Nuevo láser vascular para tratar la rosácea en Clínica Alemana
16/06/2013
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Un estímulo nervioso, mucho ejercicio, calor, consumo de alcohol o cualquier otro elemento que genere una dilatación de los vasos sanguíneos capilares puede producir enrojecimiento facial, lo que en muchas personas no dura más de una hora. Sin embargo, en algunos casos, se produce un proceso de vasodilatación permanente en la piel de la cara, el que generalmente va en aumento hasta desarrollar un cuadro de rosácea.
Para quienes tienen esta patología, Clínica Alemana acaba de adquirir un nuevo láser vascular, llamado VBeam Perfecta, el que es un láser de colorante pulsado especializado en e tratamiento de rosácea y manchas de nacimiento (manchas del tipo vino de oporto), entre otros.
Funciona al ser captado por los cromóforos, que son el pigmento de los capilares. Por ejemplo, si se trata de lesiones vasculares, el láser busca y es absorbido por la hemoglobina oxidada (oxihemoglobina) que está en los glóbulos rojos, y en caso de manchas pigmentadas, como léntigos, busca la melanina. “Toda lesión que tenga capilares será susceptible de ser tratada con este láser. Pero, su nivel de penetración en la piel es de 1.5 a 2 mm de profundidad, es decir, no sirve para lesiones más profundas como várices”, afirma el doctor Jaime Pérez-Wilson, dermatólogo de Clínica Alemana.
Un tratamiento con menos moretones
La principal ventaja con respecto al láser anterior, llamado VBeam, es que el láser Perfecta no necesita dejar púrpura (moretones) para ser eficaz en sus tratamientos: “Tiene una modificación tecnológica que elimina el púrpura post operatorio, lo que antes implicaba que la persona siguiera con máculas violáceas hasta por 21 días. Además, si se exponía al sol, se podía hiperpigmentar hasta por tres meses. Ahora se logra la misma eficacia, pero se evitan licencias posteriores, ausencias a clases, etc.”, explica el doctor Pérez-Wilson.
Esto es gracias a que la energía total se distribuye mejor y uniformemente, ya que el mismo disparo (pulso) se divide en ocho micropulsos de una intensidad menor (antes eran cuatro). También, eleva el umbral para producir púrpura. Sin embargo, hay niveles de ciertas patologías que siguen requiriendo llegar a púrpura para lograr el objetivo.
Además, no daña la piel porque es muy selectivo con el objetivo a tratar y también porque primero dispara aire frío para que la epidermis se proteja y no se caliente tanto, evitando el daño térmico, e inmediatamente después aparece la luz que llega a los capilares, los que se calientan y destruyen o coagulan hasta desaparecer.
Los tratamientos con este láser tienen mejores resultados en la cara, aunque se puede usar en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, como la piel del cuello es tan delicada, en esta zona se usa menos potencia, y no se utiliza en los párpados porque la piel es demasiado delgada.
No siempre se logra eliminar el 100% de la lesión y, en algunos casos, las manchas pueden volver a aparecer, pero no con la intensidad de antes. Si esto sucede, simplemente, se vuelve a hacer el tratamiento. Este procedimiento no tiene riesgo de producir cáncer de piel y se espera que los resultados duren entre tres y ocho años.
Precauciones para su uso
• En general, se realizan tres sesiones y se utiliza, habitualmente, una vez al mes porque el proceso de trombosis y coagulación se concreta a las tres o cuatro semanas aproximadamente.
• No se puede tomar aspirina ni anticoagulantes dos días antes del tratamiento ni el mismo día.
• No pueden utilizarlo quienes tienen vitíligo porque corren riesgo de hipopigmentación definitiva, ni las personas con fotosensibilidad o que tomen un medicamento fotosensibilizante.
• En un tratamiento intenso contra rosácea, el paciente puede presentar edema por dos días y sentir una incomodidad mínima, como una quemadura solar. Para esto se recetan antiinflamatorios tópicos y/o sistémicos y fotoprotectores solares.
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