Días soleados:
La doctora Tatiana Riveros, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que existen diferentes tipos de protectores solares: “los físicos que solo contienen partículas de óxido de titanio o de zinc ultra micronizadas que reflejan o cambian de dirección la energía de radiación ultravioleta (UV), los químicos que tienen sustancias que absorben la energía de radiación UV, y los biológicos que poseen elementos que protegen a la célula del daño oxidativo”. Agrega que “lo importante es que el producto proteja contra todo el espectro de radiación (UVA y UVB). Esto debe estar indicado en el envase”.
Además, hay que tomar en cuenta la edad de quien lo va a usar. Por ejemplo, los niños deben utilizar los específicos para ellos, ya que contienen mayoritariamente filtros de tipo físico, protegen un poco más de tiempo contra el roce y la sudoración. Asimismo, los menores de seis meses no deben exponerse al sol y tienen que tomar mucha agua, ya que se deshidratan con facilidad.
¿Cuál es el factor correcto?
Otros cuidados...
Utilizar solo protector solar no garantiza nada. La dermatóloga sostiene que las personas deben tomar otras medidas básicas de cuidado:
1.Evitar el sol de mediodía o cuando la sombra que se proyecta es más corta que el cuerpo.
2.Buscar siempre la sombra (árbol, toldo o techo).
3.Usar ropa adecuada: polera de cuello redondo con manga hasta el codo, pantalones o faldas hasta la rodilla o más abajo, y de colores oscuros.
4.Utilizar sombreros de ala ancha o jockey y lentes con protección UV.
Protección y color: La doctora Riveros explica que los autobronceantes son solo pigmento y no protegen de la radiación UV. Por eso, es necesario utilizar un protector 20 minutos antes de la exposición al sol y reaplicarlo cada dos o tres horas, sobre todo, si la persona se moja o transpira. |
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