Cambio de horario: Hay que bajarle el perfil
¿Qué hacer para evitarlo?
No darle tanta importancia y adecuarse lo antes posible, tanto en las horas de comida, las rutinas, etc. y no quedarse pegado con el horario anterior.
¿Qué hacer los primeros días si uno se ve afectado?
En particular, para el regreso al horario de invierno, conviene exponerse a luz lo más intensa posible en el horario después de almuerzo y hacia el final de la tarde. Por el contrario, usar anteojos oscuros y exponerse a la menor intensidad de luz posible en las mañanas.
En cuanto a los trabajadores, ¿quiénes sufren más con este cambio?
Afecta más a quienes trabajan en turnos que ya deben adaptarse constantemente.
¿Puede agudizar los trastornos de sueño de algunas personas?
Sí, especialmente cuando se tiene insomnio crónico o trastornos circadianos, como por ejemplo, en el caso de los no videntes o personas con síndrome de fase adelantada de sueño.
Servicio de Neurología
Teléfono: 210 1060 - 210 1061
Este fin de semana los relojes deben retrasarse una hora. Esto implica levantarse con más luz y que el atardecer sea más temprano. ¿Cómo lo toma el cuerpo que desde agosto del 2011 está acostumbrado al horario de verano?
El doctor Leonardo Serra, neurólogo del Centro del Sueño de Clínica Alemana, explica cuáles son las alteraciones más comunes relacionadas con el cambio de horario y cómo enfrentarlas.
¿Cómo se manifiesta esta alteración?
Al regresar al horario de invierno (que es la hora normal para nuestro país: GMT -4:00) se siente somnolencia más temprano, es decir, si antes a uno le daba sueño y se dormía a las 23:00 hrs., ahora ocurre a las 22:00 hrs.. Asimismo, puede costar menos levantarse en la mañana pues si, por ejemplo, mi horario natural para despertar es a las 7:00 hrs., ahora lo haré a las 6:00 hrs. y funcionaré mejor desde antes. También se pueden desordenar el apetito y la digestión.
¿Por qué se da esta alteración?
Para la mayoría no es una alteración y su impacto es más psicológico que físico. Todos los días nuestro reloj biológico se está ajustando, al igual que cada vez que viajamos. Por eso, no debiera demorar más de dos o tres días en alinearse con la nueva hora.
¿Es peor con el cambio de otoño o en primavera? ¿Por qué?
Depende de la edad. El regreso al horario de invierno es más difícil para los adultos mayores pues tienen tendencia a 'adelantar su fase', es decir, a dormirse y despertar más temprano. El reloj biológico de los seres humanos tiene un ciclo que normalmente dura 24 horas y media, por lo que diariamente se está adaptando al tiempo que dura la rotación de la Tierra. Por esto y, en especial para los adolescentes, es un poco más difícil el cambio hacia el horario de verano, cuando se 'pierde' una hora de sueño.
¿Qué hacer para evitarlo?
No darle tanta importancia y adecuarse lo antes posible, tanto en las horas de comida, las rutinas, etc. y no quedarse pegado con el horario anterior.
¿Qué hacer los primeros días si uno se ve afectado?
En particular, para el regreso al horario de invierno, conviene exponerse a luz lo más intensa posible en el horario después de almuerzo y hacia el final de la tarde. Por el contrario, usar anteojos oscuros y exponerse a la menor intensidad de luz posible en las mañanas.
En cuanto a los trabajadores, ¿quiénes sufren más con este cambio?
Afecta más a quienes trabajan en turnos que ya deben adaptarse constantemente.
¿Puede agudizar los trastornos de sueño de algunas personas?
Sí, especialmente cuando se tiene insomnio crónico o trastornos circadianos, como por ejemplo, en el caso de los no videntes o personas con síndrome de fase adelantada de sueño.
Servicio de Neurología
Teléfono: 210 1060 - 210 1061