Para Catalina el día comienza a las 6:30 de la mañana. Se levanta, se va a la ducha, despierta a los niños, los ayuda a vestirse, les prepara el desayuno y los va a dejar al colegio. Luego se va a su trabajo. Su rutina laboral se interrumpe dos veces a la semana, a mediodía, para hacer el turno (ir a buscar a los niños). En la tarde, llega a su casa a las 7, revisa las tareas, juega un rato con ellos, comen juntos y los acuesta. Ella es una de las tantas mujeres 3.0 de hoy.
Para el doctor Guillermo Gabler, psiquiatra de Clínica Alemana, las mujeres estarían biológicamente mejor dispuestas para desarrollar varias tareas de manera simultánea. Este es un modelo preponderante hoy en día, un fenómeno que comenzó hace más o menos 15 años, a medida que ellas se fueron incorporando fuertemente al campo laboral, logrando mayor independencia en lo económico y profesional.
El problema, según el especialista, es que esto no implica que dejen de lado otras tareas como ser dueñas de casa y mamás, por lo que, en la mayoría de los casos, se ven sobrecargadas, especialmente en una sociedad tan machista como la chilena.
“La situación es bastante injusta para las mujeres, ya que logran cierta independencia, pero con un costo mucho más alto que los hombres, lo que es muy frustrante para ellas. Por ejemplo, ganan un 25% menos y, muchas veces, su aporte en la casa es igual al de ellos en porcentaje”, afirma.
Todo esto puede exponerlas a una mayor carga de estrés, lo que puede aumentar la incidencia de patología mental. Muchas consultan por esto. “Lo ideal sería que las mujeres con hijos pudieran trabajar media jornada de manera bien remunerada, ya que les permitiría hacerse cargo de la crianza, por lo menos en la primera etapa escolar, algo que para ellas es muy importante”, dice.
“Para muchas es muy relevante desarrollarse profesionalmente, ya que complementan su realización personal, refuerzan su autoestima y experimentan una sensación de triunfo al ver que, a pesar de las dificultades, logran posicionarse en el trabajo, los hijos están bien, y la casa y la familia funcionan, en gran parte, gracias a ellas”, enfatiza.
Este nuevo rol incide en los distintos ámbitos, ya sea en el matrimonio como también en la crianza de los hijos, ya que este modelo se replica en ellos, lo que de a poco debería ir generando un cambio importante a nivel cultural. Sin embargo, el doctor Gablerdestaca que es imprescindible contar con una red de apoyo que sea contenedora, algo clave para que el modelo sea exitoso.
Unidad de Psiquiatría
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