Peleas entre hermanos: cuál es el límite?

17/02/2013
1 min lectura
Peleas entre hermanos: cuál es el límite?

Por ejemplo, decirles que 'pueden enojarse, discutir, pero se castigará a cualquiera que emplee la violencia y agreda a otro o a sí mismo'. De ese modo no se interviene directamente en la pelea, pero se limita el campo en el cual puede desarrollarse, explica la especialista.

Agrega que los hermanos que tienen la posibilidad de resolver sus rivalidades (naturales y sanas) dentro de un marco de reglas de respeto y pueden enojarse sin temor a perder el cariño ni de sus padres ni de su hermano, serán capaces, en la adultez, de resolver los conflictos entre ellos de modo asertivo y abierto, y generalmente, logran establecer relaciones cercanas y protectoras.

¿Cuándo se trata de bullying?

Este término implica intimidación constante y abuso de poder dentro de la relación fraterna. Quien tiene el poder no tiene relación con la edad o su ubicación en la familia, sino con la dinámica relacional.

Sandra Oltra recomienda a los padres preocuparse si se observa un claro manejo de poder por parte de alguno de los hermanos hacia el/los otros, si se presenta angustia y manifestaciones de ansiedad en el hermano más desprotegido y vulnerable y si, abiertamente, manifiesta temor a relacionarse con el otro hermano.

Ante situaciones como estas es importante acudir a un especialista que evalúe la dinámica relacional e intervenga a tiempo para reparar el vínculo fraterno de modo que puedan establecer una relación sana y de apoyo en lugar de maltrato.

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La familia es el refugio de cualquier ser humano, porque ahí pueden encontrar contención, respeto y, sobre todo, amor. Sin embargo, a veces esto no se logra, ya que la relación entre hermanos se hace difícil debido a las constantes peleas.

Las discusiones entre hermanos no necesariamente representan bullying. Si bien existen casos en los que por las características de las agresiones podría calificarse como tal, son las de menor frecuencia y en su mayoría responden a otras problemáticas dentro de la familia.

Al respecto, Sandra Oltra, psicóloga infantil de Clínica Alemana, explica que “los hermanos son el principal foco de rivalidad, celos y competencia a los que nos enfrentamos cuando pequeños; con ellos se aprende a compartir lo que más amamos (los padres) y, al mismo tiempo, conocemos la incondicionalidad del amor fraterno, así como la complicidad y la compañía”.

Por esta razón, es muy importante que los padres comprendan que en las discusiones o peleas entre hermanos no se deben realizar comparaciones entre ellos ni fomentar la rivalidad intentando saber quién tiene la razón. Las discusiones o peleas solo tienen sentido en el marco de la competencia entre ambos, y el foco del conflicto siempre será 'él empezó', por lo tanto, es imprescindible no intentar llegar a la raíz de la discusión sino poner reglas que normen las peleas.

Por ejemplo, decirles que 'pueden enojarse, discutir, pero se castigará a cualquiera que emplee la violencia y agreda a otro o a sí mismo'. De ese modo no se interviene directamente en la pelea, pero se limita el campo en el cual puede desarrollarse, explica la especialista.

Agrega que los hermanos que tienen la posibilidad de resolver sus rivalidades (naturales y sanas) dentro de un marco de reglas de respeto y pueden enojarse sin temor a perder el cariño ni de sus padres ni de su hermano, serán capaces, en la adultez, de resolver los conflictos entre ellos de modo asertivo y abierto, y generalmente, logran establecer relaciones cercanas y protectoras.

¿Cuándo se trata de bullying?

Este término implica intimidación constante y abuso de poder dentro de la relación fraterna. Quien tiene el poder no tiene relación con la edad o su ubicación en la familia, sino con la dinámica relacional.

Sandra Oltra recomienda a los padres preocuparse si se observa un claro manejo de poder por parte de alguno de los hermanos hacia el/los otros, si se presenta angustia y manifestaciones de ansiedad en el hermano más desprotegido y vulnerable y si, abiertamente, manifiesta temor a relacionarse con el otro hermano.

Ante situaciones como estas es importante acudir a un especialista que evalúe la dinámica relacional e intervenga a tiempo para reparar el vínculo fraterno de modo que puedan establecer una relación sana y de apoyo en lugar de maltrato.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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