Santiago tiene 11 meses de edad y tuvo que viajar a Chile para que le hicieran una intervención médica. Tenía un soplo cardiaco debido a un ductus arterioso persistente, diagnóstico que le dieron en Cochabamba, Bolivia, donde vive con sus papás, José y Claudia.
Como había que intervenirlo, comenzaron a averiguar cuáles eran las mejores alternativas y finalmente decidieron venir a Clínica Alemana: “Un amigo de mi papá se hizo un tratamiento coronario acá, revisamos en internet y vimos que este centro es muy bueno en cardiología infantil y que estaba en el segundo lugar de clínicas latinoamericanas. Eso nos dio confianza”, cuenta José Bustamante.
Claudia Moscoso agrega que “en Bolivia hacen el tratamiento, pero el sistema hospitalario no es tan bueno. Nos sentíamos más seguros de hacerlo acá y teníamos la posibilidad de venir”.
Se contactaron con el Servicio Paciente Internacional de Clínica Alemana a través del e-mail pacienteinterancional@alemana.cl. Carolina Jara, subgerente de esta unidad, explica que luego se coordinó toda la atención médica y se pidieron los informes y exámenes del niño, los cuales fueron presentados al especialista para que evaluara su caso.
Así, el doctor Daniel Aguirre, cardiocirujano infantil de Clínica Alemana, se puso en contacto con ellos y los atendió el 8 de junio. Al día siguiente, Santiago entró a pabellón. “Él tenía una cardiopatía congénita llamada ductus arterioso persistente, la que consiste en una comunicación entre la aorta y la arteria pulmonar. Esta condición está en todo niño al nacer y se cierra de forma espontánea en los primeros días de vida. Sin embargo, por factores como asfixia, hipoxemia o prematurez, el ductus puede permanecer abierto después de los seis meses de edad. Las consecuencias son insuficiencia cardiaca, desnutrición, cuadros respiratorios a repetición y riesgo de endocarditis infecciosa”, afirma el especialista.
Por lo tanto, hubo que operar a Santiago para cerrar este defecto cardiaco. El tratamiento actual de esta cardiopatía es el cierre percutáneo a través de un cateterismo cardíaco, el que consiste en que, a través de una punción en los vasos de la ingle, mediante un catéter, se accede al corazón. Una vez identificado el ductus arterioso se procede a su cierre, a través de la interposición de un dispositivo especialmente diseñado que lo ocluye. La ventaja es que después de 12 a 24 horas de la operación, el paciente puede ser dado de alta y reincorporarse a su vida cotidiana. El éxito de esta intervención es cercano al 100% y con muy baja incidencia de complicaciones.
La familia Bustamante Moscoso volvió a Bolivia muy conforme con Clínica Alemana, y esperan volver en seis meses para un control de Santiago. Claudia asegura que quedó conforme con la atención: “Es muy importante en la medicina que te expliquen lo que le van a hacer a tu hijo y el doctor Aguirre fue una ventana totalmente abierta para explicarnos todo el procedimiento. Además, nos dijo que durante la cirugía, tuvieron que cambiar el dispositivo, por una condición especial del niño, y ese aparato lo tienen pocos países, así que qué habríamos hecho en Bolivia”.
¿Quiénes se atienden en el Servicio Paciente Internacional? El Servicio Paciente Internacional de Clínica Alemana coordina más de 5.000 atenciones médicas de personas provenientes de 60 países. Las principales patologías por las que consultan son: - Problemas neurológicos (epilepsia, Parkinson, aneurisma y accidentes vasculares) |
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