Sudar es un proceso normal que se produce para regular la temperatura corporal. Esta aumenta, por ejemplo, cuando nos ejercitamos o con un día de mucho calor. Sin embargo, cuando una persona transpira más de lo normal y no como un fenómeno de termorregulación es probable que se trate de hiperhidrosis. Esto, puede suceder en forma permanente, y no necesariamente cuando hay calor.
Con respecto al tratamiento de la hiperhidrosis, existen varias alternativas que se seleccionan de acuerdo a la zona afectada y al grado de severidad que presenta el paciente. Los tratamientos son efectivos, pero hay que usarlos por un largo plazo.
Tratamientos para la hiperhidrosis:
Lociones tópicas antiperspirantes que contienen clorhidrato de aluminio: se aplican sobre la piel afectada en la noche. Actúan ocluyendo el conducto de la glándula, y de esta forma el cuerpo recibe la señal de que no tiene que seguir produciendo sudor y la glándula se atrofia.
Estás lociones son bastante efectivas en axilas, palmas, plantas y la línea de implantación del pelo. El efecto es prolongado, pero el problema puede volver si se dejan de aplicar el producto.
Inyecciones de toxina botulínica: Es un tratamiento que está aprobado por la FDA solo para axilas, pero puede usarse también en las palma de las manos. Funciona porque bloquea a la sustancia química encargada de estimular la producción de sudor. Es altamente efectivo, pero tiene una duración de solo seis meses. Luego, se puede volver a realizar el tratamiento todas las veces que el paciente lo desee.
Iontoforesis: es una máquina anti-sudor que se usa de forma ambulatoria. El paciente sumerge sus manos o pies en agua y la maquina manda una corriente de bajo voltaje que bloquea la sudoración. Es efectivo, pero solo en estas zonas del cuerpo y demanda mucho tiempo. Los resultados son positivos pero a corto plazo, por lo tanto, hay que usarlo de forma permanente.
Medicamentos: se usan en personas que no han respondido a otras medidas de tratamientos o presentan sudor en muchos lugares del cuerpo. Los fármacos más utilizados son el glicopirolato y la oxibutinina. Actúan inhibiendo la acetilcolina, que es responsable de estimular la secreción glandular.
Cirugía para aquellos pacientes que no han respondido a los otros tratamientos y, para casos severos, la simpatectomía transtorácica consiste en cortar la cadena nerviosa que estimula la sudoración. Esto es efectivo para la hiperhidrosis axilar y de palmas de manos.