A principio del siglo pasado ver a una mujer fumando era un acto, prácticamente, imperdonable. Hoy, en cambio, es una fiel postal de la población femenina: los datos 2010 del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) revelaron que el 37,1% de las chilenas es fumadora y el Atlas del Tabaco 2012, realizado por la Asociación Americana del Cáncer y la Fundación del Pulmón, demostró que las jóvenes chilenas (entre 13 y 15 años) son las más fumadoras del mundo.
En este contexto, el pasado 2 y 3 de abril, Clínica Alemana realizó el curso “Tabaquismo: un problema de todos”, con el propósito de analizar y debatir la actual situación del consumo de tabaco en el país.
El encuentro contó con la participación de la doctora Martina Pötschke-Langer, directora del Centro Alemán de Investigación de Cáncer (DKFZ), quien posee una vasta experiencia en materia antitabaco a nivel internacional. Según la especialista, uno de los problemas más importantes del tabaquismo apunta al marketing que hacen las tabacaleras. “El diseño de las cajetillas está orientado a las mujeres, especialmente, a jóvenes. Son cajitas muy atractivas, que aluden a envases de perfumes o de labiales”, señala.
En el informe “Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana”, publicado en 2009 por la OMS, se demuestra que ellas son un importante blanco de oportunidad para la industria del tabaco y su publicidad se concentra, cada vez más, en las niñas: alrededor del 70% de las adolescentes fuma.
Efectos nocivos
El doctor Fernando Descalzi, broncopulmonar de Clínica Alemana, expone que “las mujeres son más sensibles a los efectos dañinos del cigarro y que, durante los últimos 20 años, la población femenina ha estado fumando al mismo nivel que los hombres”.
A menor cantidad de consumo, las mujeres tienen la misma incidencia de enfermedades que los varones: patologías coronarias, infartos y cáncer pulmonar son las principales consecuencias del tabaco en el cuerpo femenino. En el año 2004, el Ministerio de Salud registró 762 mujeres con cáncer de pulmón y 6.524 fallecidas producto del tabaquismo.
Otro de los efectos nocivos que tiene el cigarro es la disminución de la fecundidad. Las fumadoras pueden tardar más tiempo en embarazarse y corren más riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Con el paso de los años, nuevamente, los efectos del tabaco se hacen presentes en el organismo femenino: riesgo de fracturas de cadera y menor densidad ósea, son algunos ejemplos.
Adiós cigarrillo
Pese a que en la mayoría de los casos se requiere de un tratamiento para dejar el cigarro, existe un momento en la vida de la mujer que, eventualmente, podría servir para despedirse definitivamente del tabaco: el embarazo. Fumar durante los meses de gestación equivale a “fumar por dos”, porque expone al feto a nocivos efectos como desprendimiento de placenta, parto prematuro, placenta previa, malformaciones y bajo peso al nacer, entre otras alteraciones.
Clínica Alemana ofrece una alternativa para dejar de fumar: el programa
“A todo Pulmón”, que cuenta con un equipo multidisciplinario de profesionales y que contempla una terapia farmacológica y una cognitivo-conductual. Este tratamiento ha demostrado tener un 50% de éxito a un año plazo. Según la especialista alemana está comprobado que dejar de fumar a los 30 o 40 años funciona y salva vidas.
Servicio de Enfermedades Respiratorias
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