Se trata de una carrera de gran distancia, es decir, el tramo que hay que recorrer es mayor al de una maratón tradicional. Existen dos tipos de ultramaratón: recorrer un trayecto específico mayor a los 42 kilómetros (las más comunes son 50 km, 80 km, 100 km y 160 km) o cubrir la mayor distancia posible en un periodo determinado (habitualmente mayor a 12 horas).
Sin embargo, “antes de participar en este tipo de carreras hay que realizarse un chequeo médico para pesquisar ciertas condiciones que pueden ser peligrosas para el deportista: enfermedad coronaria, patologías cardiacas congénitas o hereditarias, problemas crónicos, entre otros”, explica el doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana.
Preparación adecuada
Alrededor de cuatro o seis meses antes de la competencia hay que consultar a un nutricionista para crear un plan específico de comidas, según las características individuales de cada persona. Por lo general, se deben evitar los alimentos con un alto porcentaje de grasa.
Además, hay que realizar “un entrenamiento ordenado, estructurado, en condiciones similares a las de la competencia, con un alto componente aeróbico y de fuerza muscular”, agrega el especialista. De lo contrario, existe el riesgo de desarrollar fatiga, sufrir deshidratación y lesiones musculares, y en quienes presentan alguna patología cardiaca, puede producirse algún evento coronario de gravedad.
Durante la competencia es vital mantener una hidratación adecuada a base de bebidas isotónicas y agua.
Es importante mencionar que esta práctica está recomendada para personas mayores de 16 años y que hayan participado, con anterioridad, en carreras de larga distancia como maratones o triatlón.
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