Cuando la alimentación no es adecuada se facilita el contagio de enfermedades, porque si hay desnutrición el funcionamiento correcto del sistema inmune se debilita y se produce una baja del número de células de defensa.
Asimismo, si no hay desnutrición, sino malnutrición -con desbalance de micronutrientes, como vitaminas y minerales-, también es posible originar un mal funcionamiento del sistema inmune, agrega la doctora Jennifer Humphreys, nutrióloga de la institución.
Para adelgazar existen miles de recetas en internet y otras recomendadas por la amiga de la amiga. 'Sin embargo, aunque algunas pueden, efectivamente, hacer bajar rápidamente de peso, constituyen un problema para la salud, ya que el bajo aporte de calorías que contienen y, consecuentemente, el bajo aporte de micronutrientes, con desbalance de sodio y potasio, provocan un desmedro de la función celular de defensa de diversas enfermedades', explica la doctora Humphreys.
El mantenimiento en condiciones óptimas del sistema inmunológico requiere un consumo constante de todas las vitaminas y minerales necesarios. Por esta razón, hay que asegurarse de seguir una dieta equilibrada que incluya variedad de alimentos en las cantidades adecuadas.
La nutrióloga asegura que una dieta balanceada es aquella que mantiene un adecuado nivel de nutrientes. Consiste en comer frecuentemente, sin saltarse los horarios principales, como el desayuno y el almuerzo.
La idea es que sea variada, con aporte balanceado de carbohidratos, en lo posible integrales como arroz, quinoa y pastas, entre otros.
Asimismo, es importante que las proteínas sean alternadas entre carnes rojas, blancas y pescado, mínimo una vez por semana, y verduras de al menos dos colores diferentes.
También es fundamental tres frutas al día y la ingesta de aceites de origen vegetal, como el oliva, o consumo de aceitunas, palta y semillas, como almendras y nueces, entre otras.
Tampoco deben estar ausentes en una dieta equilibrada los lácteos, de preferencia descremados, para limitar el consumo de grasas saturadas y colesterol.
Inmunología
Teléfono: 2101011
Unidad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes
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Generalmente, las dietas surgen por la preocupación de lucir una figura esbelta, dejando de lado lo realmente importante: la salud. Esto puede ser muy perjudicial para el organismo ya que si la alimentación es desequilibrada complicará cualquier enfermedad.
Fue lo que le ocurrió a Gladys Azócar, la mujer de Chillán que contrajo Influenza Humana cuando su organismo se encontraba deficiente de los nutrientes necesarios, producto de un estricto régimen sin supervisión médica.
Al respecto la doctora Ana María Agar, inmunóloga de Clínica Alemana, explica que 'si una persona quiere efectuar una dieta para adelgazar es importante que sea orientada por un especialista para que le indique una alimentación rica en nutrientes y vitaminas, ya que la carencia de éstos repercute en el sistema inmune sobre todo en la inmunidad celular, encargada de defendernos fundamentalmente de los virus, entre otros gérmenes'.
Cuando la alimentación no es adecuada se facilita el contagio de enfermedades, porque si hay desnutrición el funcionamiento correcto del sistema inmune se debilita y se produce una baja del número de células de defensa.
Asimismo, si no hay desnutrición, sino malnutrición -con desbalance de micronutrientes, como vitaminas y minerales-, también es posible originar un mal funcionamiento del sistema inmune, agrega la doctora Jennifer Humphreys, nutrióloga de la institución.
Para adelgazar existen miles de recetas en internet y otras recomendadas por la amiga de la amiga. 'Sin embargo, aunque algunas pueden, efectivamente, hacer bajar rápidamente de peso, constituyen un problema para la salud, ya que el bajo aporte de calorías que contienen y, consecuentemente, el bajo aporte de micronutrientes, con desbalance de sodio y potasio, provocan un desmedro de la función celular de defensa de diversas enfermedades', explica la doctora Humphreys.
El mantenimiento en condiciones óptimas del sistema inmunológico requiere un consumo constante de todas las vitaminas y minerales necesarios. Por esta razón, hay que asegurarse de seguir una dieta equilibrada que incluya variedad de alimentos en las cantidades adecuadas.
La nutrióloga asegura que una dieta balanceada es aquella que mantiene un adecuado nivel de nutrientes. Consiste en comer frecuentemente, sin saltarse los horarios principales, como el desayuno y el almuerzo.
La idea es que sea variada, con aporte balanceado de carbohidratos, en lo posible integrales como arroz, quinoa y pastas, entre otros.
Asimismo, es importante que las proteínas sean alternadas entre carnes rojas, blancas y pescado, mínimo una vez por semana, y verduras de al menos dos colores diferentes.
También es fundamental tres frutas al día y la ingesta de aceites de origen vegetal, como el oliva, o consumo de aceitunas, palta y semillas, como almendras y nueces, entre otras.
Tampoco deben estar ausentes en una dieta equilibrada los lácteos, de preferencia descremados, para limitar el consumo de grasas saturadas y colesterol.
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