Los efectos negativos del estrés en el embarazo se producen, principalmente, en el primer trimestre y parte del segundo. El doctor Téllez explica que existen estudios que hablan de bajo peso al nacer, aumento de abortos y un mayor riesgo de partos prematuros.
'En estos casos, el bajo peso al nacer y el adelantamiento del parto se producen cuando la mujer está sometida a situaciones estresantes por periodos muy prolongados', precisa el psiquiatra.
El especialista explica que estos problemas se generan porque el estrés activa el sistema nervioso simpático, lo que a su vez causa vasoconstricción de la arteria uterina y disminución del flujo sanguíneo hacia el feto.
'Además, el estrés origina un aumento del cortisol plasmático. Parte de esta hormona es traspasada a la sangre del feto, con lo que su eje hipotálamo-hipófisis-adrenal se altera. Es probable que por ese motivo algunos de estos recién nacidos presenten respuestas inadecuadas después de nacer, como una sobrerreacción frente al estrés físico, como por ejemplo, ante una infección', explica.
Considerando todas las consecuencias que puede tener el estrés, su adecuado control es especialmente importante en esta etapa de la vida. Por eso, cuando se planifica la llegada de un nuevo hijo, hay que tratar de generar un ambiente adecuado, eliminando los factores que pudieran generar ansiedad durante el embarazo.
El doctor Téllez sostiene que lo primero que se debe hacer en caso de estrés es identificar la causa, para tratar el origen del problema. 'El apoyo familiar juega un rol fundamental en el manejo de las situaciones emocionales complejas que se generan durante el embarazo'.
En ocasiones, es aconsejable buscar asistencia psicológica o psiquiátrica, dado que la ayuda especializada contribuye de manera importante para que la mamá reordene sus prioridades, baje los niveles de ansiedad y distribuya sus esfuerzos de una mejor manera, colocando siempre en primer lugar su bienestar y el del niño.
Efectuar actividad física, como caminar o practicar yoga, también puede contribuir a liberar tensiones, además estimula el bienestar a nivel central y la circulación, y alivia molestias típicas del embarazo, como los dolores de espalda, entre otros.
Por último, hay ocasiones, en que puede ser necesario indicar algún fármaco. Este tipo de tratamiento se debe evaluar siempre en conjunto con el obstetra, de manera de elegir el más adecuado para cada caso.
Unidad de Psiquiatría
Teléfono: 2101061
Un estudio reciente publicado en la revista Human Reproduction reveló una estrecha relación entre el ataque terrorista a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 y el inmediato aumento de los recién nacidos con bajo peso (menos de 2.000 gramos) en la ciudad de Nueva York, situación que asocian con la estresante situación vivida por las mujeres que estaban embarazadas en esa fecha.
Este es un ejemplo concreto de los efectos que puede tener el estrés en el proceso de gestación, e incluso antes de que éste comience, dado que también se asocia con una disminución de la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
El estrés es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción, es decir, es una respuesta a demandas internas o externas. Este instinto puede ser muy útil cuando se está frente a una amenaza porque permite estar preparados para enfrentar al agente agresor-, pero si continúa por mucho tiempo, puede tener efectos negativos para el cuerpo. Esto último es cada vez más frecuente en la actualidad, donde los niveles de estrés han aumentado producto del acelerado estilo de vida, lo que se ve reflejado en una mayor incidencia de enfermedades como colon irritable y patologías cardiovasculares.
El doctor Carlos Téllez, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que en el caso de las embarazadas, a las presiones propias de la gestación se suman las del trabajo, problemas económicos e, incluso, desavenencias a nivel familiar. 'Esto muchas veces genera situaciones complejas que llevan al estrés, lo que a su vez puede afectar tanto a la madre como al feto'.
Los efectos negativos del estrés en el embarazo se producen, principalmente, en el primer trimestre y parte del segundo. El doctor Téllez explica que existen estudios que hablan de bajo peso al nacer, aumento de abortos y un mayor riesgo de partos prematuros.
'En estos casos, el bajo peso al nacer y el adelantamiento del parto se producen cuando la mujer está sometida a situaciones estresantes por periodos muy prolongados', precisa el psiquiatra.
El especialista explica que estos problemas se generan porque el estrés activa el sistema nervioso simpático, lo que a su vez causa vasoconstricción de la arteria uterina y disminución del flujo sanguíneo hacia el feto.
'Además, el estrés origina un aumento del cortisol plasmático. Parte de esta hormona es traspasada a la sangre del feto, con lo que su eje hipotálamo-hipófisis-adrenal se altera. Es probable que por ese motivo algunos de estos recién nacidos presenten respuestas inadecuadas después de nacer, como una sobrerreacción frente al estrés físico, como por ejemplo, ante una infección', explica.
Considerando todas las consecuencias que puede tener el estrés, su adecuado control es especialmente importante en esta etapa de la vida. Por eso, cuando se planifica la llegada de un nuevo hijo, hay que tratar de generar un ambiente adecuado, eliminando los factores que pudieran generar ansiedad durante el embarazo.
El doctor Téllez sostiene que lo primero que se debe hacer en caso de estrés es identificar la causa, para tratar el origen del problema. 'El apoyo familiar juega un rol fundamental en el manejo de las situaciones emocionales complejas que se generan durante el embarazo'.
En ocasiones, es aconsejable buscar asistencia psicológica o psiquiátrica, dado que la ayuda especializada contribuye de manera importante para que la mamá reordene sus prioridades, baje los niveles de ansiedad y distribuya sus esfuerzos de una mejor manera, colocando siempre en primer lugar su bienestar y el del niño.
Efectuar actividad física, como caminar o practicar yoga, también puede contribuir a liberar tensiones, además estimula el bienestar a nivel central y la circulación, y alivia molestias típicas del embarazo, como los dolores de espalda, entre otros.
Por último, hay ocasiones, en que puede ser necesario indicar algún fármaco. Este tipo de tratamiento se debe evaluar siempre en conjunto con el obstetra, de manera de elegir el más adecuado para cada caso.
Unidad de Psiquiatría
Teléfono: 2101061