Los trastornos de ansiedad son loscuadros psiquiátricos más frecuentes en la población con una prevalencia de entre 16 y 28%, lo que podría estar relacionado con el estilo de vida moderno. Al igual que los trastornos del ánimo, estos son dos a tres veces más comunes en mujeres.
La ansiedad es unarespuesta a exigencias o amenazas que surge como señal para buscar la adaptación. Así lo explica la doctora Carolina Montiel, psiquiatra de Clínica Alemana, quien agrega que se manifiesta con síntomas psicológicos como nerviosismo, malestar, intranquilidad y expectación ansiosa, además de señales físicas como taquicardia, sudoración, inquietud y opresión toráxica, entre otras.
Es una emoción normal y, generalmente, transitoria, a menos que por su intensidad o frecuencia interfiera en el desempeño normal de una persona, en cuyo caso se considera “patológica”.
“Hay varios factores que intervienen en el desarrollo de este trastorno como vulnerabilidad genética, factores biológicos, características psicológicas del individuo y aspectos socioculturales. Es la interacción entre estos lo que va a determinar la expresión e intensidad de la respuesta ansiosa”, asegura. Además, el consumo excesivo de alcohol y drogas (tabaco, marihuana, cocaína, entre otras) son factores que incrementan el riesgo de padecer ansiedad.
La mayoría de los casos no requiere manejo, ya que en un rango adecuado es adaptativa y ayuda a la persona a movilizarse en pro de sus metas. El tratamiento está indicado cuando es desproporcionada al estímulo y se prolonga excesivamente en el tiempo o empieza a interferir en el funcionamiento cotidiano. En estos casos, el manejo depende del tipo, pero, en general, se combinan fármacos con psicoterapia.
Los medicamentos que se utilizan son los inhibidores de recaptura de serotonina,antidepresivos con perfil ansiolítico. El uso de benzodiacepinas, por su potencial adictivo, debe ser supervisado por un médico y usarse por periodos breves, no más allá de unos meses.
La psicoterapia, sobre todo la cognitivo conductual, tiene un rol muy importante, ya que aporta técnicas concretas para el manejo agudo de la ansiedad. Su uso se asocia a una disminución del riesgo de recurrencia de estos trastornos a largo plazo.
Se estima que llevar un estilo de vida saludable, que incluya alimentación balanceada, ejercicio y equilibrio entre trabajo y actividades de esparcimiento, ayudaría a mantener un nivel adecuado de ansiedad.
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