Analgésicos, antigripales y antiinflamatorios son tres de los fármacos preferidos y más consumidos en el país. Las ofertas, promociones, recomendaciones y publicidad a la que diariamente se exponen los chilenos logran que
la presencia de estos remedios en los hogares se haga cada vez más frecuente.
De hecho, según estadísticas de laboratorios, del total de consultas que reciben los servicios de urgencias de Chile, el 10,5% corresponde a intoxicaciones y el 60% de ellas se produce por uso indebido de medicamentos, siendo los preescolares
y los adultos los que se ven más afectados.
Lo que la gente no sabe o prefiere ignorar es que cada uno de los remedios que decide utilizar sin previa consulta a un médico, posee efectos secundarios y contraindicaciones que no siempre se especifican en los envases.
Las consecuencias adversas asociadas al consumo de fármacos se manifiestan por síntomas desagradables que interfieren con la salud o producen una declinación del estado físico, funcional o psicosocial. Estas reacciones
pueden incluir efectos laterales, hipersensibilidad, idiosincrásicas, toxicidad o interacción de medicamentos.
Uno de los más afectados es el sistema digestivo que responde inicialmente con gastritis, malestar, diarreas y náuseas, para culminar con un cuadro de úlcera. Todos síntomas que las personas no siempre saben a qué
atribuir.
Sobredosis
- Vitamina C: en dosis normales es bien tolerada y extremadamente necesaria para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. No se justifica administrar dosis altas, ya que el exceso se elimina por la orina, salvo que haya
un caso especial. En niveles elevados puede producir diarrea, cefaleas, náuseas, vómitos y gastralgias.
- Paracetamol: antipirético y analgésico. El uso crónico conduce a alteraciones hepáticas, las que interfieren posteriormente en la metabolización de medicamentos. Una intoxicación
con paracetamol puede tener diversos efectos, siendo el más grave una necrosis hepática (muerte de las células del hígado). El 41% de los afectados es preescolar.
Efectos secundarios
Analgésicos y antiinflamatorios:
- Ácido acetilsalicílico: posee propiedades de analgésico, antiinflamatorio y antipirético. El uso habitual de este medicamento produce alteraciones en la coagulación, las que tienen que ser
consideradas en el uso regular y al enfrentarse a una cirugía, ya que deberá descontinuarse al menos 48 horas antes. El uso excesivo de este producto puede producir gastritis, náuseas, úlceras gástricas o
duodenal y, en algunas ocasiones, hepatoxicidad, anemia y síndrome de Reye (niños).
- Ibuprofeno: antiinflamatorio. Los efectos secundarios más comunes de este fármaco son la diarrea, distensión abdominal, náuseas, vómitos, cólicos abdominales, constipación,
mareos, disminución de apetito y anemia aplástica. Un gran número de personas cae en adicción a este producto.
- Ketoprofeno: antiinflamatorio. Sus efectos secundarios pueden ir desde edema, náuseas, irritación gastrointestinal, cefaleas, nerviosismo, constipación y problemas para dormir, hasta visión borrosa,
irritación del tracto urinario, rash cutáneo y zumbido de oídos.
- Ácido mefenámico: Antiinflamatorio, analgésico, antipirético. Los efectos colaterales más comunes de este químico son diarrea, estreñimiento (constipación), gases o
hinchazón (abdominal y de otras partes del cuerpo), dolor de cabeza, mareos, nerviosismo y pitido en los oídos, visión borrosa y ritmo cardiaco más rápido que lo normal, entre otros.
Antigripales y antialérgicos:
- Cafeína: este compuesto está presente en numerosos antigripales de uso común en nuestro país. Los efectos secundarios que se relacionan a su consumo son mareos, taquicardia, nerviosismo, agitación,
dificultad para dormir, vómitos y náuseas.
- Noscapina clorhidrato: antialérgico y antihistamínico. Principio activo de numerosos antigripales. Sus principales reacciones adversas incluyen cefalea, náuseas, somnolencia, rinitis, conjuntivitis y
urticaria. En el caso de una sobredosis se puede presentar excitación, confusión y depresión respiratoria.
- Clorfenamina maleato: posee propiedades depresoras de sistema nervioso central, por lo que puede producir sedación, originando desde somnolencia hasta sueño profundo, lasitud, mareo e incoordinación.
Su administración, principalmente en niños, está relacionada con la aparición de insomnio, nerviosismo, euforia, irritabilidad y temblor
- Pseudoefedrina: este compuesto se encuentra presente, principalmente, en antigripales y descongestionantes. Los efectos secundarios más comunes son agitación y malestar estomacal. Su uso indebido también
puede tener otras consecuencias como nerviosismo, mareos, problemas para dormir, dolor de estómago, vómitos, dificultad para respirar y frecuencia cardíaca irregular o más rápida que el ritmo normal, entre
otros.
Antibióticos
- Amoxicilina: entre los efectos secundarios que puede tener el uso no controlado se cuenta el malestar estomacal, vómitos, diarrea, sarpullido severo, urticarias y crisis convulsivas, entre otros.
Relajantes:
- Clonazepam: ansiolítico. Pueden aparecer mareos o sensación de mareos, somnolencia, deterioro del desempeño y, raramente, alteraciones del comportamiento, alucinaciones, rash cutáneo o prurito, cansancio
y debilidad no habituales, además de trastornos de la micción.
Este texto se realizó con la colaboración de Ana María Rehbein, jefe técnico del Departamento de Farmacia de Clínica Alemana.