Sí, ya que aunque reciba menor cantidad de lactancia materna, igual es recomendable ponerlo al pecho, ya que con esto recibe igualmente factores de protección para las infecciones.
En general, cuando hay signos de hipoalimentación en los recién nacidos se les administra el mismo volumen de leche materna que de formula láctea. Lo habitual es dar lactancia materna y luego el 'relleno', en caso de que la madre no tenga todavía un volumen adecuado. De esta manera, paulatinamente, mejora la cantidad de leche materna.
Lo principal es que sea una leche adecuada para la edad de lactante, por ejemplo, una fórmula que contenga proteínas semejantes a la leche materna para los recién nacidos, esto es, no más de 1,6 gramos de proteínas por 100 cc de fórmul. Además, debe tener aporte de calcio.
La doctora Guardia explica que a nivel nacional existe un
plan de alimentación para niños con necesidades especiales, por ejemplo, aquéllos con enfermedades metabólicas. En este programa se les entrega fórmulas específicas durante un tiempo determinado, las que
son aportadas y controladas en los consultorios del país.
En Chile, existen innumerables tipos de fórmulas lácteas, entre ellas:
Sin lactosa: Indicada para la intolerancia a la lactosa y adecuada para diarreas prolongadas.
De soya: No contiene lactosa y las proteínas son de origen vegetal. Indicada para algunos casos de alergias alimentarias.
Leche para errores metabólicos: Usada cuando alguna enzima no funciona bien, por ejemplo, en los fenilcetonúricos.
Para prematuros: Estas fórmulas poseen mayor aporte de sodio, proteínas, calorías y calcio.
Sin duda, uno de los lazos más significativos entre la madre y el hijo se produce cuando se da pecho. Sin embargo, hay mujeres que, por diversas razones, no pueden hacerlo, por lo que la elección de una buena leche de fórmula
es indispensable para el recién nacido, lo que debe ser determinado por el doctor.
La doctora Sylvia Guardia, nutrióloga infantil de Clínica Alemana, aclara las principales dudas acerca de la leche materna versus
la artificial.
No hay comparación entre los beneficios de la leche materna
y los de la artificial, principalmente, desde el punto de vista inmunológico (defensas), ya que la primera contiene inmunoglobulinas. Es por esto que protege al lactante de infecciones digestivas y respiratorias. Otro factor importante
es que tiene factor de crecimiento para el intestino, además de proteger al menor de alergias alimentarias. En materia nutricional, posee excelente calidad de proteínas y una adecuada calidad de grasas para el desarrollo neurológico.
Sin duda, uno de los lazos más significativos entre la madre y el hijo se produce cuando se da pecho. Sin embargo, hay mujeres que, por diversas razones, no pueden hacerlo, por lo que la elección de una buena leche de fórmula
es indispensable para el recién nacido, lo que debe ser determinado por el doctor.
La doctora Sylvia Guardia, nutrióloga infantil de Clínica Alemana, aclara las principales dudas acerca de la leche materna versus
la artificial.
Las formulas lácteas actuales, especialmente para recién nacidos hasta los seis meses, conocidas como fórmulas de inicio, son las que más se asemejan al aporte nutricional de la leche materna
y son ampliamente reconocidas. Sin embargo, se recomienda que la lactancia materna se prolongue, por lo menos, hasta los 6 meses de vida.
Se recomienda que el cambio sea después del año. Asimismo, la recomendación de la Rama Chilena de Nutrición es dar leche materna como única alimentación hasta los seis meses, periodo en que se agregan las papillas.
Puede haber mayor probabilidad de desarrollar alergias e infecciones. Sin embargo, no tiene consecuencias en el crecimiento del niño.
Se recomienda cuando con la lactancia materna exclusiva el niño presenta baja de peso o incremento inadecuado del mismo. Además, debe descartarse alguna enfermedad.
Sí, ya que aunque reciba menor cantidad de lactancia materna, igual es recomendable ponerlo al pecho, ya que con esto recibe igualmente factores de protección para las infecciones.
En general, cuando hay signos de hipoalimentación en los recién nacidos se les administra el mismo volumen de leche materna que de formula láctea. Lo habitual es dar lactancia materna y luego el 'relleno', en caso de que la madre no tenga todavía un volumen adecuado. De esta manera, paulatinamente, mejora la cantidad de leche materna.
Lo principal es que sea una leche adecuada para la edad de lactante, por ejemplo, una fórmula que contenga proteínas semejantes a la leche materna para los recién nacidos, esto es, no más de 1,6 gramos de proteínas por 100 cc de fórmul. Además, debe tener aporte de calcio.
La doctora Guardia explica que a nivel nacional existe un
plan de alimentación para niños con necesidades especiales, por ejemplo, aquéllos con enfermedades metabólicas. En este programa se les entrega fórmulas específicas durante un tiempo determinado, las que
son aportadas y controladas en los consultorios del país.
En Chile, existen innumerables tipos de fórmulas lácteas, entre ellas:
Sin lactosa: Indicada para la intolerancia a la lactosa y adecuada para diarreas prolongadas.
De soya: No contiene lactosa y las proteínas son de origen vegetal. Indicada para algunos casos de alergias alimentarias.
Leche para errores metabólicos: Usada cuando alguna enzima no funciona bien, por ejemplo, en los fenilcetonúricos.
Para prematuros: Estas fórmulas poseen mayor aporte de sodio, proteínas, calorías y calcio.