La siesta es una costumbre muy sana en niños, ya que es un excelente reparador natural que aporta enormes beneficios
al organismo. Es por esto que, además del sueño nocturno, durante los primeros años de vida se acostumbra a dormir en el día.
De hecho, el ciclo circadiano normal, es decir, el reloj interno de cada persona, organiza los tiempos y duración del sueño y vigilia. Normalmente, esto tiene dos periodos de somnolencia, en medio de la noche y en la tarde entre las 14:00 y 15:00 horas.
La doctora Verónica Buron, neuóloga infantil de Clínica Alemana, explica el porqué de este hábito y cómo los padres deben actuar para que sus hijos duerman en la tarde.
¿Por qué los niños deben dormir siesta?
Los menores tienen necesidad de dormir cierta cantidad de siestas según la edad. Si no lo hacen, la falta de sueño se va a manifestar
como irritabilidad, llanto e, incluso, a veces hiperactividad.
La cantidad de tiempo de sueño que requiere un niño es aquella necesaria para sentirse descansado, y esto va a depender de la edad.En el caso de un recién nacido, durante las primeras semanas no existe un patrón nocturno. Entre las seis semanas y los tres meses se diferencia patrón día/noche y necesita dormir alrededor 16 horas al día y lo hace por periodos de tres a cinco horas si se alimenta con mamadera, y menor tiempo si lo toma pecho con intervalos de vigilia que van de una a tres horas.
A los seis meses duermen entre 13 y 14 horas total, con 2 o 4 horas de siesta, divididas en dos.
Después del año, duermen 12 horas al día con una siesta de entre una hora y media, y tres horas.
Después de los tres años, la mayoría de los niños va disminuyendo las horas de siesta hasta dejarla alrededor de los cinco años.
En general, antes de los tres años la mayoría de los niños necesita la siesta, después va a ser variable. Pero si el niño está mañoso, irritable y somnoliento durante la tarde, quiere decir que debe dormir y hay que darle la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, se deben evitar siestas muy prolongadas o muchas en el día, ya que puede interferir con el sueño nocturno
Restringir la siesta no va a ayudar a que el niño duerma mejor de noche. Pero si la siesta es muy tarde, cercana a la hora de dormir, va a interferir con el inicio del sueño nocturno.
Al igual que en la noche, debe establecerse una rutina y la luz debe ser tenue. Habitualmente, los problemas de sueño durante la siesta, al igual que en la noche, se relacionan con problemas de hábitos y rutinas.
En los primeros meses la siesta es, generalmente, alrededor de las 9:00 y a las 13:00 horas. La rutina de sueño de siesta debe ser más corta que la nocturna y debe ser consistente.Para los niños que tienen una sola siesta es importante acostarlos inmediatamente después de almuerzo,
para que sea una clara rutina del día.
Es importante acostar al niño somnoliento, pero aún despierto para que aprenda a conciliar el sueño en forma independiente en su cuna o cama.
Asimismo, hay que evitar prácticas que requieran de la intervención parental, en caso que el niño despierte durante el sueño.
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