En cuanto a los pacientes que sufren la enfermedad de Quervain por maniobras repetitivas, el tratamiento es más difícil, ya que se comienza con un inmovilizador del pulgar, hielo local, antiinflamatorio y a veces fisioterapia (con
kinesiólogo). Si el resultado es positivo, la persona es dada de alta. Si no es así se debe recurrir a una infiltración de corticoide, lo que produce un alivio de los síntomas que en el 50% de los casos es suficiente. Cuando
esto no resulta, se debe operar.
Odontólogos y embarazadas del último trimestre son los principales afectados por la enfermedad de Quervain, una inflamación de la cubierta de los tendones extensores que mueven el dedo pulgar hacia arriba y hacia afuera.
El doctor Felipe Saxton, traumatólogo de la Unidad de Mano y Microcirugía de Clínica Alemana,
explica que 'esta patología se produce por realizar movimientos repetitivos, como en el caso de los odontólogos, o por el aumento de edema en las vainas sinoviales, como ocurre en el embarazo'.
Al realizar el diagnóstico
de la enfermedad de Quervain se debe tener especial cuidado, ya que suele confundirse con artrosis de la articulación trapecio metacarpiana. Para esto se realiza el diagnóstico de sospecha con un test físico muy simple, conocido
como Prueba de Finkelstein en la que se pide al paciente que introduzca el pulgar dentro de los demás dedos y se le mueve la mano hacia abajo, lo que produce un importante dolor en el trayecto de los tendones. En tanto, para el diagnóstico
definitivo se hace una ecotomografía.
Cuando la causa es el edema producto del embarazo, el doctor Saxton explica que el tratamiento consiste básicamente en poner un inmovilizador
del pulgar, aplicar hielo local, administrar un antiinflamatorio permitido en la lactancia y restringir la actividad física. La mayoría se mejora al dar a luz, ya que por un estado fisiológico el edema comienza a disminuir.
En cuanto a los pacientes que sufren la enfermedad de Quervain por maniobras repetitivas, el tratamiento es más difícil, ya que se comienza con un inmovilizador del pulgar, hielo local, antiinflamatorio y a veces fisioterapia (con
kinesiólogo). Si el resultado es positivo, la persona es dada de alta. Si no es así se debe recurrir a una infiltración de corticoide, lo que produce un alivio de los síntomas que en el 50% de los casos es suficiente. Cuando
esto no resulta, se debe operar.