Muchos son los beneficios que se les atribuyen a los aceites para la piel, ya sea de almendra, oliva o mosqueta, entre otros. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en las propiedades de cada uno y para qué usarlos?
Al respecto, la doctora María Soledad Aspillaga, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que los aceites vegetales son productos que en general se venden por sus propiedades cosméticas, y en general no por indicación médica.
Agrega que para tratar enfermedades de la piel, se recomiendan cremas dermatológicas.
Sin embargo, los aceites son recomendables para pacientes con pieles secas, agrietadas y deshidratadas, pero no se aconsejan para aquellos con pieles grasosas, con comedores o tendencia al acné.
“Sólo pueden utilizarse en personas con pieles no atópicas o no sensibles, ya que además de tener compuestos que podrían producir dermatitis, en general tienen fabricación artesanal, lo que podría irritar la piel”, aclara la dermatóloga.
Agrega que por su capacidad de hidratación y humectación es preferible utilizarlos de noche, luego de haber limpiado la cara, eventualmente después de algún suero o directo sobre la piel.
Hay que considerar que estos aceites no tienen factores protectores del sol, por lo tanto, se deben usar en conjunto a cremas con protector solar.
- Aceite de rosa mosqueta: contiene gran cantidad de vitamina A y C, y estimula la síntesis de colágeno, por lo que puede ser útil para prevenir el envejecimiento cutáneo y corregir cicatrices en la piel.
- Aceite de argán: contiene altas concentraciones de vitamina E y tocoferoles, por lo que ayuda a suavizar la piel y el pelo, aumentar la elasticidad cutánea y prevenir su envejecimiento.
- Aceite de almendras: contiene ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales es especialmente recomendable para pieles secas y con estrías.