Del 31 de agosto al 6 de septiembre
Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente 278 millones de personas en el mundo están afectados por pérdida moderada de audición bilateral o peor. Asimismo, la Fundación Escúchame asegura que en Chile, de cada mil niños nacidos, entre uno y dos presentan sordera, y la mayoría de las veces por causas desconocidas.
Como una forma de enfrentar este trastorno, en 2005 Clínica Alemana y la Fundación Escúchame firmaron una alianza que entrega ayuda gratuita a niños sordos de escasos recursos.
El doctor Gonzalo Bonilla, otorrinoloaringólogo de Clínica Alemana, explica que 'este convenio consiste en la gratuidad de las operaciones de implante coclear para tres niños anualmente'.
Algunas de las actividades que se realizarán como parte de esta iniciativa son la entrega de stickers a 500 autos; repartición de volantes en cuatro comunas de Santiago (Vitacura, Lo Barnechea, Providencia y La Reina); distribución de volantes e información en tres malls de la capital (Portal y shopping de la Dehesa, y en el Apumanque).
Además, durante septiembre se entregará información sobre la Semana de la Sordera y la Fundación Escúchame en las tiendas de Rotter & Krauss del Parque Arauco y Alto las Condes.
La sordera o hipoacusia, detectada tardíamente, es una discapacidad que no sólo afecta la comunicación oral y el desarrollo del lenguaje en el niño, sino que también dificulta y retrasa todo su desarrollo posterior como individuo, en las áreas cognitivas, emocional y social.
Al respecto, el doctor Bonilla asegura que 'es fundamental que a los recién nacidos se les practiquen los exámenes auditivos específicos para un diagnóstico precoz'. En Clínica Alemana se realiza en forma optativa una prueba de emisiones otoacústicas, que busca detectar alteraciones auditivas en recién nacidos de término para poder tratarlas en forma temprana.
El beneficio de esta detección precoz es permitir trazar un plan de tratamiento con mejor pronóstico, ya que se debe identificar al niño con problemas auditivos antes de los tres meses.
Las principales causas de la sordera son la herencia, que la madre haya padecido rubéola o sarampión durante el primer trimestre del embarazo y/o que haya consumido medicamentos que puedan dañar el órgano auditivo del niño en gestación.
Asimismo, son factores de riesgo los partos difíciles que provoquen la falta de oxígeno o asfixia al momento de nacer; prematurez con peso de nacimiento inferior a 1.500 gramos, y malformaciones en la cabeza, cara u oídos del bebé.
Por último, deben ser examinados exhaustivamente los niños que han sido hospitalizados en cuidados intensivos después de su nacimiento por más de dos días, además de los recién nacidos que han sido sometidos a recambio sanguíneo por hiperbilirrubinemia después de su nacimiento. La presencia de meningitis bacteriana, enfermedades virales que afectan el oído y la otitis media que produce un deterioro paulatino de la audición, son factores que obligan a una revisión a fondo.
El implante coclear tiene componentes externos e internos. El sistema recibe la señal acústica a través de un micrófono ubicado detrás de la oreja (1) y ésta se dirige por un cable (2) al procesador del habla (3), donde la señal es analizada, procesada y digitalizada. Luego es llevada (4) a la antena transmisora (5) que se ubica sobre la piel.
Ésta transmite la señal codificada a través de ondas de radio FM al implante (6) colocado en la cirugía, el que decodifica la señal y la envía al electrodo (7) inserto dentro de la cóclea. De esta forma, el electrodo estimula eléctricamente a las fibras del nervio auditivo (8). Finalmente, la información llega al cerebro, donde es interpretada como sonido.
Entre el 31 de agosto y el 6 de septiembre, la Fundación Escúchame realizará 'La Semana de la Sordera', una campaña que tiene como objetivo enseñar sobre la importancia de la detección precoz de la sordera.
Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente 278 millones de personas en el mundo están afectados por pérdida moderada de audición bilateral o peor. Asimismo, la Fundación Escúchame asegura que en Chile, de cada mil niños nacidos, entre uno y dos presentan sordera, y la mayoría de las veces por causas desconocidas.
Como una forma de enfrentar este trastorno, en 2005 Clínica Alemana y la Fundación Escúchame firmaron una alianza que entrega ayuda gratuita a niños sordos de escasos recursos.
El doctor Gonzalo Bonilla, otorrinoloaringólogo de Clínica Alemana, explica que 'este convenio consiste en la gratuidad de las operaciones de implante coclear para tres niños anualmente'.
Algunas de las actividades que se realizarán como parte de esta iniciativa son la entrega de stickers a 500 autos; repartición de volantes en cuatro comunas de Santiago (Vitacura, Lo Barnechea, Providencia y La Reina); distribución de volantes e información en tres malls de la capital (Portal y shopping de la Dehesa, y en el Apumanque).
Además, durante septiembre se entregará información sobre la Semana de la Sordera y la Fundación Escúchame en las tiendas de Rotter & Krauss del Parque Arauco y Alto las Condes.
La sordera o hipoacusia, detectada tardíamente, es una discapacidad que no sólo afecta la comunicación oral y el desarrollo del lenguaje en el niño, sino que también dificulta y retrasa todo su desarrollo posterior como individuo, en las áreas cognitivas, emocional y social.
Al respecto, el doctor Bonilla asegura que 'es fundamental que a los recién nacidos se les practiquen los exámenes auditivos específicos para un diagnóstico precoz'. En Clínica Alemana se realiza en forma optativa una prueba de emisiones otoacústicas, que busca detectar alteraciones auditivas en recién nacidos de término para poder tratarlas en forma temprana.
El beneficio de esta detección precoz es permitir trazar un plan de tratamiento con mejor pronóstico, ya que se debe identificar al niño con problemas auditivos antes de los tres meses.
Las principales causas de la sordera son la herencia, que la madre haya padecido rubéola o sarampión durante el primer trimestre del embarazo y/o que haya consumido medicamentos que puedan dañar el órgano auditivo del niño en gestación.
Asimismo, son factores de riesgo los partos difíciles que provoquen la falta de oxígeno o asfixia al momento de nacer; prematurez con peso de nacimiento inferior a 1.500 gramos, y malformaciones en la cabeza, cara u oídos del bebé.
Por último, deben ser examinados exhaustivamente los niños que han sido hospitalizados en cuidados intensivos después de su nacimiento por más de dos días, además de los recién nacidos que han sido sometidos a recambio sanguíneo por hiperbilirrubinemia después de su nacimiento. La presencia de meningitis bacteriana, enfermedades virales que afectan el oído y la otitis media que produce un deterioro paulatino de la audición, son factores que obligan a una revisión a fondo.
El implante coclear tiene componentes externos e internos. El sistema recibe la señal acústica a través de un micrófono ubicado detrás de la oreja (1) y ésta se dirige por un cable (2) al procesador del habla (3), donde la señal es analizada, procesada y digitalizada. Luego es llevada (4) a la antena transmisora (5) que se ubica sobre la piel.
Ésta transmite la señal codificada a través de ondas de radio FM al implante (6) colocado en la cirugía, el que decodifica la señal y la envía al electrodo (7) inserto dentro de la cóclea. De esta forma, el electrodo estimula eléctricamente a las fibras del nervio auditivo (8). Finalmente, la información llega al cerebro, donde es interpretada como sonido.