Por lo general, esta conducta se puede presentar en individuos que tienen una personalidad inmadura, son dependientes, ansiosos, muy rígidos o con algunos trastornos de personalidad.
La psicóloga afirma que esta dificultad se produce porque la sociedad actual tiende a negar y eliminar el sufrimiento como parte intrínseca del concepto de felicidad. A esto se suma que en este mundo facilitado de tecnologías y automatismos
la habilidad para enfrentar desafíos y salir renovados de las derrotas tiende a extinguirse.
'Los obstáculos y frustraciones son material pedagógico para que nos eduquemos a nosotros mismos, son instancias de aprendizaje
desde adentro, que más que vencer trabas nos orientan a vencernos a nosotros mismos, reconocer nuestras verdaderas barreras internas, aumentar el autoconocimiento y ponernos nuevamente en marcha', afirma la especialista.
Hay casos más graves en que esta conducta puede desencadenar adicciones, comportamientos compulsivos e, incluso, la automutilación o el suicidio, por lo que se hace importante educar a los niños en este sentido desde pequeños. 'La necesidad de gratificación inmediata del individuo intolerante, sin autorregulación ni voluntad, hacen que el abuso de sustancias y la autoagresión se conviertan en mecanismos primitivos para escapar a una realidad que no se sabe enfrentar'.
La psicóloga hace hincapié en que los primeros que deben aprender a sobrellevar la frustración de manera sana son los padres, pues de otra forma es muy difícil enseñarla.
También es importante que los niños se sientan acogidos en términos afectivos. 'Necesitamos padres que después de las derrotas ayuden a sus hijos a mirarse sin herirse, a entenderse sin desesperarse, a corregirse sin dañarse, a quererse porque son queridos'.
Tampoco debe confundirse el aceptar y seguir el camino con la pérdida de la capacidad de competencia y quedarse estancados.
'Bajo la perspectiva de que como seres humanos necesitamos ensayar conductas para aprenderlas, experimentar vulnerabilidad para fortalecernos y ayudarnos unos a otros para avanzar, es posible educar la competencia, el empuje y el desafío al mismo tiempo que la templanza, la serenidad el autoconocimiento y colaboración'.
Mejorar la tolerancia a la frustración demanda reflexionar, detenerse a pensar en que lo aceptado es un paso necesario para alcanzar la plenitud y realización. Asimismo, significará disponer de un arsenal de ideas y significados que llenan de comprensión, fuerza y esperanza para seguir creciendo.
'Es fundamental disponer de más y mejores habilidades para leer y dar significado a lo que nos ocurre. Contar con un código para descifrar el sentido de lo que nos pasa (éxitos y fracasos) es una tarea que se hace cada día, apoyados en nuestra historia, nuestra mente y en el seno de las tradiciones espirituales que brinda cada cultura', sostiene.
Las maneras de enfrentar la frustración dan cuenta de varios eventos psicológicos:
Servicio de Psiquiatría
Teléfono: 210 10 61
Al salir del colegio, Héctor ingresó a estudiar música. Pronto se dio cuenta de que no era tan virtuoso para esa profesión como él esperaba. Abrumado, abandonó la carrera al semestre de haber comenzado. Se cambió
a estudiar publicidad, pero vio que sus logros eran insuficientes y nuevamente dejó sus estudios sin haber concluido el año. Como él, muchas personas no logran sobrellevar las dificultades que se les cruzan en el camino, dejando
abandonadas sus metas y sueños.
Solange Anuch, psicóloga de Clínica Alemana, explica que la baja tolerancia a la frustración se presenta en quienes no han desarrollado suficientes recursos psicólogicos
para procesar los obstáculos que la vida les lleva a enfrentar. 'Así, observaremos personalidades a las que les resulta muy difícil rehacerse y dar un giro en el camino', sostiene.
Por lo general, esta conducta se puede presentar en individuos que tienen una personalidad inmadura, son dependientes, ansiosos, muy rígidos o con algunos trastornos de personalidad.
La psicóloga afirma que esta dificultad se produce porque la sociedad actual tiende a negar y eliminar el sufrimiento como parte intrínseca del concepto de felicidad. A esto se suma que en este mundo facilitado de tecnologías y automatismos
la habilidad para enfrentar desafíos y salir renovados de las derrotas tiende a extinguirse.
'Los obstáculos y frustraciones son material pedagógico para que nos eduquemos a nosotros mismos, son instancias de aprendizaje
desde adentro, que más que vencer trabas nos orientan a vencernos a nosotros mismos, reconocer nuestras verdaderas barreras internas, aumentar el autoconocimiento y ponernos nuevamente en marcha', afirma la especialista.
Hay casos más graves en que esta conducta puede desencadenar adicciones, comportamientos compulsivos e, incluso, la automutilación o el suicidio, por lo que se hace importante educar a los niños en este sentido desde pequeños. 'La necesidad de gratificación inmediata del individuo intolerante, sin autorregulación ni voluntad, hacen que el abuso de sustancias y la autoagresión se conviertan en mecanismos primitivos para escapar a una realidad que no se sabe enfrentar'.
La psicóloga hace hincapié en que los primeros que deben aprender a sobrellevar la frustración de manera sana son los padres, pues de otra forma es muy difícil enseñarla.
También es importante que los niños se sientan acogidos en términos afectivos. 'Necesitamos padres que después de las derrotas ayuden a sus hijos a mirarse sin herirse, a entenderse sin desesperarse, a corregirse sin dañarse, a quererse porque son queridos'.
Tampoco debe confundirse el aceptar y seguir el camino con la pérdida de la capacidad de competencia y quedarse estancados.
'Bajo la perspectiva de que como seres humanos necesitamos ensayar conductas para aprenderlas, experimentar vulnerabilidad para fortalecernos y ayudarnos unos a otros para avanzar, es posible educar la competencia, el empuje y el desafío al mismo tiempo que la templanza, la serenidad el autoconocimiento y colaboración'.
Mejorar la tolerancia a la frustración demanda reflexionar, detenerse a pensar en que lo aceptado es un paso necesario para alcanzar la plenitud y realización. Asimismo, significará disponer de un arsenal de ideas y significados que llenan de comprensión, fuerza y esperanza para seguir creciendo.
'Es fundamental disponer de más y mejores habilidades para leer y dar significado a lo que nos ocurre. Contar con un código para descifrar el sentido de lo que nos pasa (éxitos y fracasos) es una tarea que se hace cada día, apoyados en nuestra historia, nuestra mente y en el seno de las tradiciones espirituales que brinda cada cultura', sostiene.
Las maneras de enfrentar la frustración dan cuenta de varios eventos psicológicos:
Servicio de Psiquiatría
Teléfono: 210 10 61