Clínica Alemana - Universidad del Desarrollo:
Anualmente, mueren en Chile más de 8.000 personas por enfermedades cerebrovasculares, lo que convierte a esta patología en la principal causa de muerte junto con las enfermedades isquémicas al corazón. Esta cifra se reparte heterogéneamente a lo largo del país y la mayoría de las víctimas se concentra en las regiones V, VII, VIII y IX, sobre todo en mujeres mayores.
Un estudio publicado en agosto en la revista Neuroepidemiology, reveló que las tasas más altas de mortalidad por esta causa en esas zonas se explica por una combinación de las prevalencias de pobreza (34%), diabetes (17%), sedentarismo (8%) y sobrepeso (3%).
El trabajo fue realizado por un grupo de investigadores del Programa de Enfermedades Cerebrovasculares de Clínica Alemana, dirigido por el doctor Pablo Lavados, en conjunto con investigadores del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Facultad de Medicina Clínica-Alemana Universidad del Desarrollo, entre los que se encuentra la experta en bioestadística Iris Delgado y la especialista en salud pública doctora Liliana Jadue.
El año estudiado fue el 2003 y las fuentes utilizadas fueron principalmente la Base de Datos Nacional del Certificado de Defunción, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional y la Encuesta Nacional de Salud.
El doctor Lavados, autor principal de este estudio y jefe de la Unidad de Ataque Cerebrovascular de Clínica Alemana, se refiere a los resultados de este trabajo ya sus implicancias a nivel nacional en materia de salud pública.
¿Los resultados obtenidos en este estudio son comparables a lo que se observa en otros países?
Sí, lo son. En Estados Unidos existen regiones del sur donde el riesgo de mortalidad por enfermedad cerebrovascular es significativamente mayor que en el resto del país. Las variables asociadas también son nivel socioeconómico, y en menor medida, la prevalencia de factores cardiovasculares como diabetes. En España y Brasil se ha descrito el mismo fenómeno.
¿Qué pasa con la Región Metropolitana?
En esta área hay muchas diferencias intercomunales y, por lo tanto, la región como un todo es muy heterogénea, es como un país.
¿Cómo los resultados obtenidos pueden contribuir a tomar medidas en materia de salud pública?
Es posible usar esta información para focalizar recursos en las regiones de mortalidad más alta, mejorando el acceso a un manejo adecuado de los ataques cerebrovasculares.
¿Van a hacer más estudios de este tipo?
Este grupo va a seguir trabajando en esta área, de manera de aprovechar la gran experiencia que tiene el equipo de investigadores del centro de epidemiología y políticas de salud en el análisis de grandes bases de datos nacionales, y a nuestro interés permanente en las enfermedades cerebrovasculares. De hecho junto a Iris Delgado postulamos a un proyecto FONIS para estudiar la letalidad de los ataques cerebrovasculares en Chile y estamos preseleccionados para la segunda fase del concurso.
El estudio “Variables socioeconómicas y cardiovasculares explican las variaciones regionales en la mortalidad por ataque cerebrovascular en Chile: un estudio ecológico” fue publicado en agosto en el Volumen 37, Número 1, 2011, de la revista Neuroepidemiology.