También tienen una mayor probabilidad de tener este tipo de embarazos las personas con antecedentes en la familia; las mujeres mayores de 35 años, y las afroamericanas.
Cuando son más de uno los que vienen en camino es necesario realizar un control prenatal más frecuente y especializado, dado que aumentan los riesgos para la madre de presentar ciertas patologías de origen placentario, como por ejemplo, preeclampsia (hipertensión en el embarazo). También hay más posibilidades de sufrir enfermedades como anemias.
Para los fetos, en tanto, existe más riesgo de nacer antes de tiempo (parto prematuro); de tener una restricción del crecimiento intrauterino y de anormalidades congénitas, como las malformaciones fetales en general y los defectos cromosómicos.
'Todas estas situaciones -que también pueden darse en un embarazo normal- se exacerban con el gemelar, porque la placenta es muy grande y porque la distensión del útero hace que éste alcance un volumen que expone a un parto prematuro', explica el doctor Astudillo.
Además, hay que considerar que entre más sea el número de fetos, más es el volumen de sangre circulante. Por lo tanto, en los embarazos múltiples de orden mayor (triples cuádruples y quíntuples), hay una sobrecarga cardiovascular que puede ser riesgosa para la madre, lo que generalmente obliga a adelantar el parto.
También hay que destacar que el embarazo monocorial (comparten una placenta) es más riesgoso que el embarazo bicorial (distintas placentas), principalmente, porque hay mayor peligro de malformaciones y de que se produzca el síndrome de transfusión feto-fetal, afección que se desarrolla cuando los vasos sanguíneos de ambos bebés se conectan dentro de la placenta y desvían la sangre de un feto al otro. Esta patología hoy puede tratarse con cirugía intrauterina.
Un mayor control prenatal
Gracias al desarrollo de la medicina materno fetal, hoy es posible disminuir muchos de los riesgos de un embarazo múltiple, mediante un mejor control prenatal, el que se debe realizar en forma mensual hasta los seis meses (en los embarazos único es hasta los siete), luego cada dos semanas hasta los ocho, y después una vez a la semana. Esto puede variar dependiendo del caso y de si es mono o bicorial. Además, lo controles ecográficos son más frecuentes, sobre todo para poder pesquisar si se está produciendo el síndrome de transfusión feto-fetal
A diferencia del embarazo único, en el gemelar es muy difícil el control de peso de la mamá, debido a que cuesta definir qué porcentaje corresponde exclusivamente a ella y cuál a los fetos, a la placenta, al líquido amniótico y a la sangre, ya que se trata de volúmenes altos.
De hecho, es habitual ver que después del parto, muchas mamás pesan menos de lo que pesaban antes del embarazo, debido al consumo de energía que le significó llevar dos o más bebés.
Al igual que en el embarazo único, la madre de gemelos debe tener una alimentación adecuada, lo que no significa comer por tres sino que mantener una dieta equilibrada. 'En estos casos, es más común que haya un déficit de micronutrientes (calcio, fierro selenio, zinc y magnesio, entre otros), por lo que debe duplicarse la suplementación con vitaminas y calcio', asegura el ginecólogo.
En cuanto al trabajo de parto, en los embarazos múltiples habitualmente se desencadena antes. La edad promedio de término del gemelar son 37-38 semanas, del triple 34 y del cuádruple 32.
El doctor Astudillo explica que muchas veces se indica cesárea, la que se realiza, por ejemplo, en los embarazos múltiples de orden mayor; cuando uno de los gemelos no está en la posición correcta o cuando los dos bebés están en la misma bolsa (monoamniótico), por temor a que se enreden en el cordón.
¿Cómo ocurre un embarazo múltiple?
Cuando más de un óvulo es fecundado y se implanta en el útero se habla de mellizos fraternos, y pueden ser de distinto sexo. Cada uno tiene su placenta y su bolsa amniótica. Ellos son sólo hermanos concebidos simultáneamente, por lo tanto, no son idénticos, aunque pueden parecerse.
En cambio, cuando un óvulo es fecundado y luego se divide en dos o más embriones, se trata de gemelos idénticos, es decir, genéticamente iguales y siempre del mismo sexo. Aunque, estos hermanos pueden tener placentas y bolsas amnióticas separadas, lo más común es que compartan una placenta con bolsas distintas. En raras ocasiones, los gemelos idénticos comparten tanto la placenta como la bolsa amniótica.
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Si la noticia de que se va a ser madre o padre puede ser sorpresiva, saber que esto será por partida doble o triple, suele ser realmente inesperado. Sin embargo, hoy esta situación es cada vez menos rara, dado que son más las parejas con problemas de fertilidad que recurren a procedimientos de fertilización asistida, técnicas que aumentan las probabilidades de que se produzcan embarazos múltiples, principalmente de gemelos.
El doctor Julio Astudillo, jefe de la Unidad Materno Fetal de Clínica Alemana y especialista en embarazos de alto riesgo, explica que en la última década el embarazo gemelar aumentó el doble y se han producido 10 veces más embarazos de orden mayor (triples, cuádruples, quíntuples, etc.), debido a la fertilización asistida. 'Sin embargo, hoy este tema está mucho más controlado y normado a nivel mundial. Ahora, estos procedimientos se realizan transfiriendo el menor número de huevos posibles, de manera de disminuir el riesgo de embarazos múltiples, que por su naturaleza son más riesgosos'.
También tienen una mayor probabilidad de tener este tipo de embarazos las personas con antecedentes en la familia; las mujeres mayores de 35 años, y las afroamericanas.
Cuando son más de uno los que vienen en camino es necesario realizar un control prenatal más frecuente y especializado, dado que aumentan los riesgos para la madre de presentar ciertas patologías de origen placentario, como por ejemplo, preeclampsia (hipertensión en el embarazo). También hay más posibilidades de sufrir enfermedades como anemias.
Para los fetos, en tanto, existe más riesgo de nacer antes de tiempo (parto prematuro); de tener una restricción del crecimiento intrauterino y de anormalidades congénitas, como las malformaciones fetales en general y los defectos cromosómicos.
'Todas estas situaciones -que también pueden darse en un embarazo normal- se exacerban con el gemelar, porque la placenta es muy grande y porque la distensión del útero hace que éste alcance un volumen que expone a un parto prematuro', explica el doctor Astudillo.
Además, hay que considerar que entre más sea el número de fetos, más es el volumen de sangre circulante. Por lo tanto, en los embarazos múltiples de orden mayor (triples cuádruples y quíntuples), hay una sobrecarga cardiovascular que puede ser riesgosa para la madre, lo que generalmente obliga a adelantar el parto.
También hay que destacar que el embarazo monocorial (comparten una placenta) es más riesgoso que el embarazo bicorial (distintas placentas), principalmente, porque hay mayor peligro de malformaciones y de que se produzca el síndrome de transfusión feto-fetal, afección que se desarrolla cuando los vasos sanguíneos de ambos bebés se conectan dentro de la placenta y desvían la sangre de un feto al otro. Esta patología hoy puede tratarse con cirugía intrauterina.
Un mayor control prenatal
Gracias al desarrollo de la medicina materno fetal, hoy es posible disminuir muchos de los riesgos de un embarazo múltiple, mediante un mejor control prenatal, el que se debe realizar en forma mensual hasta los seis meses (en los embarazos único es hasta los siete), luego cada dos semanas hasta los ocho, y después una vez a la semana. Esto puede variar dependiendo del caso y de si es mono o bicorial. Además, lo controles ecográficos son más frecuentes, sobre todo para poder pesquisar si se está produciendo el síndrome de transfusión feto-fetal
A diferencia del embarazo único, en el gemelar es muy difícil el control de peso de la mamá, debido a que cuesta definir qué porcentaje corresponde exclusivamente a ella y cuál a los fetos, a la placenta, al líquido amniótico y a la sangre, ya que se trata de volúmenes altos.
De hecho, es habitual ver que después del parto, muchas mamás pesan menos de lo que pesaban antes del embarazo, debido al consumo de energía que le significó llevar dos o más bebés.
Al igual que en el embarazo único, la madre de gemelos debe tener una alimentación adecuada, lo que no significa comer por tres sino que mantener una dieta equilibrada. 'En estos casos, es más común que haya un déficit de micronutrientes (calcio, fierro selenio, zinc y magnesio, entre otros), por lo que debe duplicarse la suplementación con vitaminas y calcio', asegura el ginecólogo.
En cuanto al trabajo de parto, en los embarazos múltiples habitualmente se desencadena antes. La edad promedio de término del gemelar son 37-38 semanas, del triple 34 y del cuádruple 32.
El doctor Astudillo explica que muchas veces se indica cesárea, la que se realiza, por ejemplo, en los embarazos múltiples de orden mayor; cuando uno de los gemelos no está en la posición correcta o cuando los dos bebés están en la misma bolsa (monoamniótico), por temor a que se enreden en el cordón.
¿Cómo ocurre un embarazo múltiple?
Cuando más de un óvulo es fecundado y se implanta en el útero se habla de mellizos fraternos, y pueden ser de distinto sexo. Cada uno tiene su placenta y su bolsa amniótica. Ellos son sólo hermanos concebidos simultáneamente, por lo tanto, no son idénticos, aunque pueden parecerse.
En cambio, cuando un óvulo es fecundado y luego se divide en dos o más embriones, se trata de gemelos idénticos, es decir, genéticamente iguales y siempre del mismo sexo. Aunque, estos hermanos pueden tener placentas y bolsas amnióticas separadas, lo más común es que compartan una placenta con bolsas distintas. En raras ocasiones, los gemelos idénticos comparten tanto la placenta como la bolsa amniótica.