10 y 14 días a sólo 5 o 6, pero se debe seguir el tratamiento por el tiempo estipulado y no sólo hasta que se pase el herpes.
Puede afectar distintas partes del cuerpo y con diferentes síntomas, siendo su característica la aparición de vesículas pequeñas sobre zonas enrojecidas. Se trata del virus herpes.
Los más comunes son el simple, que se divide en los tipos 1 y 2, y el varicela zoster.
Este último se origina luego de un contagio de varicela o 'peste cristal', que suele ocurrir durante la infancia. En algunos pacientes, esta enfermedad presenta una segunda fase durante la adolescencia y adultez: el herpes. 'Este virus queda latente y se vuelve a reactivar en la zona inervada por algún nervio; por ejemplo, el más común es el intercostal, que se presenta desde la espalda hacia el tronco o abdomen, pero también puede aparecer en la cara, cuello y extremidades', explica la doctora Soledad Aspillaga, dermatóloga de Clínica Alemana.
Además, duele mucho y se describe como un dolor lancinante; es decir, que va y viene en forma aguda. En cambio, el herpes simple sólo pica, aunque presenta la misma placa enrojecida con vesículas pequeñas.
El herpes simple 1 y 2 también permanece latente después del contagio y se manifiesta en la adolescencia y adultez en la zona oro-labial y genital respectivamente, aunque por algunas costumbres sexuales (mayor número de parejas, iniciación sexual temprana) ambos pueden presentarse en las dos partes e, incluso, el herpes genital ha llegado a ser la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en Estados Unidos. Asimismo, se ha visto que el 90% de los adultos de entre 20 y 40 años tiene anticuerpos contra el herpes simple.
Este virus se manifiesta en un principio con eritema (roncha) y prurito, es decir, una zona roja que empieza a picar y sobre la cual aparecerán unas vesículas pequeñas, es decir, granitos con líquido.
El mecanismo de contagio del herpes es a través del contacto directo con las lesiones húmedas, siendo muy alto en el herpes simple y ocasional en el herpes zoster.
Ambos se gatillan ante la baja de defensas ocurrida por infecciones, enfermedades, estrés o por exposición solar. Es imposible definir previamente quién volverá a presentarlo o cuántas veces tendrá en su vida, por lo tanto, sólo se puede tratar de evitar su recurrencia impidiendo la baja de defensas y aplicándose bloqueador solar.
Una vez que ha pasado la infección y si la enfermedad ha sido mal tratada o fue muy intensa, pueden quedar marcas en la piel. Lo mismo pasa si la persona se rasca y se saca las costras.
Por último, si da herpes durante el embarazo puede ser necesario tratar a la paciente con antivirales o simplemente controlarla, sobre todo en la etapa más riesgosa: los últimos días y durante el parto, por la posibilidad de contagiar al bebé por contacto.
En Clínica Alemana, el virus herpes es detectado a través de dos exámenes: el test de Tzank y el test PCR.
El primero consiste en la toma de una muestra que se mira al microscopio y se observa si existen células multinucleadas, lo que significa que el virus está presente. Este examen es más impreciso, con una sensibilidad de sólo el 60%. Además, tiene que realizarse en los primeros días de la infección porque después deja de replicarse y se esconde nuevamente y, aunque esté presente, se hace imposible detectarlo.
En cambio, el examen PCR detecta y amplifica la cantidad de ADN viral, por lo que es más específico y con una sensibilidad de 98%. Además, se puede tomar incluso cuando el paciente ya lleva varios días de infección.
La doctora Aspillaga establece que es importante tratar el herpes lo antes posible para que éste dure poco tiempo, se repita la menor cantidad de veces y sea menos contagioso.
El virus herpes se tratará según su extensión. Para los casos más simples se utilizan cremas antivirales, y si es más amplio, éstos se administran además por vía oral. Así, se reduce el periodo de infección entre 10 y 14 días a sólo 5 o 6, pero se debe seguir el tratamiento por el tiempo estipulado y no sólo hasta que se pase el herpes.