Estufas prendidas todo el día y con altas temperaturas, ventanas cerradas y todo el mundo adentro de las casas es el clásico escenario invernal. Lamentablemente, las únicas favorecidas son las infecciones, especialmente virales. Así, las enfermedades respiratorias, como influenza, virus respiratorio sincicial y adenovirus aumentan y afectan cada año a miles de personas, sobre todo a niños y ancianos. ¿Se puede revertir esta realidad? El doctor Raúl Corrales, pediatra broncopulmonar de Clínica Alemana, asegura que sí y da algunos consejos para lograrlo.
No fumar!
No hay que fumar en el interior de las casas ni estar en ambientes con humo de tabaco, ya que favorecen o agravan las enfermedades respiratorias por los múltiples efectos que tiene el cigarrillo sobre el aparato respiratorio, ya que es irritativo, alterador de los mecanismos normales de defensa del pulmón y aumenta las secreciones, entre otros.
Casa calefaccionada, no hirviendo
Evitar las temperaturas muy altas intradomiciliarias. La temperatura ideal es alrededor de los 19-20 grados. Los niños -que en general se movilizan más que los adultos- no deben estar sobreabrigados, ya que esto los obliga a aumentar su frecuencia respiratoria ysube más su temperatura corporal.
Los sistemas de calefacción eléctrica y otros de combustión externa, a gas y parafina, suelen ser utilizados a temperaturas altas, las que favorecen la obstrucción de la vía aérea por edema de mucosas y espesamiento de las secreciones, sobre todo en niños pequeños y ancianos.
¿Parafina o gas?
No importa cuál sistema se prefiera, lo único indispensable, es ventilar bien las casas todos los días. De no hacerlo, la contaminación intradomiciliaria va a ser mayor que la ambiental, esto es especialmente importante al utilizar sistemas de calefacción con combustión interna, gas o parafina.
En el caso de la calefacción a gas, en la medida que se consume el oxígeno habitacional, aumenta la producción de monóxido de carbono (CO2) con el consiguiente riesgo de intoxicación. Mientras que la calefacción a parafina produce CO2 y dióxido de azufre (SO2). Este último es muy irritante para el aparato respiratorio y produce aumento de secreciones y obstrucción bronquial, lo que predispone a enfermedades respiratorias más complejas.
Revisar las estufas
Si se utiliza estufas a gas o parafina, primero se debe certificar que están operando adecuadamente, en esas condiciones. El ideal es que no funcionen más de dos horas en ambientes cerrados y se debe ventilar periódicamente para renovar el airey disminuir las concentraciones de monóxido de carbono (CO2) y SO2. Nunca hay que dejar este tipo de calefacción funcionando en las noches, ya que el riesgo de intoxicación es muy alto y el daño que producen al aparato respiratorio es muy importante.
Estas medidas no solo sonrelevantes para evitar las enfermedades comunes de estos meses. También deben considerarse para prevenir descompensaciones de pacientes con enfermedades crónicas, como asma bronquial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y, en niños pequeños, displasia broncopulmonar.
Servicio de Enfermedades Respiratorias
Teléfono: 2101101