El verano está en todo su esplendor y para algunos bajar esos kilos extras es la meta. Con este fin acuden a dietas improvisadas o a aquellas “relámpago” que inundan Internet. Todo con tal de bajar de peso en pocos días.
Es así como inician regímenes por su cuenta, a veces muy estrictos, los que, si bien pueden producir una disminución del peso a corto plazo, a la larga arrojan el resultado opuesto. El nutricionista de Clínica Alemana Gonzalo Rozas explica cuáles son los errores más frecuentes al momento de iniciar una dieta.
Eliminar nutrientes importantes
Muchas personas caen en la tentación de probar la dieta de moda, la que se comenta en redes sociales o la que asocian con la actriz del momento. “El problema es que varias de estas dietas excluyen nutrientes importantes, como los carbohidratos, y consideran solo alimentos proteicos (carnes) con ensalada. Entonces, bajan de peso, pero en vez de eliminar grasa pierden masa muscular”, explica Gonzalo Rozas.
Si se quiere perder grasa y no músculo, es necesario comer carbohidratos, y eso complementarlo con actividad física. “Para eliminar un kilo de grasa se deben quemar 7.000 calorías”, explica.
Además, al excluir nutrientes importantes de la dieta, se alteran aspectos bioquímicos del organismo, lo que se traduce en problemas como colesterol elevado, resistencia a la insulina y aumento de triglicéridos, entre otros.
Saltarse comidas
“El error más común que cometen los pacientes es saltarse comidas, es decir, hacer dos o tres tiempos, cuando lo ideal es tener cuatro comidas más una o dos colaciones“, comenta el nutricionista.
Explica que hay muchas personas que toman un desayuno pobre, luego almuerzan y en la noche comen harto, y debería ser justamente al revés: tomar un buen desayuno, tener una colación a media mañana, almorzar bien, tomar once y comer liviano en la noche.
Las horas prolongadas de ayuno terminan pasando la cuenta, ya que al saltarse comidas, el metabolismo se vuelve más lento. El cuerpo cree que está viviendo una “época de guerra” y transforma todo lo que consume en grasa para tener reservas.
Pensar a corto plazo
Bajar esos kilos extras lo antes posible suele ser el objetivo de la mayoría de quienes se someten a una dieta. Sin embargo, son precisamente estas bajas repentinas de peso las que suelen tener los peores resultados a largo plazo, ya que se produce un efecto rebote y los kilos perdidos se recuperan rápidamente, a veces con creces.
La paciencia y perseverancia es fundamental para alcanzar los resultados deseados. Una dieta exitosa, generalmente, se traduce en una pérdida de peso lenta y constante. Por lo tanto, tampoco tiene sentido hacerse adicto a la balanza, pesarse a cada rato no acelera el proceso, sólo genera más ansiedad. Lo ideal es hacerlo una vez por semana como máximo y en el mismo momento del día, por ejemplo, en la mañana antes del desayuno.
No hacer ejercicio
Una buena dieta no logra sus máximos resultados si no es acompañada de ejercicio, ya que este acelera el metabolismo, porque permite aumentar la masa muscular, lo que se traduce en un mayor consumo de calorías.
El deporte es fundamental a la hora de cambiar los hábitos y de incorporar a la rutina una dosis de energía extra y necesaria. Además, tiene innumerables beneficios para la salud, dado que fortalece el corazón, tonifica músculos y ayuda a manejar la ansiedad, entre otras cosas.
“La actividad física recomendada consiste en hacer ejercicio al menos cinco veces a la semana. Cada sesión debe durar entre 30 y 45 minutos, y debe ser realizada de manera constante, sin parar, y relajada”, explica Gonzalo Rozas.
Actualmente, está demostrado que la única forma de bajar de peso de manera saludable y permanente es bajo la supervisión de un especialista, quien debe planificar un programa alimentario de acuerdo a las necesidades particulares, el que tiene que ser complementado con una correcta hidratación (dos a tres litros diarios)y una adecuada rutina de ejercicios.