Cirugía ortognática:
La genética es la principal responsable de estas deformaciones. Sin embargo, también es posible que éstas se produzcan como consecuencia de enfermedades que alteran el desarrollo normal del esqueleto facial. Los malos hábitos desarrollados en la infancia, como chuparse el dedo, comerse las uñas, tomar mamadera o usar chupete hasta muy avanzada edad, por ejemplo, pueden incidir directamente en un negativo desarrollo de la mandíbula.
Las anomalías esqueleto-faciales, de no corregirse, se traducen en serios problemas a nivel funcional, ya que cuando la mordida está alterada hay un mala oclusión y se producen diferentes alteraciones en los dientes, las encías y en la articulación témporo-mandibular.
'La mayoría de estos pacientes sufre de dolor en la articulación al abrir la boca e incluso hay ocasiones en que pueden quedar con la mandíbula trabada, lo que termina provocando otros síntomas más graves como dolor en la columna cervical, jaquecas y disfunciones articulares y musculares', explica el doctor Julio Cifuentes. Además, cuando existen serias alteraciones en la mordida, no se puede realizar una buena masticación lo que afecta la digestión y puede desencadenar patologías gastrointestinales.
En el caso de las personas que sufren retrogenie (falta de desarrollo de la mandíbula), es probable que sufran disturbios del sueño, como ronquidos o apneas, ya que al haber un menor crecimiento de la mandíbula, la lengua se va hacia atrás y la vía aérea se estrecha, dificultando la respiración cuando el paciente duerme.
En Clínica Alemana de Temuco, se están realizando este tipo de intervenciones desde 1999. Así, los pacientes tienen la posibilidad de someterse a estos tratamientos -que son de alta complejidad- en su propia región.
Según el doctor Eduardo Messen, cirujano dentista especialista en ortodoncia y ortopedia dentomaxilar de Clínica Alemana de Temuco, la respuesta de los pacientes ha sido gradual. 'Poco a poco la gente se ha ido acostumbrando a que hay cierto tipo de patologías que no podemos resolver moviendo dientes solamente y de que necesitamos mover los huesos de la cara para cumplir objetivos estéticos y funcionales', explica.
De esta forma, el diagnóstico y tratamiento de estas patologías es efectuado por el cirujano máxilo-facial doctor Julio Cifuentes, quien viaja desde Santiago periódicamente, y por un dentista experto en ortopedia y ortodoncia dentomaxilar (como son los doctores Pablo Vera y Eduardo Messen). Este equipo de trabajo planifica con gran exactitud los pasos a seguir a través de exámenes clínicos, radiográficos, junto a sofisticados programas computacionales, con los cuales se logra hacer una simulación bastante exacta de cómo quedará el paciente una vez finalizado el tratamiento.
Los ortodoncistas son los encargados de colocar los dientes en la posición correcta, 'proceso que se efectúa con frenillos fijos y que toma alrededor de diez meses antes de la operación. Luego, se realiza la intervención quirúrgica para dar forma al esqueleto facial, ya sea avanzando o retrocediendo el maxilar y/o la mandíbula', según explica el doctor Pablo Vera.
Posteriormente, el paciente continúa con un bloqueo elástico por casi 30 días y con frenillos entre seis a ocho meses. 'Después de la intervención, se le cita a controles cada 3 semanas y así terminar perfectamente -con pequeños movimientos- los detalles estéticos y funcionales. Es importante recordar que el proceso post quirúrgico asegura una correcta consolidación ósea, antes del retiro de los aparatos', asegura el doctor Messen.
El trabajo conjunto de los especialistas es muy importante, ya que la cirugía ortognática es una intervención quirúrgica compleja y debe ser muy bien planificada. Ésta, se realiza con anestesia general y dura alrededor de cuatro horas. El período postoperatorio consiste, aproximadamente, en tres días de hospitalización. Al décimo día la persona ya puede reincorporarse a las actividades cotidianas, aunque durante un mes debe permanecer con un régimen licuado y blando para que los huesos puedan consolidarse bien.
El doctor Cifuentes, que realiza más de 60 intervenciones de este tipo al año, explica que 'los avances médicos y tecnológicos han permitido que cada vez se logren mejores resultados en este tipo de tratamientos, lo que beneficia a muchos pacientes que se ven afectados por estos problema'.
El plan que está desarrollando el doctor Julio Cifuentes en Clínica Alemana de Temuco se ha convertido en una referencia para la zona sur del país y en un ejemplo del trabajo en equipo entre cirujanos máxilo faciales y ortodoncistas. Gracias a esta cirugía se están solucionando la gran mayoría de los problemas máxilo faciales del sur de Chile, sin que los pacientes tengan la necesidad de viajar a operarse a Santiago.
Muchas personas sufren de molestas malformaciones en la cara, las cuales pueden provocar una baja en la autoestima e, incluso, durante la infancia y adolescencia, retraimiento social por las burlas. Aún así, los efectos de estas deformaciones sobrepasan lo netamente estético y son responsables de problemas funcionales como la imposibilidad de comer algunos alimentos, bloqueos mandibulares, apnea del sueño o jaquecas, entre otros.
Dada la importancia que tiene tratar este tipo de patologías, durante los últimos años se han desarrollado sofisticadas técnicas de cirugía máxilo facial y ortodoncia. Éstas se están efectuando en forma rutinaria en Clínica Alemana de Temuco por un equipo médico conjunto de ortodoncistas de la región, anestesistas y cirujanos máxilo faciales, dirigidos por el cirujano máxilo facial de Clínica Alemana de Santiago, doctor Julio Cifuentes.
La cirugía máxilo facial es una especialidad de la odontología responsable de tratar patologías propias del sistema estomatognático, es decir, aquellas relacionadas con alteraciones de posición, desarrollo y malformaciones de los maxilares. Dentro de este tipo de intervenciones se encuentra la cirugía ortognática, la cual pretende corregir todo tipo de anomalías dento-esqueletales (aquellas alteraciones propias de la relación entre la proporción del rostro, los maxilares y la mandíbula) que no son factibles de corregir solamente con ortodoncia.
Según el doctor Julio Cifuentes, el gran avance de este tipo de cirugías ha permitido contar con tratamientos efectivos, lo que ayuda a evitar el desarrollo de otras enfermedades y a solucionar los problemas funcionales y psicosociales asociados.
Cabe destacar que la cirugía ortognática es un tratamiento quirúrgico que se realiza en conjunto entre el cirujano máxilo facial -quien realiza la intervención misma- y el ortodoncista, el cual se encarga de preparar las piezas dentarias nivelándolas y alineándolas de tal forma que al realizar la cirugía, haya una perfecta relación entre maxilar y mandíbula y que, posteriormente a ella, se consolide el tejido óseo y se estabilice la movilidad de la mandíbula.
Las anomalías más frecuentes por las cuales los pacientes pueden necesitar una cirugía de este tipo, son la progenie mandibular o prognatismo, que es un exceso del desarrollo de la mandíbula inferior, la retrogenie que es el caso inverso o anomalías combinadas de maxilar y mandíbula.
También, según indica el doctor Pablo Vera, cirujano dentista especialista en ortodoncia y ortopedia dentomaxilar de Clínica Alemana de Temuco, la cirugía ortognática, además, 'puede solucionar problemas disfuncionales que no han sido corregidos a temprana edad con ortopedia, entre ellas, las lesiones articulares por malas oclusiones (mala mordida)'.
La genética es la principal responsable de estas deformaciones. Sin embargo, también es posible que éstas se produzcan como consecuencia de enfermedades que alteran el desarrollo normal del esqueleto facial. Los malos hábitos desarrollados en la infancia, como chuparse el dedo, comerse las uñas, tomar mamadera o usar chupete hasta muy avanzada edad, por ejemplo, pueden incidir directamente en un negativo desarrollo de la mandíbula.
Las anomalías esqueleto-faciales, de no corregirse, se traducen en serios problemas a nivel funcional, ya que cuando la mordida está alterada hay un mala oclusión y se producen diferentes alteraciones en los dientes, las encías y en la articulación témporo-mandibular.
'La mayoría de estos pacientes sufre de dolor en la articulación al abrir la boca e incluso hay ocasiones en que pueden quedar con la mandíbula trabada, lo que termina provocando otros síntomas más graves como dolor en la columna cervical, jaquecas y disfunciones articulares y musculares', explica el doctor Julio Cifuentes. Además, cuando existen serias alteraciones en la mordida, no se puede realizar una buena masticación lo que afecta la digestión y puede desencadenar patologías gastrointestinales.
En el caso de las personas que sufren retrogenie (falta de desarrollo de la mandíbula), es probable que sufran disturbios del sueño, como ronquidos o apneas, ya que al haber un menor crecimiento de la mandíbula, la lengua se va hacia atrás y la vía aérea se estrecha, dificultando la respiración cuando el paciente duerme.
En Clínica Alemana de Temuco, se están realizando este tipo de intervenciones desde 1999. Así, los pacientes tienen la posibilidad de someterse a estos tratamientos -que son de alta complejidad- en su propia región.
Según el doctor Eduardo Messen, cirujano dentista especialista en ortodoncia y ortopedia dentomaxilar de Clínica Alemana de Temuco, la respuesta de los pacientes ha sido gradual. 'Poco a poco la gente se ha ido acostumbrando a que hay cierto tipo de patologías que no podemos resolver moviendo dientes solamente y de que necesitamos mover los huesos de la cara para cumplir objetivos estéticos y funcionales', explica.
De esta forma, el diagnóstico y tratamiento de estas patologías es efectuado por el cirujano máxilo-facial doctor Julio Cifuentes, quien viaja desde Santiago periódicamente, y por un dentista experto en ortopedia y ortodoncia dentomaxilar (como son los doctores Pablo Vera y Eduardo Messen). Este equipo de trabajo planifica con gran exactitud los pasos a seguir a través de exámenes clínicos, radiográficos, junto a sofisticados programas computacionales, con los cuales se logra hacer una simulación bastante exacta de cómo quedará el paciente una vez finalizado el tratamiento.
Los ortodoncistas son los encargados de colocar los dientes en la posición correcta, 'proceso que se efectúa con frenillos fijos y que toma alrededor de diez meses antes de la operación. Luego, se realiza la intervención quirúrgica para dar forma al esqueleto facial, ya sea avanzando o retrocediendo el maxilar y/o la mandíbula', según explica el doctor Pablo Vera.
Posteriormente, el paciente continúa con un bloqueo elástico por casi 30 días y con frenillos entre seis a ocho meses. 'Después de la intervención, se le cita a controles cada 3 semanas y así terminar perfectamente -con pequeños movimientos- los detalles estéticos y funcionales. Es importante recordar que el proceso post quirúrgico asegura una correcta consolidación ósea, antes del retiro de los aparatos', asegura el doctor Messen.
El trabajo conjunto de los especialistas es muy importante, ya que la cirugía ortognática es una intervención quirúrgica compleja y debe ser muy bien planificada. Ésta, se realiza con anestesia general y dura alrededor de cuatro horas. El período postoperatorio consiste, aproximadamente, en tres días de hospitalización. Al décimo día la persona ya puede reincorporarse a las actividades cotidianas, aunque durante un mes debe permanecer con un régimen licuado y blando para que los huesos puedan consolidarse bien.
El doctor Cifuentes, que realiza más de 60 intervenciones de este tipo al año, explica que 'los avances médicos y tecnológicos han permitido que cada vez se logren mejores resultados en este tipo de tratamientos, lo que beneficia a muchos pacientes que se ven afectados por estos problema'.
El plan que está desarrollando el doctor Julio Cifuentes en Clínica Alemana de Temuco se ha convertido en una referencia para la zona sur del país y en un ejemplo del trabajo en equipo entre cirujanos máxilo faciales y ortodoncistas. Gracias a esta cirugía se están solucionando la gran mayoría de los problemas máxilo faciales del sur de Chile, sin que los pacientes tengan la necesidad de viajar a operarse a Santiago.