Lo ideal es subir entre 9 y 11 kilos en el embarazo, los que corresponden al peso del bebé, aumento del agua corporal y de peso del útero y senos, líquido amniótico e incremento del volumen sanguíneo y placenta. Sin embargo, a pesar de que eso es lo recomendado, la realidad es que muchas mujeres suben más.
La especialista asegura que si el embarazo fue normal y el aumento de peso adecuado, se perderán gradualmente los kilos extras en los primeros seis meses postparto si se sigue un plan de alimentación adecuado.
Por supuesto, no se debe consumir alcohol y es importante limitar el consumo de cafeína (bebidas cola, café, té y mate), además, están prohibidos los snacks de golosinas y el picoteo.
Una mujer en su actividad normal requiere desde 1.600 a 2.000 calorías diarias, dependiendo de su edad y actividad física. Durante la lactancia se requieren entre 400 y 500 calorías adicionales diariamente, las que el organismo obtiene de las reservas, lo que produce una baja de peso.
Esto se logra si la alimentación no sobrepasa estos requerimientos energéticos porque si se consumen muchos snacks y golosinas entre comidas, no se bajará de peso.