El jueves 10 de abril, el doctor Marcelo Blacutt, geriatra de Clínica Alemana, se refirió a los adultos mayores y su cuidado, ya sea por familiares o en instituciones especializadas. Aquí, algunas de las preguntas realizadas en la fanpage de Clínica Alemana.
Tolerancia, paciencia y evitar la confrontación, un desgaste innecesario en las relaciones familiares. De todos modos se sugiere evaluación cognitiva y afectiva de las personas mayores, porque estos a veces son síntomas de una depresión enmascarada.
La mejor forma de involucrarlos es haciéndolos conocer la realidad de los problemas de los padres. Hacer reuniones familiares en las cuales estén involucrados solamente los hijos -sin nueras, yernos ni nietos- que son los únicos que conocen la dinámica familiar y la forma de pensar de los papás y los hermanos.
Yo soy pro-hogares si existe equipo multidisciplinario en la atención y el cuidado de las personas mayores. Esto porque el asistente en la casa no cumple con las necesidades de estimulación cognitiva, afectiva ni funcional que necesita una persona mayor.
El agotamiento no es solo físico, sino también psicológico. Lo más importante es identificar el momento preciso para pedir ayuda al resto de la familia (hermanos, nietos o amigos), ya que es el inicio de una cadena de problemas que solo se puede resolver cuando se trabaja en equipo.
Hay varias banderas rojas, una de ellas es cuando no somos capaces de cubrir todas las necesidades de esa persona mayor. Por ejemplo, si no podemos brindar ayuda en aspectos básicos como alimentar, vestir, asear, entretener, etc. es ahí cuando hay que darse cuenta de que necesitamos ayuda de terceros o institucionalizar. También cuando se está generando un quiebre en el día a día de las relaciones dentro de la familia con el paciente. Esto es el inicio del estrés del cuidado.
En el día a día es importante que alguien reemplace durante el día o durante la semana a esta persona (cuidador) y a su vez, en ese tiempo libre el cuidador haga algo por sí mismo, no para el resto, y menos para el paciente. Es ahí cuando comienza el autocuidado del cuidador.
Compartiendo el problema con personas que puedan ayudarla y buscar asesoría profesional para mejorar las estrategias de cómo sobrellevar mejor este tema. Por ejemplo, hay redes de asesoría a los cuidadores de pacientes con Alzheimer.
Lejos, la cualidad más importante es la vocación humanitaria para atender y asistir a personas mayores. El aspecto técnico y la experiencia van de la mano de las necesidades de cada persona mayor que se cuide.