Después, se sigue hacia la pieza continua y así, hasta limpiar toda la cara externa de los dientes (vestibular). Se aconseja siempre empezar por el mismo lado y terminar por el otro. Luego, se limpia la parte interna de los dientes
(palatina o lingual), con el mismo método. Por último, las zonas masticatorias se limpian haciendo una frotación de atrás hacia adelante.
Por último, se debe limpiar la lengua con limpiadores linguales o con el mismo cepillo (idealmente si es que tiene el mecanismo limpiador en la parte posterior del cabezal). El movimiento debe ser siempre de atrás hacia adelante para evitar el reflejo de arcada.
En los niños, se aconseja la técnica circular, por ser más sencilla, pero igual de efectiva para ellos. 'Debe empezarse por un lado y acabar por el otro haciendo todo el circuito. El movimiento para limpiar consiste en
hacer circulitos, 10 por vez (en cada zona) y avanzar. Primero, toda la cara externa de los dientes, luego la interna superior, la interna inferior y, por último, la zona masticatoria', afirma el doctor Jiménez.
El especialista también recomienda que los niños se cepillen bajo la supervisión y con la ayuda de un adulto.
Los complementos: hilo o seda dental y enjuague bucal
Además del lavado, también se aconseja el uso de hilo o seda dental, el que debe utilizarse antes del cepillado y una vez al día, idealmente en la noche. El doctor Jiménez recomienda hacerlo de la siguiente manera:Realizar enjuagues bucales con un colutorio es un buen complemento a la pasta dentífrica, ya que es una solución líquida acuosa con los mismos principios activos que las pastas, pero en concentraciones más bajas. Es decir, pueden contener flúor si está destinado a la prevención de la caries, o agentes antisépticos o cicatrizantes si se destinan a la prevención de la gingivitis.
'Los colutorios dentales no son un sustituto, no obstante, es muy válido su uso en ocasiones como postoperatorios, en portadores de dentaduras postizas o en casos extremos en que sea dificultosa la utilización del cepillo', concluye el especialista.
Existen diferentes técnicas para lavarse los dientes, las cuales deben ajustarse a las necesidades de cada persona, pero la más utilizada es la técnica de Bass modificada, que consiste en poner el cepillo en un ángulo de 45° en la unión del diente con la encía, zona llamada surco gingival, donde más se acumula la placa bacteriana.
Para esto, se realiza un movimiento de vibración de atrás hacia adelante y luego, se hace un barrido hacia abajo (si se está limpiando la parte superior) o hacia arriba (si es la parte inferior). 'Pasamos el cepillo como si se tratase de una escoba sobre la superficie dental', explica Diego Jiménez, odontólogo de Clínica Alemana.
Después, se sigue hacia la pieza continua y así, hasta limpiar toda la cara externa de los dientes (vestibular). Se aconseja siempre empezar por el mismo lado y terminar por el otro. Luego, se limpia la parte interna de los dientes
(palatina o lingual), con el mismo método. Por último, las zonas masticatorias se limpian haciendo una frotación de atrás hacia adelante.
Por último, se debe limpiar la lengua con limpiadores linguales o con el mismo cepillo (idealmente si es que tiene el mecanismo limpiador en la parte posterior del cabezal). El movimiento debe ser siempre de atrás hacia adelante para evitar el reflejo de arcada.
En los niños, se aconseja la técnica circular, por ser más sencilla, pero igual de efectiva para ellos. 'Debe empezarse por un lado y acabar por el otro haciendo todo el circuito. El movimiento para limpiar consiste en
hacer circulitos, 10 por vez (en cada zona) y avanzar. Primero, toda la cara externa de los dientes, luego la interna superior, la interna inferior y, por último, la zona masticatoria', afirma el doctor Jiménez.
El especialista también recomienda que los niños se cepillen bajo la supervisión y con la ayuda de un adulto.
Los complementos: hilo o seda dental y enjuague bucal
Además del lavado, también se aconseja el uso de hilo o seda dental, el que debe utilizarse antes del cepillado y una vez al día, idealmente en la noche. El doctor Jiménez recomienda hacerlo de la siguiente manera:Realizar enjuagues bucales con un colutorio es un buen complemento a la pasta dentífrica, ya que es una solución líquida acuosa con los mismos principios activos que las pastas, pero en concentraciones más bajas. Es decir, pueden contener flúor si está destinado a la prevención de la caries, o agentes antisépticos o cicatrizantes si se destinan a la prevención de la gingivitis.
'Los colutorios dentales no son un sustituto, no obstante, es muy válido su uso en ocasiones como postoperatorios, en portadores de dentaduras postizas o en casos extremos en que sea dificultosa la utilización del cepillo', concluye el especialista.