El ser humano tiene un mecanismo de continencia del aparato esfinteranio. Esta estructura le permite manejar sus deposiciones en forma controlada, salvo determinadas circunstancias, como cuando hay razones propias de la edad avanzada o un accidente en que se daña el sistema nervioso.
Existen tres grados de incontinencia fecal. La grado 1 es la más leve y sólo permite que se escapen en forma involuntaria gases. En tanto, la grado 2 no permite que se contengan gases ni deposiciones muy blandas o líquidas. Por último, el grado 3 es cuando la incontinencia libera deposiciones formadas.
El diagnóstico lo debe realizar un coloproctólogo, y considera la historia del paciente y diversos exámenes. Uno de éstos es la endosonografía rectal y ecografía perineal que permite al médico ver la estructura del esfínter y evaluar si existe daño en algunos de los componentes.
Asimismo, se realiza una manometría anal, que mide las presiones a nivel del esfínter anal con un instrumento especial.
La incontinencia fecal puede y debe ser tratada adecuadamente para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. El manejo puede ser médico o quirúrgico, según lo requiera el grado de incontinencia.
Si el tratamiento es médico, y el problema es generado por debilidad, se indica retroalimentación biológica o biofeedback anorectal. Esto pretende entrenar al paciente en el control de su esfínter anal, visualizando en pantalla las oscilaciones que se producen en ese movimiento.
Esta técnica es de mucha ayuda, ya que fortalece el músculo. De hecho, en la mayoría de las personas esto mejora la continencia.
El doctor Weishaupt asegura que 'el entrenamiento de retroalimentación biológica puede inclusive acabar con el problema de incontinencia fecal'.
Los pacientes que no responden al tratamiento médico, pueden requerir una intervención quirúrgica llamada 'esfinteroplastía' destinada a volver a unir los extremos del esfínter anal que se encuentran rotos.
Departamento de Cirugía General
Teléfono: 210 1112
Además de ser un trastorno médico, la incontinencia fecal es también un problema social, ya que poco a poco las personas con esta alteración se aíslan de amistades, de su entorno familiar e, incluso, laboral.
La incontinencia fecal es la pérdida del control normal del aparato esfinteriano anal, lo que se traduce en eliminación involuntaria de gases y/o deposiciones.
Muchas personas con este problema sienten vergüenza y no se atreven a consultar. Sin embargo, el doctor Ricardo Weishaupt, coloproctólogo de Clínica Alemana, explica que 'es importante que estos pacientes acudan a un especialista porque actualmente hay muchos tratamientos disponibles que son efectivos para la incontinencia fecal'.
El ser humano tiene un mecanismo de continencia del aparato esfinteranio. Esta estructura le permite manejar sus deposiciones en forma controlada, salvo determinadas circunstancias, como cuando hay razones propias de la edad avanzada o un accidente en que se daña el sistema nervioso.
Existen tres grados de incontinencia fecal. La grado 1 es la más leve y sólo permite que se escapen en forma involuntaria gases. En tanto, la grado 2 no permite que se contengan gases ni deposiciones muy blandas o líquidas. Por último, el grado 3 es cuando la incontinencia libera deposiciones formadas.
El diagnóstico lo debe realizar un coloproctólogo, y considera la historia del paciente y diversos exámenes. Uno de éstos es la endosonografía rectal y ecografía perineal que permite al médico ver la estructura del esfínter y evaluar si existe daño en algunos de los componentes.
Asimismo, se realiza una manometría anal, que mide las presiones a nivel del esfínter anal con un instrumento especial.
La incontinencia fecal puede y debe ser tratada adecuadamente para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. El manejo puede ser médico o quirúrgico, según lo requiera el grado de incontinencia.
Si el tratamiento es médico, y el problema es generado por debilidad, se indica retroalimentación biológica o biofeedback anorectal. Esto pretende entrenar al paciente en el control de su esfínter anal, visualizando en pantalla las oscilaciones que se producen en ese movimiento.
Esta técnica es de mucha ayuda, ya que fortalece el músculo. De hecho, en la mayoría de las personas esto mejora la continencia.
El doctor Weishaupt asegura que 'el entrenamiento de retroalimentación biológica puede inclusive acabar con el problema de incontinencia fecal'.
Los pacientes que no responden al tratamiento médico, pueden requerir una intervención quirúrgica llamada 'esfinteroplastía' destinada a volver a unir los extremos del esfínter anal que se encuentran rotos.
Departamento de Cirugía General
Teléfono: 210 1112