El doctor Juan Carlos Glasinovic, gastroenterólogo de Clínica Alemana, explica que esta es una condición crónica, con características de una enfermedad autoinmune, ya que el sistema inmunológico empieza a atacar las células que debería proteger. Esto provoca una lesión en la mucosa del intestino delgado, lo que genera una inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos, como proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas.
Esta patología es más frecuente en mujeres y, generalmente, hay dos peaks de edad en los que se manifiesta, en la niñez alrededor de los 10 años y en la adultez, entre los 30 y 40. Si bien existe un componente hereditario que hace que haya más casos de enfermedad celiaca, no es un factor predominante, asegura el especialista.
El gastroenterólogo sostiene que se diagnostica mediante manifestaciones clínicas asociadas a alteraciones anatómicas y de laboratorio. Los síntomas pueden ser muy variados, desde casi inexistentes a muy graves, pero lo más frecuente es que haya alteraciones como distensión abdominal, meteorismo, ruidos, diarrea y anemia, entre otros. “Estos síntomas hacen que la gente que tiene enfermedad celiaca deambule entre especialistas mucho tiempo antes de hacerse el diagnóstico. De hecho, se calcula que muchas personas tardan hasta diez años en determinar de qué se trata”, afirma.
Cómo vivir con enfermedad celiaca
Una vez efectuado el diagnóstico, la persona debe sacar el gluten de su dieta, es decir, eliminar los alimentos que contengan trigo, cebada y centeno. Actualmente, en muchas preparaciones se usa el gluten para dar más consistencia a los queques, pie o para los aliños preparados para ensaladas. Por lo tanto, es muy importante leer las etiquetas de ingredientes de los productos envasados.
La dieta libre de gluten (DLG) incluye una gran variedad de productos que permiten al celíaco tener una alimentación saludable y variada. Principalmente, en alimentos naturales y frescos que no contienen esta proteína, como carnes, huevos, leches, pescados, legumbres, frutas y verduras. También cereales sin gluten, como el maíz o arroz.
Si esta enfermedad no se trata, puede tener consecuencias, ya que no se hace una absorción adecuada de los alimentos, lo que facilita que haya anemia y desnutrición, entre otros. Estas personas también son más propensas a desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 1 (insulino resistente), ya que afecta al sistema endocrino, además de presentar problemas a la tiroide y alteraciones hormonales.