Los nódulos tiroideos son una condición que en la actualidad se está diagnosticando con mayor frecuencia. Afectan más a mujeres y sus posibilidades de desarrollo aumentan con la edad. La mayoría de las veces, no presentan síntomas; solo en algunos casos muy raros hay molestias, como dificultad para tragar o respirar, o cambio permanente en la voz.
Aunque en general los nódulos son benignos, en algunos casos puede tratarse de cáncer (entre un 4 y 5%). Por eso es importante que sean evaluados mediante una ecografía tiroidea. Según el tamaño, las características ecográficas y otros elementos clínicos, el especialista puede determinar si es necesario realizar otros exámenes, como una punción diagnóstica, en caso de que su aspecto ecográfico sea indeterminado o sospechoso.
La punción aspirativa con aguja fina (PAAF) es un examen sencillo que se realiza en forma ambulatoria para obtener una muestra que luego es sometida a estudio citohistológico. De esta forma es posible confirmar si es un nódulo benigno o si se trata de un cáncer.
Hay personas con antecedentes que aumentan la probabilidad de que el nódulo sea maligno, como quienes han sido sometidos a radioterapia externa cervical por otro cáncer previo y aquellas con familiares de primer grado con cáncer tiroideo.
Si bien la mayoría de los casos no se acompañan de alteración en la función glandular, debe siempre realizarse examen de funcionalidad.
¿Qué hacer?
Cuando el nódulo es benigno, la indicación general es observar y controlarse con un endocrinólogo con la frecuencia que él estime necesaria.
Cuando el informe anatomopatológico concluye una lesión maligna o el resultado es sospechoso de malignidad, se indica tratamiento quirúrgico. Clínica Alemana tiene un protocolo, donde cada caso es evaluado por un equipo multidisciplinario, de manera de decidir la mejorar alternativa terapéutica. Cuando el diagnóstico es oportuno y el tratamiento el indicado, el pronóstico es generalmente muy bueno.
La cirugía consiste en una tiroidectomía total, en la que se sacan ambos lóbulos de la tiroides. Luego de la intervención, hay pacientes que requieren un tratamiento con radio yodo ablativo. Este procedimiento no es doloroso, pero requiere un aislamiento de tres o cuatro días para evitar la irradiación de terceros. Posteriormente, se practica otro estudio de medicina nuclear llamado exploración sistémica, rastreo que confirma la inexistencia de otro foco.
Todo paciente operado de tiroides debe recibir la hormona tiroidea de por vida. Manteniendo la terapia de reemplazo, puede realizar una vida normal.
¿Qué es la tiroides?
Es una glándula endocrina que produce las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), encargadas de controlar la manera en que cada célula del cuerpo usa la energía. Este proceso, llamado metabolismo, se compone de muchas actividades, entre ellas, la velocidad con la que se queman las calorías y la rapidez con que late el corazón. La tiroides tiene forma de mariposa y está ubicada en el cuello, justo arriba de la clavícula.
Este artículo se realizó con la colaboración de los doctores Hernán Tala y Sergio Majlis, endocrinólogos del Centro de Tiroides de Clínica Alemana.