La más frecuente es por la presencia de contracciones uterinas regulares, con una frecuencia de dos en 10 minutos y que se mantengan por más de dos horas. Generalmente, al comienzo son indoloras, pero a medida que avanza la dilatación del cuello uterino va aumentando la intensidad del dolor.
Asimismo, es considerado como inicio del parto la pérdida de líquido amniótico secundario a una rotura de las membranas o 'bolsa de las aguas'.
También la eliminación de una mucosidad con sangre, 'tapón mucoso', seguido posteriormente de contracciones uterinas frecuentes, es indicio de esta etapa de culminación del embarazo.
El especialista asegura que en las primigestas, es decir, mujeres que tienen su primer embarazo, este proceso dura entre 12 y 16 hrs. En cambio, en las multíparas -con partos previos-, alrededor de 8 a 12 hrs.
Lo segundo es cuando se produce el periodo expulsivo. Aquí ocurre la 'salida' del bebé a través de la vagina.
Finalmente, se realiza la extracción de la placenta o 'alumbramiento placentario'. Esto se efectúa inmediatamente después de la salida del bebé.
El ginecólogo asegura que el parto vaginal es la única 'manera natural' de nacer. Lo bueno es que permite a la madre una recuperación más rápida y menos dolorosa para atender con mayor prontitud al hijo recién nacido (apego temprano).
Hay ocasiones en que no es posible un parto normal, y es necesario recurrir a una cesárea. Los factores que inciden en esta determinación son la baja estatura de la madre; fetos macrosómicos, es decir, de más de 4 kg.; sufrimiento fetal agudo y enfermedades maternas, como diabetes, cardiopatías y presión alta.
Asimismo, es necesario recurrir a este parto si existen anomalías de la placenta, como por ejemplo si es previa; posiciones fetales de 'tronco' (transversa) o podálicas (nalgas), cesáreas previas, partos prematuros con niños de muy bajo peso e inducciones de trabajo de parto que no resultan (inducción fracasada).
La cesárea tiene diversos beneficios, ya que se logra extraer con mayor prontitud al bebé cuando el parto vaginal fracasa o se presenta un sufrimiento fetal agudo. Asimismo, permite sacar con mayor facilidad y menor riesgo niños muy grandes o menores de un kilo.
También disminuye el riesgo de rotura del útero en madres que han tenido más de dos cesáreas previas.
El parto es una de las principales preocupaciones de la mujer embarazada, especialmente si es la primera vez que vive esta experiencia. Por eso, informarse es una buena manera de estar mejor preparada para este momento.
El parto es la culminación del embarazo, el periodo de salida del bebé del útero materno. El doctor Ricardo Von Muhlenbrock, ginecólogo de Clínica Alemana, explica que 'existen tres formas de detectar su inicio'.
La más frecuente es por la presencia de contracciones uterinas regulares, con una frecuencia de dos en 10 minutos y que se mantengan por más de dos horas. Generalmente, al comienzo son indoloras, pero a medida que avanza la dilatación del cuello uterino va aumentando la intensidad del dolor.
Asimismo, es considerado como inicio del parto la pérdida de líquido amniótico secundario a una rotura de las membranas o 'bolsa de las aguas'.
También la eliminación de una mucosidad con sangre, 'tapón mucoso', seguido posteriormente de contracciones uterinas frecuentes, es indicio de esta etapa de culminación del embarazo.
El especialista asegura que en las primigestas, es decir, mujeres que tienen su primer embarazo, este proceso dura entre 12 y 16 hrs. En cambio, en las multíparas -con partos previos-, alrededor de 8 a 12 hrs.
Lo segundo es cuando se produce el periodo expulsivo. Aquí ocurre la 'salida' del bebé a través de la vagina.
Finalmente, se realiza la extracción de la placenta o 'alumbramiento placentario'. Esto se efectúa inmediatamente después de la salida del bebé.
El ginecólogo asegura que el parto vaginal es la única 'manera natural' de nacer. Lo bueno es que permite a la madre una recuperación más rápida y menos dolorosa para atender con mayor prontitud al hijo recién nacido (apego temprano).
Hay ocasiones en que no es posible un parto normal, y es necesario recurrir a una cesárea. Los factores que inciden en esta determinación son la baja estatura de la madre; fetos macrosómicos, es decir, de más de 4 kg.; sufrimiento fetal agudo y enfermedades maternas, como diabetes, cardiopatías y presión alta.
Asimismo, es necesario recurrir a este parto si existen anomalías de la placenta, como por ejemplo si es previa; posiciones fetales de 'tronco' (transversa) o podálicas (nalgas), cesáreas previas, partos prematuros con niños de muy bajo peso e inducciones de trabajo de parto que no resultan (inducción fracasada).
La cesárea tiene diversos beneficios, ya que se logra extraer con mayor prontitud al bebé cuando el parto vaginal fracasa o se presenta un sufrimiento fetal agudo. Asimismo, permite sacar con mayor facilidad y menor riesgo niños muy grandes o menores de un kilo.
También disminuye el riesgo de rotura del útero en madres que han tenido más de dos cesáreas previas.