Por este motivo, las protuberancias están conectadas con la superficie de la piel, lo que se expresa como un punto en su superficie que a veces es claramente visible y negro, y otras, es más inaparente y sólo se ve con una lupa de aumento.
'Es habitual encontrarlos en el cuero cabelludo y en la espalda, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo', comenta la doctora. Agrega que cuando son visibles y molestan, tanto estética como funcionalmente, o si se han inflamado en más de dos ocasiones, es recomendable sacarlos quirúrgicamente.
Si no hay molestias y son poco notorios una cirugía es innecesaria. La especialista afirma que 'estas lesiones no desaparecen solas con el tiempo, por lo que hay que dejarlas tranquilas, sin apretarlas, u operarlas'.
Por otra parte, la doctora comenta que los quistes sebáceos 'son completamente benignos y no presentan una transformación maligna'. Agrega que el único problema que puede haber, es que se inflamen e infecten, lo que ocurre usualmente después de que se han manipulado en el intento de vaciarlos.
Cuando esto ocurre, se produce una inflamación, ya que 'por ejemplo, al reventarlos se rompe la cápsula del quiste, y sale el contenido grasoso que irrita mucho', comenta.
Si sucede un problema de este tipo lo conveniente es tratar con antibióticos y antiinflamatorios. 'Si estos medicamentos llegan tarde y no se logra controlar la infección, el quiste se abceda y es necesario drenarlo para sacar la pus', enfatiza la especialista.
La extirpación quirúrgica de todo el quiste debe dejarse para más tarde, cuando esté completamente controlado y superado el cuadro infeccioso.
Esto, 'para conseguir el mejor resultado estético, y la extirpación completa de la cápsula del quiste, responsable de la producción del contenido graso, porque si no se extrae en un 100%, es muy probable que reaparezca la lesión', explica la dermatóloga.
'>Por lo general, los quistes sebáceos son pequeños y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Son nódulos firmes benignos, la piel que los recubre es de aspecto normal y son fáciles de mover, ya que no están adheridos a estructuras profundas. El problema se presenta cuando son más grandes y se manifiestan en lugares incómodos.
Estas protuberancias contienen material cutáneo muerto y laminillas de queratina que tienen visualmente un aspecto grasoso y un olor rancio. La doctora Francisca Sánchez, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que 'la formación de estos quistes se produce durante el desarrollo embrionario al quedar un brote de la primera capa de piel, epidermis, incluida en la segunda llamada dermis'.
Por este motivo, las protuberancias están conectadas con la superficie de la piel, lo que se expresa como un punto en su superficie que a veces es claramente visible y negro, y otras, es más inaparente y sólo se ve con una lupa de aumento.
'Es habitual encontrarlos en el cuero cabelludo y en la espalda, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo', comenta la doctora. Agrega que cuando son visibles y molestan, tanto estética como funcionalmente, o si se han inflamado en más de dos ocasiones, es recomendable sacarlos quirúrgicamente.
Si no hay molestias y son poco notorios una cirugía es innecesaria. La especialista afirma que 'estas lesiones no desaparecen solas con el tiempo, por lo que hay que dejarlas tranquilas, sin apretarlas, u operarlas'.
Por otra parte, la doctora comenta que los quistes sebáceos 'son completamente benignos y no presentan una transformación maligna'. Agrega que el único problema que puede haber, es que se inflamen e infecten, lo que ocurre usualmente después de que se han manipulado en el intento de vaciarlos.
Cuando esto ocurre, se produce una inflamación, ya que 'por ejemplo, al reventarlos se rompe la cápsula del quiste, y sale el contenido grasoso que irrita mucho', comenta.
Si sucede un problema de este tipo lo conveniente es tratar con antibióticos y antiinflamatorios. 'Si estos medicamentos llegan tarde y no se logra controlar la infección, el quiste se abceda y es necesario drenarlo para sacar la pus', enfatiza la especialista.
La extirpación quirúrgica de todo el quiste debe dejarse para más tarde, cuando esté completamente controlado y superado el cuadro infeccioso.
Esto, 'para conseguir el mejor resultado estético, y la extirpación completa de la cápsula del quiste, responsable de la producción del contenido graso, porque si no se extrae en un 100%, es muy probable que reaparezca la lesión', explica la dermatóloga.