Patricia Videla:
Para Patricia Videla, profesora de educación física, de 61 años, el periodo entre abril y noviembre del año 2012 giró alrededor de una palabra aterradora: cáncer. Exámenes, operaciones y sesiones de quimioterapia la mantuvieron ocupada esos meses, luego que el doctor Rodrigo Valderrama, gastroenterólogo de Clínica Alemana, le recomendara realizarse una colonoscopía, como medida preventiva, durante el Mes del Colon, programa preventivo realizado anualmente, en el mes de abril, por este centro de salud.
“Hace años, me atiendo con él por una gastritis crónica, pero nunca se me pasó por la mente hacerme un examen de colon porque no tenía síntomas, antecedentes familiares ni factores de riesgo de cáncer de colon. Pero me hice la colonoscopía y descubrieron un pólipo grande, canceroso”, cuenta Patricia.
“Este es un caso emblemático que muestra cómo los programas de prevención de cáncer de colon han disminuido la frecuencia y la mortalidad por esta causa. Ella no tenía síntomas ni factores de riesgo, pero le encontramos un adenoma tubular que tenía una pequeña área de cáncer. En su caso existía un riesgo de alrededor del 2% de compromiso de los ganglios. Ante este diagnóstico, operamos mediante una cirugía oncológica por laparoscopía para extirpar todo el pólipo”, explica el doctor Valderrama.
El especialista agrega que el objetivo de esta intervención fue eliminar el colon sigmoides y su respectiva cadena de ganglios linfáticos: “Patricia fue intervenida con éxito y sin ninguna complicación. El estudio del segmento de colon y sus respectivas cadenas de ganglios linfáticos mostró que uno de 15 ganglios estaba afectado con tumor. Con esta información, se decidió un tratamiento de quimioterapia para terminar con las células cancerosas”, afirma.
Patricia agrega que luego de la cirugía estuvo seis meses viajando cada dos semanas desde su casa en Rancagua a Santiago a hacerse los 12 ciclos de quimioterapia a Clínica Alemana.
Al respecto, su marido, Alfredo Wolnitzky, cuenta: “La vi con mucha fuerza para enfrentar algo que uno no se espera y soportar un tratamiento que no es fácil. Son palabras feas: cáncer, oncólogo, quimioterapia”.
“Doy gracias porque pude hacerme el tratamiento en la Clínica Alemana, recibí un apoyo increíble de los doctores, enfermeras, auxiliares, secretarias, la recepcionista, etc. Cuando uno está en esta situación es súper importante el buen trato y eso lo recibí acá”, asegura Patricia.
Para ella, el apoyo de toda la familia y amigos también fue indispensable, principalmente, de su marido y sus dos hijas: “Ahí te das cuenta de que hay mucha gente que te quiere. Mi marido estuvo conmigo las 24 horas todos los días, tenía que hacer las cosas de la casa y ser enfermero de cabecera, él me ponía las inyecciones que necesité, por ejemplo”.
A un año de este diagnóstico y del buen resultado del tratamiento, Patricia se cuida siguiendo una alimentación sana y con mucho ejercicio, actividad que retomó después de unos años. También, debe seguir con controles médicos habituales por cinco años, que es cuando se espera dar por superado el cáncer. Asimismo, reconoce la importancia que tuvo la prevención en su caso: “Afortunadamente, me detectaron el cáncer de colon a tiempo, por lo que les he recomendado a las personas más cercanas que no se dejen estar en materia de salud”, concluye.