No es una patología contagiosa y consiste en la acumulación de células dérmicas en la superficie de la piel. Esta enfermedad, conocida como psoriasis, se presenta con manchas rojas que provocan comezón (placas) y escamas gruesas en cualquier parte del cuerpo.
La doctora Soledad Aspillaga, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que “la prevalencia de psoriasis es de 2% en la población mundial. Este trastorno crónico se produce por una predisposición genética en combinación con factores desencadenantes, como por ejemplo, traumatismos, infecciones, entre otros”.
Esta enfermedad puede debutar a cualquier edad, pero existen dos épocas de la vida en que surge con mayor frecuencia: entre los 20 y 30 años, y entre los 50 y 60 años. Solo el 1,1% y 0,5% de la población son niños y niñas afectados por esta patología.
Esta patología no se puede prevenir, es asintomática (estas placas no duelen ni molestan) y se trata principalmente por los efectos estéticos que produce. Generalmente, el tratamiento se basa en cremas con corticoides, emolientes u otras. Sin embargo, en algunos casos se debe recurrir a luz ultravioleta u otros medicamentos, siempre bajo la supervisión del dermatólogo.La doctora Aspillaga explica que como es una enfermedad crónica, puede tratarse y volver a aparecer con el tiempo.
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