Se acaba febrero y contar con todo lo necesario para la vuelta a clase se hace apremiante. Artículos como la mochila y los zapatos acompañarán al niño durante todo el año, por lo que, es clave saber cómo elegir los adecuados.
A continuación el doctor Enrique Testart, traumatólogo infantil de Clínica Alemana, entrega algunos consejos para saber en qué fijarse al momento de comprar.
Mochilas escolares
Peso: de acuerdo a la Academia Americana de Traumatología y Ortopedia, el peso de la mochila no debiera exceder el 10% del peso del niño. Si un menor pesa 35 kilos, la mochila debe pesar máximo de 3 kilos y medio. Por lo tanto, los papás tienen que darse el tiempo de pesarla con los útiles adentro, para saber cuál es la cantidad de elementos que se puede llevar adentro. Si la mochila excede el 10% del peso del niño, debe optarse por una con ruedas. En ese caso, hay que arrastrarla, alternando los brazos.
- Distribución de los útiles: dentro de la mochila, los objetos deben estar bien distribuidos, los libros más pesados puestos de forma vertical y lo más cerca posible de la espalda.
- Tamaño: el porte de la mochila debe ser adecuado a la estatura del niño. Si es más grande, no se ajustará a su espalda, lo que puede provocarle molestias o dolor.
- Uso: a veces el problema no es la mochila sino cómo se ocupa. El ideal es que se use en forma simétrica, con cada tirante en cada hombro, porque si se carga más un lado que el otro, podría generar una desviación de la columna (escoliosis).
Zapatos escolares
Desde el punto de vista del desarrollo del pie, el zapato es necesario para protegerlo y no para formarlo, por lo que es muy importante que sea confortable y que calce adecuadamente. Algunas recomendaciones son:
- Capellada: el ideal es que sea de cuero para que pueda absorber humedad. Las costuras internas deben estar minimizadas y suavizadas para no lesionar la piel.
- Planta: debe otorgar una adecuada tracción, o sea, que no se resbale, además de amortiguación y flexibilidad. Por eso, lo ideal es que sea de goma.
- Taco: no debería medir más de un centímetro y medio para que la distribución del peso del cuerpo sea pareja en el pie. Además, debe tener una base ancha para la estabilidad.
- Interior: la planta no debe tener realces, debe ser plana, porque si un niño sano utiliza realce el músculo encargado de levantar el arco no se desarrolla (las personas tienen un pie completamente plano hasta los 6 años de edad, luego se empieza a desarrollar el arco).
- Calce: Hay que fijarse en el largo, ancho y altura. Una horma incorrecta va a producir roce en los dedos y las uñas, lo que induce a lesiones. Para darle más espacio a los dedos se recomienda que la parte delantera superior sea redonda y con un centímetro de tolerancia para que el zapato quede holgado.
- Zapato con cordones o velcro: hay que preferir este tipo de calzado para que se ajuste al tamaño del pie.
- Calcetines: se aconseja usar de algodón para enviar las alergias, favorecer la ventilación y proteger la piel del roce del zapato.