La Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana, a cargo del doctor Patricio González, inició en 2007 un proyecto para criopreservar los óvulos excedentes de las mujeres que se sometían a tratamientos de fecundación in vitro.
“Ya son más de 100 las mujeres que han decidido criopreservar sus óvulos y la mayoría de ellas corresponde a quienes han pasado por un ciclo de fecundación asistida. De esta forma, se evita repetir un nuevo ciclo de estimulación ovárica y extracción de óvulos”, informa el doctor González.
En Clínica Alemana se insemina un número determinado de óvulos, dependiendo de la edad de la mujer, la causa de infertilidad y otros factores. Previo a esta técnica de estimulación ovárica, los óvulos excedentes eran eliminados.
El especialista subraya que el Comité de Etica de esta institución determinó que en este centro no se congelan embriones y que los ovocitos que aquí se preserven sólo podrán ser utilizados antes de que la mujer cumpla 45 años. Esto, considerando que también existe una amplia discusión sobre la conveniencia de que personas mayores puedan embarazarse mediante inseminación artificial.
“Con esta técnica ofrecemos una alternativa a parejas que por convicciones personales no desean congelar embriones. La criopreservación de ovocitos permite guardar estas células antes de la fecundación para ser inseminadas
más adelante”, aclara.
El doctor González recuerda que los óvulos tienen la misma edad que la mujer que los genera y que a más años, éstos pierden su eficiencia. Pero si se congelan, mantienen la edad de cuando fueron extraídos.
Esta técnica también puede ser ofrecida a mujeres que han postergado, por diversas razones, su fertilidad y a las que tienen riesgo de perderla porque deben realizarse tratamientos oncológicos.
A diferencia de la criopreservación de espermatozoides, que existe desde hace varios años y ya está bastante difundida, congelar óvulos es un procedimiento relativamente nuevo en el mundo y en Chile.
A la fecha, Clínica Alemana ya exhibe resultados positivos: hay trece embarazos y, hasta ahora, nueve nacimientos.El doctor González indica que el hecho de tener ovocitos criopreservados aumenta en alrededor de un 15% la posibilidad de embarazo en un ciclo de fecundación in vitro.
La Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana también se encuentra investigando sobre la criopreservación de tejido ovárico. “Esta es una técnica muy reciente, que consiste en extraer un pequeño trozo de ovario que se congela para ser reimplantado más tarde. Este procedimiento está orientado a niñas que hayan o no alcanzado su etapa de madurez y que tienen el riesgo de perder su fertilidad por ser sometidas a tratamiento oncológico”, acota.
La investigación se encuentra en una etapa inicial de validación de la técnica, pero el especialista estima que en el corto plazo estarán en condiciones de ofrecerlo a la comunidad.
El óvulo u ovocito es el gameto femenino producido por el ovario. Es una célula con 23 cromosomas (la mitad de la información genética) que tiene como propósito ser fecundada por un espermatozoide para dar origen a un cigoto o embrión. En general, las mujeres nacen con alrededor de dos millones de óvulos en los ovarios, que se encuentran en estado inmaduro.
El inicio del desarrollo sexual durante la pubertad motiva la maduración del primer óvulo y, por lo tanto, es el comienzo del primer ciclo menstrual, situación que en promedio ocurre a la edad de 12 años.
El doctor González advierte que a partir de los 30 años la fertilidad disminuye en las mujeres y no existe un tratamiento que revierta este descenso, “por lo tanto, lo ideal es criopreservar óvulos de mujeres que no sobrepasen los 30 años, sin embargo, ninguna mujer piensa en esta opción a temprana edad.
Mi recomendación es no postergar la maternidad, ya que la ciencia no puede mejorar la edad y calidad del óvulo”. Los óvulos son guardados en el Laboratorio de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana, a cargo de la doctora bioquímico Isabel Carrasco, quien explica que para conservarlos en óptimas condiciones es necesario realizar un proceso mucho más complejo que el empleado en la criopreservación de espermatozoides.
Esto se debe a que los gametos femeninos son más grandes y están compuestos por una mayor cantidad de agua que los masculinos, por lo tanto, tienen más riesgo de dañarse durante el proceso de descongelamiento, sobre todo a nivel de cromosomas. Sin embargo, si esta técnica es realizada en forma correcta, pueden lograrse muy buenos resultados, indica.