Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la asfixia por inmersión o ahogamiento es la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y sus principales víctimas son los niños.
Con los pequeños un simple descuido puede ser fatal. Por eso, es fundamental conocer y poner en práctica una serie de medidas preventivas para cuando estén en contacto con el agua, ya sea en piscinas, ríos o tinas, ya que solo bastan pocos centímetros de este líquido para que un niño se ahogue.
Asimismo, es recomendable tomar precauciones al interior del hogar para evitar este tipo de accidentes.