Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2007, 1.905 personas murieron producto de un tumor maligno de la vesícula biliar, de otras partes y de las no especificadas de las vías biliares. De ellas, 1.386 eran mujeres.
Según el doctor Xabier De Aretxabala, cirujano digestivo de Clínica Alemana, “el cáncer vesicular afecta principalmente a la población femenina, en una relación de 5 a 1 con respecto a los hombres, y la edad promedio es de 50 años”.
Se trata de un tumor maligno originado en la pared de la vesícula biliar, que invade las capas más externas de este órgano hasta alcanzar el hígado y la vía biliar.
El especialista explica que “en más del 90% de los casos, este cáncer se asocia a la existencia de cálculos que actúan como cuerpos extraños e irritan la pared de la vesícula, durante años”. De hecho, una publicación del Ministerio de Salud (Minsal) expone que se ha identificado la presencia de estas piedras como el principal factor de riesgo en pacientes que desarrollaron cáncer, 20 años después.
Por esta razón, esta patología tiene uno de los peores pronósticos de todos los carcinomas gastrointestinales y hepatobiliares, con una sobrevida que no supera los dos años luego del diagnóstico.
En caso de que el cáncer sea confirmado existen dos posibles tratamientos, los cuales dependen del avance de la enfermedad. Si el tumor es pequeño, le deben sacar la vesícula y eso puede ser suficiente, sin embargo, si tiene mayor extensión es necesario realizar procedimientos más agresivos que incluyan la resección de órganos vecinos como el hígado y la vía biliar.
¿Qué es la vesícula?Es un órgano en forma de pera, ubicado en la superficie inferior del hígado, al lado derecho, y sirve de depósito de la bilis, líquido producido por el hígado para digerir los alimentos (generalmente con grasas). Así, durante y después de una comida, la vesícula se contrae y expulsa la bilis por su conducto de salida (cístico), luego pasa al canal principal (colédoco) y, finalmente, al intestino delgado (duodeno). |